“EL ABUSAJO”, UN ANTECEDENTE DE LAS “FAKE NEWS”
Se da por seguro que el chisme, como práctica social, es uno de los primeros antecedentes del periodismo en todas las épocas de la historia. Este tema me recordó que en el corregimiento de San Jacinto –bajo Cauca–, hoy municipio de “San Jacinto del Cauca”, existió un popular tinterillo y comerciante que fundó un noticiero local, comunitario, cuyo nombre era EL ABUSAJO. Y pensé que este noticiero rural también podría ser considerado, junto al chisme, como un antecedente de las fake news, de las doctrinas de la conspiración y de la llamada posverdad.
En relación con el chisme, el diccionario de la RAE dice que “chisme”, en su primera acepción, es “una noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna”. En castellano popular, en mi costeñol, chisme es noticia o verdadera falsa contra alguien o sobre algo, que alguien se inventa y la pone a rodar de boca, para satisfacer la curiosidad y fantasía de la gente.
¿Cuál era la tecnología de El Abusajo? Un poste de veinte metros de altura, dos bocinas amarradas en la parte superior del poste, conectadas a un micrófono o equipo de sonidos. ¿Qué noticias de contenido chismoso difundía El Abusajo? Puras verdades y mentiras bien sazonadas. Su fundador y director fue don César Augusto Arraut Amador, magangueleño, comerciante, historiador, cuasiabogado, político y orador. Todos los días él las escribía en la mañana y las difundía de 6 pm., a 7 pm. El Dr. Arrauth rompía la monotonía del lugar con su plato vespertino de noticias mayormente sensacionalistas. Era una tomadera de pelo, de ironía, que los oyentes disfrutaban con hambre de “noticias” frescas, “El chisme es bueno y alimenta” decía Celia Cruz en uno de sus éxitos musicales. (SI me equivoco, corríjanme). En otra oportunidad les diré cuál era el contenido de las noticias de “El Loco Arrauth”, como amistosamente lo identificaba el pueblo sanjacintero, pero que para mí era el genial Dr. Arrauth, por su poder de creatividad, en el arte de burlarse de sí mismo y de hacer reír a los demás.
Pues bien, finalizo: El Abusajo era un fantasma, con un arsenal de "fake news" (noticias falsas) y un remedo metafórico de mensajes conspirativos, en el ámbito del folclor de aquel municipio bolivarense y caribeño, que no tenía como propósito expreso construir narrativas desorientadoras y destructivas en el alma de la comunidad. Su fin primordial, entre chanza y verdad, era informar divertir, pero jamás caricaturizar, con maldad evidente, a las personas o a los hechos.
En cuanto a la posverdad, yo me atrevo a sostener que aquel periodista armaba sus mensajes para que causaran un impacto especial, y lo lograba cuando la gente concluía: “Si lo dijo el Dr. Arrauth es porque es verdad”. En verdad, era una “verdad” que no falsificaba el sentido de la historia. El Abusajo fue una realidad que hizo tránsito a verdad histórica. Esta graciosa diversión gravita ahora en los anales del legendario pueblo de San Jacinto del Cauca, república de Colombia.
Cartagena de Indias, septiembre 5 / 2024.