LOS FANÁTICOS Y LOS FANATISMOS (1)


LOS FANÁTICOS Y LOS FANATISMOS (1)

 

Iniciemos esta primera entrega señalando que muchos son los estudios que se han hecho sobre la persona del fanático, su personalidad, y el fanatismo. Antes de ir al grano, preguntémosle al Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (DRAE), qué significan estas palabras y qué campo semántico y lexicográfico engendran. Dice el DRAE, 1°: que fanático(a) (adjetivo) “es la persona que actúa con fanatismo”. En 2° lugar: fanático(a) (adjetivo), significa: “Preocupado o entusiasmado exageradamente por algo. Aplicado a persona, usado también como sustantivo”. Tiene como sinónimos las palabras, intransigente, exaltado, intoleranteextremistadogmáticosectarioinflexible, incondicional. Como antónimos o similares figuran: equilibradotolerante. Sobre la etimología y semántica de vocablo fanatismo, el DRAE afirma:  Del fr. fanatisme, y este de la raíz de fanatique 'fanático' e -isme. m. Apasionamiento y tenacidad desmedida en la defensa de creencias u opiniones, especialmente religiosas o políticas. Sinónimos: intransigencia, intolerancia, obstinación, extremismo, radicalismo, sectarismo, exacerbación exaltación, incondicionalidad. apasionamiento, pasión, entusiasmo, fervor, fogosidad, adicción. Antónimos: desapego, equilibrio, frialdad, tolerancia. Los campos semánticos y léxicos[1] de estos vocablos serían: fan, fanático, fanatista[2], fanatismo, fanaticada, fanatizar. 

 

Por el lado de la Inteligencia Artificial (IA) encontramos esta interesante información: “El fanatismo ha sido estudiado por diversos autores y disciplinas, incluyendo la psicología, la sociología, la filosofía y la historia”. A continuación, algunos estudios y autores destacados que han analizado el fanatismo:

 

  1. Eric Hoffer: En su libro "The True Believer" (1951), Hoffer analiza el fanatismo como una forma de movilización masiva y su relación con la alienación, la frustración y la búsqueda de significado.

  2. Sigmund Freud: En "Psicología de las masas y análisis del yo" (1921), Freud explora la relación entre el fanatismo y la psicología de las masas, argumentando que el fanatismo es una forma de identificación con un líder o una ideología.

  3. Emile Durkheim: En "Las reglas del método sociológico" (1895), Durkheim analiza el fanatismo como una forma de solidaridad social y su relación con la cohesión y la identidad grupal.

  4. Max Weber: En "Economía y sociedad" (1922), Weber explora la relación entre el fanatismo y la autoridad, argumentando que el fanatismo es una forma de legitimación de la autoridad.

  5. Stanley Milgram: En su experimento sobre la obediencia (1963), Milgram demostró cómo las personas pueden ser inducidas a comportamientos fanáticos y destructivos cuando se les ordena seguir órdenes de una autoridad”.

En cuanto teorías y conceptos sobre el fanatismo y el fanático, la IA nos arroja lo siguiente:

 

  1. Teoría de la identidad social: Desarrollada por Henri Tajfel y John Turner, esta teoría explica cómo las personas se identifican con grupos y experimentan una sensación de pertenencia, lo que puede llevar al fanatismo.

  2. Teoría de la disonancia cognitiva: Desarrollada por León Festinger, esta teoría explica cómo las personas pueden experimentar una sensación de disonancia cuando sus creencias o valores entran en conflicto, lo que puede llevar al fanatismo.

  3. Concepto de la "mente de grupo": Desarrollado por Gustave Le Bon, este concepto se refiere a la tendencia de las personas a adoptar una mentalidad colectiva y a seguir a un líder sin cuestionar. Estos estudios y teorías ofrecen una comprensión más profunda del fanatismo y sus mecanismos psicológicos y sociales.

Atendiendo a los tipos de fanatismos, la página https://concepto.de/[3] señala que éstos guardan afinidad con el rechazo hacia una persona, una ideología, una religión, un pasatiempo o un deporte en particular. Así, se pueden diferenciar:

 

  • Fanatismo religioso. Es el fervor desmedido hacia una religión o creencia. Se caracteriza por la defensa de dogmas, libros sagrados o divinidades, y la negación de la diversidad religiosa.
  • Fanatismo político. Es la defensa extrema de una ideología, partido, movimiento o líder político. Implica intolerancia y, en algunos casos, violencia contra aquellos que no comparten la misma visión.
  • Fanatismo cultural. Es la defensa radical de los valores tradicionales de una cultura y el rechazo a cualquier otra. Busca excluir o eliminar todo lo que represente una diferencia cultural.
  • Fanatismo deportivo. Es la radicalización de la rivalidad entre equipos, que puede llevar al deseo de imponer la superioridad de un equipo sobre otro y a la violencia.
  • Fanatismo antirreligioso. Es una posición intensa en contra de las religiones, caracterizada por la incapacidad para respetar o valorar las ideas religiosas ajenas.
  • Fanatismo hacia personas. Es la admiración o el entusiasmo por una figura o celebridad, como un actor o un músico. Puede llevar a un apego irracional y a una visión distorsionada de la realidad de la persona admirada.

En materia de consecuencias derivadas del ejercicio que el fan, el fanático, el fanatista y la fanaticada, hace del fanatismo, encontramos que, en la mayoría de las veces, constituyen resultados desastrosos, horripilantes, desmesurados, perturbadores y repudiables. Veamos, según la IA, los más sobresalientes: 

 

  • Pérdida de la objetividad: La persona puede perder la capacidad de evaluar críticamente su objeto de fanatismo.

  • Comportamiento irracional: La persona puede actuar de manera irracional o impulsiva en defensa de su objeto de fanatismo.

  • Conflictos con otros: La persona puede entrar en conflicto con aquellos que no comparten su fanatismo.

  • Pérdida de la privacidad: La persona puede perder su privacidad al compartir información personal o hacer pública su devoción.

En la segunda parte de este tema abordaremos las características del pensamiento fanático, la sicología del fanático, el pensamiento crítico y los contrastes entre fanatismo, el relativismo y la verdad absoluta. 

 

Como apunte conclusivo, afirmamos que los estudios del ser del fanático y del fanatismo constituyen un acervo cognitivo de suma validez en variadas direcciones. Se infiere que su acción es un binomio interconectado, un ideario polémico, una exaltación a la ignorancia, cuyas prácticas ofenden a la cultura de paz, y evidencian el rechazo a la cultura democrática. Su maridaje con la intolerancia, el autoritarismo, la ignorancia y los populismos nos alarma, nos alerta y nos aterra.

 

Cartagena de Indias, 04 /05/2925    


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[1]  Los campos semánticos, o sea, las constelaciones asociativas de una palabra, son únicamente las palabras que comparten categoría gramatical y además poseen rasgos comunes de significado. En ello se diferencian de los campos léxicos, que pueden estar integrados por palabras de diferente categoría gramatical pero vinculadas por su raíz léxica. En ello se diferencian de los campos léxicos, que pueden estar integrados por palabras de diferente categoría gramatical pero vinculadas por su raíz léxica.

[2] Fanatista, es una palabra que no existe en el diccionario oficial de la lengua castellana. Es una creación arbitraria nuestra, siguiendo la influencia de la lúdica con los lexemas y morfemas de dicha palabra. También podríamos usar raíces, afijos y sufijos para crear estas otras, con significados hiperbólicos o extravagantes: archifanático, hiperfanatismo, ultrafanaticada, megafan

[3] https://concepto.de/fanatismo/. Origen de la palabra “fanatismo”. La palabra «fanatismo» proviene del latín fanaticus, que a su vez deriva de fanum, que significa “templo”. El sufijo ismo hace referencia a una doctrina o creencia en particular, mientras que el término fan hace alusión a un seguidor entusiasta de una persona o cosa en particular. En sus orígenes, se refería a alguien que estaba inspirado o poseído por una divinidad.