Cuando la Ansiedad Pone a Prueba tu Liderazgo

Cuando la ansiedad pone a prueba tu Liderazgo


¿Alguna vez has pensado en la ansiedad como una aliada en lugar de una enemiga? "Intensamente 2" me hizo reflexionar sobre esto. La película sigue a Riley, una niña que enfrenta una montaña rusa de emociones mientras crece. Entre todas, la ansiedad se presenta como un personaje nervioso, siempre anticipando lo peor. Pero, ¿sabes qué? La ansiedad, aunque incómoda, juega un papel crucial en nuestra vida. En principio, no es inherentemente negativa.

La Ansiedad en el Liderazgo: ¿Amiga o Enemiga?

Como líder, es crucial que reconozcas y entiendas la ansiedad. Al igual que Riley, la ansiedad puede ayudarte a anticipar posibles situaciones desafiantes y a prepararte mejor. Es una fuerza poderosa que te impulsa hacia la excelencia. A veces, la ansiedad se manifiesta de maneras muy comunes: físicamente con palpitaciones, sudoración o tensión muscular; emocionalmente con miedo y preocupación constante; y conductualmente con la evitación de situaciones y la dificultad para concentrarte.

¿De dónde viene la Ansiedad en tu liderazgo?

La ansiedad puede tener diversas fuentes: las altas expectativas que te pones, la responsabilidad de tomar decisiones cruciales, la incertidumbre del mercado y la economía, y las relaciones laborales que debes gestionar. Todas estas pueden desencadenar ansiedad, pero también te dan la oportunidad de convertirla en una fortaleza.

Aquí te dejo algunas estrategias que pueden ayudarte a transformar la ansiedad en una fortaleza:

  1. Conócete a ti mismo: Identifica qué te desencadena la ansiedad. Llevar un diario de emociones puede ser muy revelador y ayudarte a comprender mejor tus patrones.
  2. Fomenta tu creatividad: Pinta, escribe, aprende alguna manualidad. Hacer algo nuevo puede ser un gran neuroprotector para tu cerebro.
  3. Suelta la autoexigencia y el autocontrol: Organízate, prioriza y delega. Delegar no solo reduce tu ansiedad, sino que también fortalece tu liderazgo y el trabajo en equipo.
  4. Prioriza el cuidado personal: Ejercicio, alimentación saludable y descanso son clave para liderar eficazmente.
  5. Fortalece tu atención: La respiración profunda, las pausas activas, la meditación y el mindfulness pueden ayudarte a mantener la calma en momentos críticos.
  6. Utiliza el humor y una actitud positiva: Contextualiza. No todo es igual de importante y nadie es imprescindible. El humor puede ser una gran herramienta para reducir el estrés y ver las cosas desde una perspectiva más ligera.

En resumen

Cada emoción tiene un propósito en ti, incluida la ansiedad. Si la escuchas y la conviertes en un recurso valioso, podrás liderar con más empatía y eficacia. 

¿Qué otra estrategia agregarías? Cuéntame en los comentarios.

 

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Fotografía tomada de Internet.

 

 


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