No somos pocos los que por estos días estamos llenando el álbum de Panini del Mundial de Rusia. Con el de este año estoy completando mi octavo álbum. Comencé con Italia 90, un mundial que marcó a toda una generación (¿los millenials? ¿los xennials?). Desde entonces, mi amor por el fútbol no ha dejado de crecer, así como tampoco dejo de llenar los álbumes de Panini. Como yo, hay millones en Colombia. Parte de la mística de este álbum es el entusiasmo que genera en muchas personas y la interacción que se da con perfectos desconocidos, de todo tipo y edades, para intercambiar monas, láminas, caramelos o figuritas según de donde sea oriundo el lector. La semana pasada mi señora vivió por primera vez la intensa emoción de estar cambiando láminas durante una “cambiatón” con jóvenes, madres y niños y la alegría que da ir completando el álbum de esa forma, a través del simple trueque.
También tuve la oportunidad de completar dos álbumes mientras vivía en la Argentina, donde el álbum de Panini es un asunto más de los niños. Sin embargo, mientras en Sudáfrica 2010 fue muy complicado encontrar personas para cambiar monas, en Brasil 2014 ya hubo dos o tres puntos en la ciudad de Buenos Aires donde se reunía la gente, niños y jóvenes, para intercambiarlas.
Lo que propongo al lector es que basado en mi propia experiencia, los álbumes que tengo en mi colección, echemos un vistazo a su diseño, su información y su materialidad como un homenaje a este hermoso objeto y su historia. Partiremos por las características del primer álbum para luego ver qué aspectos fueron cambiando y qué novedades se fueron introduciendo.
Italia 90
A mis diez años completé el álbum de Italia 90, cuyo estado actual refleja el trato que le di a esa edad. Por esa época ya era un fanático de la pelota y recuerdo varias ocasiones en que me le perdí a mi familia en momentos importantes por estar cambiando caramelos en la calle.
El álbum de ese mundial era el oficial de Panini pero editado especialmente para Colombia por Carvajal. Por eso su portada muestra al grande René Higuita en posición de gato listo para saltar, muy diferente a la que circuló en Europa (y mucho mejor). Colombia volvía a un Mundial después de 28 años y poder ver las fotos de mis ídolos en ese álbum era un sueño. Se lee su precio: $250.
El diseño de este álbum es muy simple, sobrio y esquemático, con fondos planos de un solo tono (rosados o celestes), algo que pararía los pelos de cualquier diseñador gráfico de hoy. La primera página muestra en láminas plateadas la Copa Mundo, la mascota Ciao, el cartel oficial y el emblema de Italia 90, además del siempre presente cartel con todos los ganadores de la historia de este torneo. Las siguientes páginas contienen bellísimas láminas de los estadios (las maquetas) y las ciudades sede (impresionantes fotos de cada una). Debajo de cada estadio se puede leer, para luego completar con los resultados, los partidos que se juegan en cada uno, una información que se agradece. Láminas algo insulsas de Ciao en diversas posiciones –cuyo concepto como mascota era bastante novedoso pero propio de esos años– se repiten en esas páginas.
Cada equipo incluye al tradicional escudo plateado con el logo de cada federación, una foto del equipo en formación, los dos arqueros y una quincena de jugadores. Debajo de cada uno se puede leer su lugar de nacimiento –otra información interesante para tener en cuenta–, su edad, su so, su estatura y el club donde juega. El nombre del país está escrito en el idioma oficial de ese país. También en la página de cada selección se puede leer en un recuadro cómo fue su clasificación al mundial, su desempeño en las eliminatorias.
Algunos países, en concreto Camerún, Costa Rica, Emiratos Árabes, Corea del Sur y Egipto, no tuvieron el derecho de tener página doble y se tuvieron que contentar con una página sencilla y láminas con doble foto. No sabemos si por racismo, por diseño, por su poca relevancia en el mundo del fútbol o por todas las anteriores.
También llama la atención de este álbum que tiene a las seleccione de cuatro países que hoy no existen: Unión Soviética, Checoslovaquia, Yugoslavia y Alemania Federal.
USA 94
Era tal el entusiasmo en ese año que se llegó a hablar de Colombia como una de las selecciones favoritas. El equipo era una tromba y el grupo, fácil. Luego pura desilusión, como el álbum de Panini.
Este álbum también fue editado por Carvajal y se conseguía por $700. No incluyó página de emblemas, ni copa, ni mascota, ni el cuadro de honor de ganadores. Su primera página contiene las ciudades sede, cinco para pegar como láminas y tres impresas en el diseño, lamentable. La página de los estadios y el cuadro con todos los partidos para ir completando a mano los resultados se mantuvo, así como la información de los equipos.
El diseño, simple pero menos organizado, ya incluyó algunos fondos con colores poco saturados de cada bandera. Esta vez sólo Arabia Saudita no pudo tener su página doble.
FRANCIA 98
Un mundial muy recordado por mí y toda mi generación de compañeros de colegio por la edad que teníamos y por ser un mundial en francés.
El álbum que se vendió en Colombia fue ya la edición internacional. La apariencia de su portada y el material de ésta –plastificada, dura y resistente– y de sus páginas –ya no un papel tipo bond sino un papel brillante y suave tipo ilustración– lo hacen ver muy diferente a sus antecesores. Su diseño en general es más propio del siglo que estaba por llegar.
Vuelven los emblemas a la primera página, esta vez con la Copa, el emblema (sin cartel oficial) y el inolvidable Footix. Desaparecen –hasta el día de hoy– las imágenes de las ciudades sede, tal vez por el aumento de equipos participantes, que pasó de 24 a 32. La página de cada selección muestra un fondo colorido, con texturas de pasto, redes y balones. Los países de Irán, Jamaica y Estados Unidos fueron los relegados al club de la página sencilla y lámina doble.
Precisamente con el equipo de Irán sucedió algo muy extraño. Durante los primeros meses de distribución del álbum la gente se empezó a dar cuenta de que no salía ninguna lámina de Irán. El rumor que empezó a correr fue que los iraníes, a causa de su religión y sus costumbres, no podían permitir que se les tomaran fotos y se imprimieran. No se sabía si ese equipo quedaría en blanco. Finalmente, poco antes del inicio del certamen, salieron a la venta las planchas completas, impresas en inferior calidad, con todas las láminas de esa selección. Nunca supe qué pasó en realidad y si esas láminas que vendían y que yo compré eran las oficiales.
COREA/JAPÓN 2002
Un Mundial poco recordado porque Colombia no clasificó, porque los partidos eran a la madrugada, porque se jugaba en Corea y en Japón.
El álbum muestra nuevamente el mismo tipo de factura en cuanto a papel, impresión y saturación de color que el anterior y que todos los posteriores. El diseño de su portada que muestra al emblema oficial como protagonista principal inició una tendencia que continúa hasta hoy.
El diseño de su interior mantiene un estilo de fondos saturados que muestran esferas terrestres en fuego y motivos futuristas (las mascotas son un par de extraños y poco recordados seres espaciales), haciendo recordar un poco el estilo del manga japonés.
Al ser tantos estadios (20 sedes, diez en Corea y diez en Japón) desapareció el cuadro de partidos que se jugaban en cada uno. La imagen de cada uno en su mayoría es una ilustración y no una foto. En el interior de cada equipo se observa que las fotos de los jugadores están en un plano, un primer plano, más cerrado de lo habitual. La calidad de impresión de las laminitas no es buena y se encuentran algunas chambonadas como que el escudo (una de las láminas más lindas) de algunos equipos sea sólo una bandera y la foto del equipo, un montaje fotográfico. Desaparece, y para siempre, la lamina del arquero suplente.
En esta ocasión estuvieron en la vergüenza de la página sencilla Ecuador, Rusia y Túnez.
ALEMANIA 2006
Otro mundial sin Colombia. Buenos partidos, especialmente la semifinal Italia-Alemania, uno de los grandes partidos de la historia. Vivía en el centro de Bogotá y cambiaba monas en la 19.
El álbum mantiene el mismo estándar que el anterior. Su tapa es más dura, un aspecto que se agradece teniendo en cuenta que es también un producto para niños. Al interior de las páginas se aprecia un diseño sobrio y elegante con la particularidad de que los jugadores están organizados en una retícula de filas y columnas, patrón que sigue rigiendo hasta 2018.
La primera página ofrece, además del emblema, el afiche y la Copa, una nueva lámina, la estampilla de Panini. La página de cada selección muestra la novedad de un pequeño mapa que ubica al país en su continente. Las figuritas son las de mejor calidad de impresión de la colección. La información de las primeras páginas y páginas promocionales ya comienza a incluir la dirección web de Panini para crear un cromo personalizado.
Los despojados del derecho a página doble son Angola, Ghana y Arabia Saudita, con todos sus jugadores de piel más bien oscura.
SUDÁFRICA 2010
Otra ausencia dolorosa de Colombia. Un mundial en África, un mundial diferente, un mundial en invierno.
Tendría que darse un mundial en África para que terminara la costumbre de relegar países a una página sencilla.
La línea de diseño de la portada permanece y mejora la resistencia de la tapa, casi de cartón. La primera página muestra por primera vez la pelota oficial –la esquiva Jabulani– uno de los logos a doble lámina, el logo del fair play y la Copa del Mundo en medio de un bello diseño de fondo oscuro y visos dorados de gloria.
La siguiente página muestra una gran novedad, los estadios grandes a doble lámina y otras láminas oficiales como la mascota Zakumi y el cartel oficial, un bello diseño que muestra el mapa de África como una cabeza de un hombre que cabecea un balón. A causa de este nuevo diseño, el cuadro de grupos y partidos pasó a la última página e incluye otra lámina de la Copa.
Al interior de las páginas de los equipos se observa un diseño algo feo, con un fondo verde de textura de pasto. La calidad de impresión de las figuritas es pobre y con muy bajo contraste. En Argentina decían que era porque venían de Brasil. Pero los escudos sí son muy bonitos, con un plateado plano y brillante. Nuevamente la página de Inglaterra muestra una simple bandera en lugar del bello escudo de los leones.
BRASIL 2014
El último mundial jugado hasta la fecha de hoy. Una gloria para Colombia. El mejor mundial que he visto sin duda, lleno de partidazos, de golazos, de arquerazos, de ambiente y repleto de anécdotas, momentos raros, curiosidades, récords. Inolvidable.
El álbum muestra en su portada el bello emblema del mundial como protagonista, esta vez adornado de coloridos y tropicales motivos al estilo de la gráfica televisiva de este mundial. El diseño interior es atractivo y lleno de vivos colores; cada equipo tiene un fondo acorde a los colores de su bandera o de su uniforme.
La primera página, en el cartón de la contratapa, muestra figuras de lámina doble (cuyos errores de corte y de similitud de color las hace ver mal) para el emblema y la mascota (¿cómo se llamaba?).
Los estadios nuevamente son dobles y las láminas de los jugadores están muy bien impresas. Como novedad, la información personal de cada jugador pasó a estar en la lámina y no en el álbum. Con esa decisión se perdió el dato del lugar de nacimiento del jugador, lo que impide ahora saber si éste es nacido en el país o es nacionalizado.
RUSIA 2018
No he completado el álbum aún. Está caro y uno no tiene tanto tiempo. Pero ahí vamos. De Colombia me falta James. Los escudos están muy difíciles de conseguir y ya abundan los inescrupulosos que los venden a 10 mil y a 20 mil ¡un abuso!
El álbum es hermoso. La tapa de azul intenso muestra un buen gusto en el diseño con un bello relieve con motivos rusos que se repiten en algunos fondos de las páginas interiores.
El diseño interior se muestra más fotográfico pues los fondos son imágenes tipo foto de tribunas llenas y el césped de la cancha. La primera página contiene, supongo porque no me han salido aún, los tradicionales emblema, Copa, afiche y mascota. Luego de la página de los estadios, que vuelven a ser de una sola lámina, viene una hermosa página ilustrada de los afiches oficiales, todos ellos impresionantes, de cada sede. La calidad de la fotos de los cromos es aceptable y los escudos y láminas plateadas son de gran factura, incluyendo holograma al diseño.
Nuevamente la información de cada jugador se encuentra en la figurita y no en el álbum. Ya entendí la razón de esto pues leí por estos días que Panini planea sacar a la venta láminas de jugadores que sí van a ir al mundial para reemplazar a aquellos, como Teo, que no estarán en Rusia. Me parece una buena medida para evitar “colados” en el álbum.
La gran novedad está en las últimas páginas donde se encuentra una página dedicada a fotografías (no láminas) del momento en que cada selección logró su clasificación al mundial y otra a los récords de la competición. Una más, bajo el título de “leyendas”, combina fotos con láminas para mostrar a los campeones del mundo de la historia levantar la copa y dos láminas de Pelé y de Klose, uno el más veces campeón y el otro el goleador histórico. Son bellas estas láminas, lástima lo difíciles de conseguir…
…Por favor amigo vendedor ¡no abuse! Cobre las monas a precio justo. No compremos las láminas a 20 mil. Por cierto, fue una desilusión ver en el Unicentro de Cali un stand de Panini vendiendo láminas sueltas.
