Desafíos de la Escuela en Colombia 2022.


Por: Oscar Javier Arciniegas Garzón

Subdirector Nacional del Campo de Psicología Educativa

Colegio Colombiano de Psicólogos

Introducción

Hace pocos días escribí sobre varios desafíos que tenemos los colombianos en este año, y dentro de esos aspectos existe uno fundamental para los niños, niñas, adolescentes y familia, y esa es la escuela.

Una escuela que tuvo que ajustarse abruptamente a unas condiciones nunca antes vista en los últimos tiempos debido a lo que todo ya sabemos y estamos padeciendo estos casi dos años y donde se ha escrito bastante al respecto.

Precisamente en esos escritos de organismos multilaterales, conversatorios, encuentros académicos, columnas de opinión, simposios, congresos, cursos, etc. han mencionado que la educación virtual llegó para quedarse ajustando los proyectos educativos institucionales a la nueva realidad acompañada de metodologías y pedagogías por parte de los docentes.

Así mismo, se escribió de la importancia del componente humano dentro de la escuela donde el factor socio - emocional de estudiantes, docentes y familias es un determinante en los fines de la educación.

De igual forma, se resaltó el papel de la familia en el proceso de aprendizaje, pues fue allí donde la responsabilidad recayó directamente en ellos para soportar la embestida de una circunstancia ocasionada por el Covid.

Lo que está por venir

Todo lo anterior es un pequeño resumen de algunos puntos centrales mencionados durante estos dos años, sin embargo es importante mirar hacia adelante y sobre todo lo que se avecina para la escuela este año en curso.

  1. La discusión seguirá en torno a la aparición de las nuevas variantes del Covid vs avances de la vacunación y principalmente si los establecimientos educativos cuentan con la infraestructura y dotación correspondiente para mitigar los riesgos de contagio. Es una realidad que existen muchos establecimientos educativos rezagados en este aspecto en las zonas urbanas y más aún en la rural, sin mencionar de aquella Colombia profunda que no alcanza a registrarse en los medios de comunicación nacional. Por eso, es fundamental analizar el fenómeno con enfoque territorial, evitando las generalizaciones de un lado o del otro centrándose en la realidad del contexto de cada región e institución educativa.
  1. Es evidente el retraso a nivel académico de los estudiantes y para ello la escuela deberá realizar planes de contingencia direccionados a nivelar algunos aprendizajes básicos y preponderantes de cada grado (revisando el año inmediatamente anterior y el año cuando empezó la pandemia) con una mirada a la particularidad teniendo en cuenta su condición social e histórica, debido a que son dos años de experiencias de vida únicas que han marcado la existencia de los estudiantes y su grupo familiar.
  1. El tema de salud mental de niños niñas y adolescentes será evidente en la escuela, que de acuerdo a la evolución de los casos identificados en estos dos años sin la debida atención profesional se convierte en una bola de nieve junto con aquellos casos que ni siquiera fueron identificados por sus padres o servicio médico. En ese sentido, la escuela necesita estar alerta a esta situación NO para responsabilizarse, si no para adecuar o mejor flexibilizar el currículo y tener en cuenta una condición humana que interfiere en todas las áreas de desarrollo. Además, poner en conocimiento de las familias y el sector competente en la atención oportuna con copia al ente de control correspondiente.
  1. Esta se deriva un poco del anterior punto, sumándole las dificultades de socialización, problemas familiarizares y las propias del ciclo vital que tienen los estudiantes, con los que se pueden desencadenar aumento de conflicto escolar escalando a cualquier tipo de agresión. Lo anterior requiere una preparación de la escuela con un conjunto de estrategias más coordinadas entre los diferentes actores de la comunidad educativa, y para ello la vinculación seriamente de los comités de convivencia escolar desde el inicio de labores en la fase de planeación, por lo tanto se requiere el tiempo respectivo que muchas veces no lo dan en las instituciones educativas y más adelante terminan lamentando las consecuencias como un efecto bumerang.
  1. La conectividad seguirá siendo un tema de polémica, dado que aún muchas instituciones educativas, especialmente de la zona rural, NO cuentan con servicio de internet y eso me hace recordar los $70.000 millones de pesos que aún no han devuelto de la unión temporal de centros poblados, pero principalmente me hace recordar la cantidad de niños, niñas y adolescentes que en la periferia están afrontando una educación con tan sólo un cuaderno y lápiz por culpa de la corrupción. En otras instituciones educativas cuentan con un internet pero de baja calidad, otras tienen internet pero con pocos computadores y otras y más tristes tienen internet pero decenas de Tabletas guardadas y ya desactualizadas. En este aspecto, el liderazgo y gestión de los rectores es primordial para garantizar que los estudiantes cuenten con los elementos tecnológicos en buenas condiciones, actualizados, acceso a los computadores y tabletas para el proceso educativo.
  1. Es bien sabido que el papel de la familia en el proceso educativo de niños, niñas y adolescentes tiene muy buenos resultados, y como se mencionó al iniciar este escrito, la familia jugó un papel importante durante los dos años que llevamos de pandemia. Teniendo en cuenta esa experiencia, la escuela debe mantener esa comunicación bidireccional con las familias o mejor fortalecer y mejorar esa relación sana con la familia, a través de espacios adaptados a las necesidad de ellas, dado que es una realidad que muchísimos padres, madres o cuidadores se encuentran ganándose la vida, como se dice popularmente, después de un golpe a la economía sufrido durante la pandemia y más aún este año cuando los precios de la canasta familiar aumentaron ostensiblemente. Lo anterior hace que las familias centren su atención y esfuerzos al cubrimiento de las necesidades básicas como la alimentación, arriendo o sostenimiento mensual, etc., a pesar del gran amor que sienten por sus hijos que es innegable y a veces cuestionado por la escuela por el simple hecho de no asistir a una reunión. La escuela debe conservar los momentos asincrónicos en la medida en que se pueda con aquellos temas de interés general y momentos sincrónicos en situaciones específicas y particulares; es decir conservar algo de los que aprendimos en esos momentos tan difíciles en el año 2020.
  1. Los docentes aprendieron durante los dos años anteriores a relacionarse con la tecnología de una manera diferente para hacer sus clases divergentes. Eso no se puede perder y la escuela debe promover dentro de la planeación de aula aspectos mediados por la tecnología en la medida de los recursos que cuente la institución educativa. De igual forma, los docentes podrán exigir a los rectores el apoyo respectivo de recursos tecnológicos y material didáctico para sus clases ahora que comienza la implementación de la política pública de recursos educativos en Colombia y es una buena oportunidad de agregarle elementos innovadores a las clases en beneficio de los estudiantes y para su propia vida de desafío laboral.

De nosotros depende

Lo anterior solamente son siete puntos centrales, obviamente pueden ser más, los cuales pueden servir como línea de trabajo para la instituciones educativas, y desde mi perspectiva si se trabajan o mejor se tienen en cuenta desde la planeación en la semana institucional al finalizar el año será una escuela más fortalecida producto de la superación de algunos de los desafíos del año 2022 en nuestro país.

 


TAMBIEN TE PUEDE GUSTAR