¡Si me hace feliz, sí a todo!, el lema del 2023


¡Vivir! ¿Qué es vivir? Un verbo que suena lindo, pero que a veces se nos olvida explorar más.

Ayer mientras compartía con algunos amigos y familiares, uno de ellos me expresó que “el que está vivo tiene que vivir”, frase que me quedó dando vueltas en la cabeza, sumado a algunos momentos de infortunio que atraviesan personas cercanas y que demuestran que hoy estamos, pero mañana no sabemos.

No voy a negar que vivir no es fácil, para nada que lo es, sobre todo en la medida en que vamos creciendo y adquiriendo responsabilidades, nos encontramos con “piedras” en el camino, creencias, los retos que nos impone hoy el mundo, pandemias, incertidumbre, recesión económica, en fin, en fin, en fin. Pero al final del día aquí estamos, no dejamos de luchar contra los fantasmas externos e internos que a veces nos persiguen y logramos de alguna manera, a veces sin una explicación aparente (milagro, fe u otro), vencer y salir adelante. En algunos momentos resulta agotador, desgastante y hasta doloroso, pero lo que debemos entender es que las dificultades son parte de la vida, experiencias y enseñanzas que nos impulsan a continuar.

Algunos se preguntarán por qué escribo sobre esto. Efectivamente no soy coach de la felicidad ni de superación, ni pretendo serlo tampoco, simplemente soy una persona que está aprendiendo a vivir, que todos los días busca identificar qué la hace feliz para normalizarlo, incluso en la mitad de una tormenta; a sentir compasión de mi, a fortalecer el sentimiento de merecimiento e intentando aplicar lo que dice el refrán: “Si del cielo caen limones, aprendamos a hacer limonada”.

El mayor tiempo de mi vida siempre he estado rodeada de paradigmas, reglas, autoexigencias, cumplimiento de metas, competencias fijadas a ser la número uno, porque no es suficiente con ser la segunda, etc., olvidando algunas veces que todos los días se aprende algo, hasta de la persona que menos te imaginas. Durante muchos años me dediqué a vivir por  y para mi trabajo, a cumplir con lo que me “enseñaron”: a ser la primera siempre, la destacada, sucumbida en un mundo de estrés y ansiedad, dándole menos valor a otros elementos esenciales de la vida como compartir tiempo de calidad en familia, reír, vivir el presente sin pensar tanto en el futuro, vivir sin importarme lo que los demás puedan pensar. Sencillamente se me olvidó vivir equilibradamente.

Hoy tengo 40 años, pasaron en un cerrar y abrir de ojos, ni cuenta me di, y empecé a concientizar que lo único que no regresa es el tiempo, que el dinero va y viene, lo material también, pero lo que vives con felicidad es lo que permanece en la memoria y en el regocijo del alma.

Todos nacimos con "fecha de vencimiento", pero no tenemos ni idea cuándo es el día que no despertaremos más. Así que cuando algunos dicen que hay que vivir como si fuera el último día es totalmente cierto.

Pregúntate a diario: ¡Si me quedara un mes o un año de vida qué me gustaría hacer antes de partir? Y hazlo. Nada ni nadie es más importante que tú, el propio capitán de tu barco; solo tú puedes decidir qué tipo de vida es la que quieres vivir. Recuérdalo siempre.

 

¡Feliz año 2023 y larga vida feliz para todos!

 

 

 


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