Como una verdadera hecatombe, así podría calificarse la alta mortalidad empresarial que se ve venir en Cartagena a raiz de la parálisis de la economía por causa de la emergencia sanitaria que vive el país.
La Cámara de Comercio de Cartagena advierte que en unos dos meses comenzará la quiebra de empresas por falta de flujo de caja y que cerrarán unas 26. 596 empresas en la ciudad, el 81%, con una afectación en el empleo por la pérdida de unos 261 mil puestos de trabajo, el 60% del empleo formal de la ciudad.
Y no se trata de las grandes empresas, sino de las miles de micro y medianas que son la inmensa mayoría. Recordemos que de las actuales 36. 683 empresas que existen en Cartagena, el 97% son micro y medianas, que son las que generan la mayor empleabilidad en la ciudad.
Estamos ante la ruina de la clase media empresarial de Cartagena, la destrucción del empleo, y una contracción de la economía local sin precedentes.
Es bueno aclarar, no obstante, que los problemas de los empresarios vienen desde antes de la pandemia, y entre sus causas está el modelo económico actual que privilegia el capital extranjero y abandona a su suerte al empresariado nacional. Lo que ha hecho el Covid 19 es recrudecer la crisis de este sector de la economía.
La Camara de Comercio realizó un mapa de las zonas de la ciudad donde se proyecta la mayor mortalidad empresarial. En la Localidad Histórica y del Caribe Norte, cerrarían 13.702 empresas. Unas 2.000 empresas del Centro Histórico cerrarían y más de 1.000 en Bocagrande, Getsemaní y Manga.
En la Localidad Industrial y de la Bahía cerrarán 4.194 empresas y 570 en la Localidad de la Virgen y Turística.
¿Cuál es la salida para esta hecatombe?
La respuesta es el Estado, principalmente el gobierno central que es quien tiene el soporte financiero, los instrumentos y el margen de maniobra para solventar esta crisis. Se necesitan con urgencia medidas de rescate económico para estas empresas, que ayuden a generar liquidez inmediata y suficiente para sortear la crisis.
Se equivoca el gobierno si cree que la via es un mayor endeudamiento con los bancos, pues a muchos de estos empresarios no les cabe una deuda más.
Adhiero a la propuesta de ACOPI de un subsidio a la nomina en lo inmediato por parte del Gobierno Nacional. Pero no sería lo único. Los microempresarios del país estan planteando un bono empresarial para pagar arriendo y servicios públicos de sus empresas, además de la exoneración del pago de parafiscales durante la pandemia, entre otras medidas.
Pero el gobierno del Presidente Iván Duque pondrá sus reparos. Sólo el subsidio del 70% de la nómina representa 8.8 billones de pesos para la nación. Pero el gobierno se las tendrá que arreglar porque para eso es el Estado.
Y plata si hay. El senador Jorge Robledo le propuso al presidente fórmulas de financiación para orientar el gasto público durante la pandemia por más de 40 billones a la que el presidente ha hecho caso omiso, y en el mismo sentido lo ha hecho el exministro de Comercio Juan Humberto Botero.
Son momentos difíciles. Los pequeños y medianos empresarios de cartagena y sus trabajadores deben unirse para hacerle un llamado de urgencia al gobierno nacional. Lo que está en juego es la supervivencia de sus negocios y la comida de miles de cartageneros que dependen del empleo.