Proyecto de Acuerdo presentado por Pedrito Pereira al Concejo para prorrogar la concesión a Iluminemos S. A.

Otro golpe a los intereses de la ciudad


     La ciudad está ad portas de sufrir un nuevo golpe con la prórroga de la concesión del alumbrado público que se cocina en el Concejo de Cartagena. El alcalde Pedrito Pereira presentó a la corporación un proyecto de acuerdo con el que busca se le otorguen facultades para renegociar y ampliar la polémica concesión con la empresa Iluminemos S. A., dueña de este contrato desde hace 20 años y 11 meses.

Este contrato ya tuvo una primera prórroga en diciembre del 2018, que amplió la concesión por un año, tiempo que se le dio al alcalde para contratar un estudio y definir fórmulas para el futuro del alumbrado de la ciudad.

Pero Pedrito Pereira actuó calculadamente para favorecer al concesionario. Se tomó todo el tiempo del mundo para contratar el estudio con Findeter, y esta entidad a su vez tardó medio año en entregar los resultados. Llegó diciembre, y ahora la ciudad está en aprietos, a menos de un mes de un nuevo vencimiento de la concesión. Y el As bajo  la manga de Pedrito Pereira es el proyecto de acuerdo que presentó al concejo para mantener la concesión a Iluminemos S. A. por 9 años más.

Lo que aquí operó fue una descomunal maniobra orquestada por el alcalde Pedrito Pereira para mantenerle el negocio a los dueños de Iluminemos S. A., en particular a los señores José Villalba y William Arabia, principales socios de esta empresa, a quienes se les han llenado los bolsillos en estas dos décadas de concesión.

Así lo denunció el ex concejal David Múnera en la Audiencia del Concejo realizada el pasado 5 de diciembre, al calificar esta actuación del alcalde como "dolosa" y "perversa", con el único fin de favorecer al concesionario, pues a estas alturas, los tiempos ya no permitirían convocar una nueva licitación.

"Todo este resultado fue calculado por el alcalde pedrito Pereira para que los tiempos no dieran para otra opción y colocar a la ciudad entre la espada y la pared para entregarle de nuevo este gran negociado a sus amigotes de iluminemos", dijo David Múnera.  

Pero con la ampliación de esta concesión no sólo se favorece a sus socios, sino a la firma interventora en cabeza del ingeniero William Murra que lleva los mismos 20 años y 11 meses recibiendo el dulce 4% de todo lo que pagamos los cartageneros por alumbrado público.

Esto es lo que explica porqué en todo este tiempo la interventora no ha dicho nada en contra de la concesionaria, pero si ha actuado para favorecerla, como lo hizo en el 2018, cuando junto con Raimundo Pereira, representante legal del concesionario, planteó el descaro de que el Distrito debía pagarle 22 mil millones de pesos al Iluminemos S. A., o ampliar la concesión por 4 años más, por un supuesto desequilibrio económico en el contrato. Un inaceptable chantaje en contra de la ciudad.

En la Audiencia del Concejo se dejó claro que lo que hay detrás de esta concesión y su prórroga es un jugoso negocio con tasas de ganancia y utilidades astronómicas para los dueños de Iluminemos. S. A., todo en perjuicio de la ciudad.

El ex concejal Múnera denunció que en el tiempo que lleva la concesión, Iluminemos S. A., ha gozado de amplias prerrogativas contractuales que le ha permitido mantener una tasa interna de retorno superior al 25%, muy por encima de lo que establece La CREG, y utilidades superiores a los 120 mil millones de pesos durante la concesión. Mientras se golpea a los cartageneros con tarifas de alumbrado público que han aumentado en un 247% durante todo este tiempo, que representa más del 11% de aumento de la tarifa anual.

El contrato de concesión es tan leonino que Iluminemos S. A. no invierte en el mantenimiento y operación del sistema porque todas las inversiones se cancelan con los recursos del Impuesto de Alumbrado Público que pagamos todos los cartageneros.

Este es un tema que preocupa, y seguro la concesionaria debe estar haciendo intenso lobby con los concejales para que le aprueben el acuerdo al alcalde Pedrito Pereira. Los rumores que corren por los pasillos del concejo es que habrá tarros de mermelada, más aún teniendo en cuenta que más de la mitad de los actuales cabildantes no repiten período.

La ciudad debe estar alerta a este nuevo asalto en contra de sus intereses. Pedrito Pereira no puede abusar de su poder y dejar a la ciudad embarcada en este pésimo negocio.

Lo conveniente es que no haya nueva prórroga del contrato y el Distrito a partir del año 2020 asuma de una vez por todas el control directo del sistema de Alumbrado Público de la ciudad.

 

 

 


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