¡Cartagena despertó!
Cartagena es la ciudad del país que ha tenido más alcaldes, 11 en 6 años para ser más exactos. Todo un record histórico, que representa una inestabilidad institucional y de la continuidad de políticas que le permitan a la Heroica progresar.
La polarización y los intereses personales de algunos no han dejado que la capital bolivarense se desarrolle, una ciudad con unos ingresos anuales de alrededor de 2 billones de pesos, de acuerdo a cifras de la Secretaría Distrital de Hacienda.
Hoy, tenemos la oportunidad de cambiar las cosas, de enderezar el camino, dándole la oportunidad al nuevo Alcalde William Dau de demostrar capacidad de gestión y de ejecución. Hasta ahora, todos son titulares de prensa, que indican que luchará contra la corrupción, que elegirá su gabinete por meritocracia, pero más allá de eso necesitamos que a partir del 1° de enero haga sentir que Cartagena tiene mandatario, que trabajará sin descanso por sacar a la ciudad de los altos índices de pobreza extrema, de inseguridad y del cáncer de la politiquería, que silenciosamente está acabando con ella.
Como sociedad también tenemos una gran responsabilidad, de exigir a nuestros gobernantes rendición de cuentas permanente, que nos demuestren gestión en la Administración Pública, la adopción de los principios de Buen Gobierno: eficiencia, eficacia y transparencia. TODOS somos veedores.
Cartagena necesita volver a creer en las instituciones, en un plan de gobierno honesto, que busque el bien general y no particular; tiene todo para ser un referente de productividad y progreso en el país. Para eso, poner orden en la casa es fundamental.
Alcalde: el pueblo que lo eligió en un despertar de la conciencia, que ha visto en el voto de opinión su mayor fortaleza, cansada de la política tradicional que no ha sabido llevar las riendas de la ciudad, le pide trabajar por una Cartagena mejor, influyente, de oportunidades y justa.