Probablemente alguno me responderá que depende. Que si la comida es muy buena, que si es muy barata, que si es gratis y muchas otras razones pueden hacer que usted decida que vale la pena volver a ser mal atendido.
Claro, que usted también puede decidir no volver y listo, sin dramas, contándole a sus amigos del pésimo servicio y ejerciendo su derecho a dañarle con justicia la imagen a un negocio que no cumple sus expectativas.
Entonces no entiendo el alboroto de la gente cuando una red social decide cambiar sus términos y políticas de servicio.
Cada vez que Facebook decide agregar una coma sale alguien rasgándose las vestiduras y hablando de lo importante que es su vida privada, hace poco Instagram las cambió y ya hay hasta demandas colectivas, y así hay muchos ejemplos de gente que recibiendo un servicio que por alguna razón consideran malo, siguen volviendo a ese "restaurante", sufriendo pero aguantando, cuando una solución simple es tener en cuenta que si no quieres que nadie use tu privacidad basta con no publicar cosas privadas en redes sociales, o mejor, cerrar la cuenta y usar miles de alternativas que te ofrece ese monstruo de millones de cabezas llamado Internet.
¿Que lo que pasa es que Facebook, Twitter, Instagram y demás lo usa todo el mundo, y tu no vas a ser la excepción?, pues bien, aguántate y deja de quejarte.
Por eso tengo que darle la razón a mi esposa.
Recientemente se dio cuenta que sus fotos de Instagram no salían en Twitter y debía buscar otros programas para que esto pasara, le expliqué como se hacía y ante lo complicado que le pareció simplemente me dijo: No fresco, mejor no lo uso mas y ya.
Y se cambió a otro servicio.
Así de simple.