Los "Bien mi amor"


La promoción por Facebook de una fiesta en casa de un adolescente llamado Jhon Wilches 'el Triple X 'en El Pozón en Cartagena, llamó la atención de innumerables foristas y usuarios de la red social, en el plano local.
El video realizado por cierto grupo de productores locales jóvenes, (Blessed Producciones) está siendo la comidilla de páginas de Facebook populares como Soy Cartagenero y Denuncias Ciudadanas, entre otras, que concentran a un grupo considerable de seguidores de todas las esferas de la ciudad y que, a pesar de lo discutible del fondo y la forma cómo lo hacen, mueven opinión.
En el video se ve a un grupo de muchachos y una docena de jovencitas, con pantalones cortos y camisetas, entre los 13 y 17 años o que a duras penas rayan los 18, invitando e indicando a los interesados en asistir , tras un recorrido a pie por varias cuadras, cómo llegar a la casa "del Jhon Wilches el Triple X en donde también se celebrará, de paso, el cumpleaños de "Andresito el tres puntico". La casa es grande y de dos pisos pintada de blanco y queda 'cerca del terraplén en El Pozón y doblando por una tienda'.
Como toda una producción de cualquier evento reguetonero profesional, con la música de fondo de un tema de Farruko bastante lascivo, uno a uno los jóvenes y niñas hablan en su jerga invitando a la promocionada fiesta.
Una niña que se identifica como la líder de una pandilla 'las Playboy de El Pozón', otro joven como el líder de "Los bien mi amor" y el mismo Wilches entre otros, aparecen en cámara advirtiendo que "la party estará buena", porque habrá "cero farándula y cero peleas" pero sí "más "alcohol y más triple x". Hay una condición "la que vaya en jean no entra".
Como quien dice una especie de Woodstock criollo en donde las relaciones libres y disfrutar del rock eran el objetivo hippie, pero que en este caso será con champeta, reguetón, baile plebe y relaciones abiertas entre jóvenes imberbes que no han tenido en la mano siquiera un libro de Carlos Cuathemoc y si lo tuvieron, ni lo ojearon.
Jóvenes a los que circunda la pobreza y la miseria de padres y hogares disfuncionales; en cuya alacena no hay "vento" (alimentos); lo que a quienes han administrado la ciudad les ha importado un bledo desde las esferas de poder. Entonces los jóvenes deciden hacer su "boro" y en la mayoría de los casos para los padres y madres, carentes de valores y de un verdadero hogar o familia que guiar, les es imposible evitar esa especie de anarquía social que integran estos grupos urbanos.
Ahí que la violencia se convierte en un mecanismo de supervivencia. Creo que el análisis es válido a la par de quienes denigran de las conductas de estos jóvenes.
Llama la atención, en medio de todo, la creatividad desplegada por los jóvenes, muchos de ellos desertores de las aulas de clases, para en su jerga expresar una condición que refleja la dimensión de la realidad urbana que los circunda.
Me pregunto, y si esa creatividad o viveza raizal se usara en otros planos, es decir en explotar sus potenciales?, quizás otra sería la historia.
La masificación del video, que debe tener a cualquier experto en marketing y publicidad con envidia, dado lo compartido y comentado del mismo, no tardó en generar múltiples opiniones en contra y en burla; plagadas en muchos casos de juicios de valor, sorna, odio, en peticiones de castigo para los menores, e insultos y represiones.
La Policía fue la primera en advertir del evento, que finalmente se hizo, porque se trata de territorios en dónde quienes mandan, en últimas, son los grupos de jóvenes en riesgo antes mencionados.
No hay mucho por hacer desde las entidades porque el problema está en cómo, este y anteriores gobiernos, han venido enfrentando el fenómeno de los jóvenes en riesgo.
Tan compleja es la situación, si a eso le sumamos que existen grupos de Bacrím comandando los sectores más violentos de ciudad.
De nada valen los memes tratando de convencer a las jóvenes de que pueden quedar preñadas, tampoco los intentos de un concejal para evitar el baile plebe entre menores.
La solución es tan compleja, que debe ser producto de un plan pensado a una década, que empiece por revisar aspectos como la exclusión, la discriminación, la falta de oportunidades educativas y económicas, y que plantee una transformación de los potenciales culturales, histriónicos y artísticos de los jóvenes de Cartagena desde otra óptica, lejos de la represión y la lapidación.
Esos son nuestros jóvenes, los del "Bien mi amor" los no futuro, que promocionan una fiesta y que nos da vergüenza mostrar y reconocer.

PD: Ante la oleada de comentarios que ha tenido este blog sobre un grupo de jóvenes que se denominan así mismos como los "Bien mi amor" que no es más que un códico que utilizan, y de una actividad que promocionaron, debo decir que el mismo jóven, Jhon Wilches que tiene 15 años y el cual está dedicado a la fotografía y lo hace muy bien, anunció que "la fiesta no se hizo por cosas de la vida".
La madre de Jhon y varios de sus amigos, socios de la empresa fotográfica de video que tienen, (Bleseed Production) pidieron disculpas públicas por lo que consideran una incitación a otros jóvenes por la palabras soeces que utilizan. Hablan de que conforman grupos, como los "Bien mi amor" pero que no son una pandilla. No nos equivocamos al decir que hace falta más apoyo a estos jóvenes que tienen mucho talento. Como se puede leer desaprobamos desde un inicio los insultos y los ataques a estos jóvenes que tiene en su jerga expresiones como la misma "Bien mi amor" y otras tantas, y que comparten aficiones y gustos. Ese fue el sentido de este blog llamar la atención sobre una población por lo general invisibilizada y estigmatizada.


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