El niño pequeño muy rara vez manifiesta sus sentimientos con palabras
Los niños(as) pequeños muy rara vez manifiestan sus sentimientos con palabras, más bien lo hacen a través de otras señales como por ejemplo el tono de la voz, los gestos, ademanes, la postura, la respiración. Si el niño tiene miedo, está alegre, siente asco, tristeza o ira es muy posible que no sepa como expresarlo, si le preguntan ¿Cómo estás? responde rápidamente diciendo que muy bien, cuando es posible que este muy mal, o incluso, es también posible que no responda nunca nada y siempre este en silencio y evasivo y los papás no se percatan de lo que está pasando dentro de él.
Los padres tenemos que estar muy atentos a sus palabras, a sus silencios, a sus gestos, pues algunas veces lo que dice no concuerda con esos otros signos. Hay que saber identificar lo que en verdad trata de comunicarnos, escucharlo con verdadero interés y reconocer su manera personal de expresarse.
Si los padres no mostramos respeto por los sentimientos de nuestro hijo, por su llanto, su risa o su necesidad de caricias, el niño empieza a dejar de expresar y hasta de sentir esos sentimientos. Así su vida va perdiendo riqueza y oportunidades de relacionarse con otras personas.
En este sentido hay que tener mucho cuidado con la forma como tratamos a nuestro hijo(a), recuerda que cuando lo criticas el no deja de amarte, ante la critica despiadada de un padre o una madre, el hijo lo que hace es dejar de amarse a si mismo, esto se traduce después en baja autoestima, inseguridad para tomar decisiones, ira acumulada, frustración y sufrimiento.
"Es importante arrancar la maleza", decía el jardinero, "pero también es importante regar las flores", los buenos padres son como los buenos jardineros, con amor y cuidado corrigen a sus hijos, pero también están muy pendientes de dedicarles tiempo de calidad, palabras de afirmación, abrazos, caricias, cuidados, protección, educación y regalos.