En ocasiones me han preguntado cómo trabajo armoniosamente mis dos formaciones: el derecho y el coaching. Hoy, quiero ilustrar esta fusión con un tema apasionante: la comunicación en los equipos.
La mensajería instantánea ha revolucionado la comunicación empresarial, siendo esencial para interactuar con clientes, proveedores y colaboradores. Sin embargo, su uso presenta riesgos que deben gestionarse. Aquí revisamos algunos de ellos y ofrecemos recomendaciones.
- Confidencialidad de la Información
Los mensajes pueden contener datos sensibles como información financiera o comercial. Aunque aplicaciones como WhatsApp cifran los mensajes, no garantizan su inviolabilidad. Para mitigar este riesgo, es crucial establecer políticas claras que aseguren la confidencialidad, limitando el tipo de información compartida y quién puede acceder a ella.
- Protección de Datos Personales
La mensajería instantánea puede comprometer la protección de datos personales de los colaboradores, lo que incluye imágenes, audios, videos y datos sensibles como información sobre el estado de salud. Es esencial informar a los colaboradores sobre el uso de sus datos y establecer políticas que garanticen su seguridad y confidencialidad conforme a las leyes locales.
- Gobierno de la Información
La mensajería instantánea puede dificultar el gobierno de la información, al no ofrecer herramientas para su gestión. Es vital establecer políticas que regulen el almacenamiento y gestión de los mensajes, incluyendo su conservación, eliminación y seguridad.
- Impacto en el descanso y privacidad de los colaboradores
El uso inadecuado de la mensajería puede afectar el descanso y privacidad de los colaboradores. Establecer políticas que garanticen el derecho a desconectar es esencial para el bienestar laboral.
- Conflictividad
La informalidad en el uso de la mensajería instantánea puede generar conflictos que afecten gravemente el clima laboral y la productividad. Es crucial establecer directrices sobre el uso de un lenguaje respetuoso y profesional, y prohibir la difusión de información falsa o dañina.
¿Cómo evitar riesgos?
La cotidianidad puede dar lugar a estos riesgos a través de interacciones en grupos, reenvíos de mensajes, listas de difusión, capturas de pantalla y grabaciones. La clave no está en las aplicaciones en sí, sino en contar con políticas claras y alineadas con la seguridad y privacidad en la empresa.
Para recomendaciones específicas adaptadas a tu empresa, estoy disponible para conversar.