Las preguntas de Vicky Dávila


Empiezo diciendo que sí me parece cuestionable que exista una red de prostitución en la policía o en cualquier otro lugar. No porque piense que la prostitución deba ser sancionada entre adultos, conozco muchos amigos colombianos y extranjeros que han estado con una prostituta o un prostituto.

Sí me parece grave -y delictivo- que sea una asociación y que el pago se realice con ascensos o recomendaciones, porque eso desnaturaliza la carrera al interior de la policía, desprofesionaliza una institución que debe ser cuidadosamente profesional y promueve injusticias al someter a un adulto a una extorsión para acceder a un beneficio que le debería corresponder por derecho -o que debería negarsele por falta de méritos profesionales-. En conclusión el desempeño sexual no debería ser motivo ni de ascenso, ni de prebenda, ni de castigo.

También pienso que es justo que Vicky Dávila haya decidido apartarse de la FM, no por publicar el video -que no debió hacerlo- sino por la impericia periodística de no poder comunicar adecuadamente lo que ella creyó constituía una base importante para demostrar que había contactos entre la policía y congresistas con los fines espurios arriba expuestos.

A Vicky le pudo más el entusiasmo de la chiva que el rigor periodístico que consiste en realizar preguntas, indagar sin hacer juicios. Es muy común -y tentador- que los periodistas se crean ejecutores de la justicia cuando en realidad no lo son. Se entiende que la exposición pública, la reacción de las audiencias sean una caricia para el ego del periodista cuando contribuye a desbaratar algún hecho delincuencial. Sin embargo, el periodismo no pertenece a la rama judicial. Es cierto que parece actuar mucho más rápido y con mayor eficacia, pero estos son defectos que la administración de justicia debe corregir.

Para hacer justicia están los organismos de investigación y control y los jueces. Y esto es importante señalarlo porque lo que prueba un periodista no es equivalente en un juicio con todas las garantías procesales. Los elementos probatorios de una causa judicial están sometidos a una serie de procedimientos con el fin de evitar que las pruebas sean manipuladas, descontextulizadas, mal peritadas y sobretodo que se entiendan los intereses detrás de cada elemento en discusión. Ni hablar de los testigos, el análisis de sus testimonios y el derecho a su defensa.

El video era un arma valiosa para seguir investigando, las imágenes le revelaban un vínculo que ninguno de los implicados podía evadir. Allí radica su valor, y en ese punto se hace necesario que el periodista se detenga, sopese y pregunte y repregunte.

Preguntas posibles para el Capitán Anyelo Palacios:

– ¿Cuál era su rango cuando conoció al senador? ¿Ascendió en su rango después del encuentro?
– ¿Por qué decidió grabarlo clandestinamente? ¿Sabía que es un delito grabar clandestinamente?
-Si en el video se lo ve a él preguntando muchas cosas ¿Qué pretendía saber? ¿Cuál es el objetivo de la grabación?
– ¿Por qué dio a conocer el video hasta ahora? ¿Por qué lo guardó tantos años? ¿Por qué circuló por varios medios de comunicación?
– ¿Acusa directamente a Ferro como cliente de la red de prostitución? ¿Ferro le pagó de alguna manera por tener sexo el día que quedó grabado en el video? ¿Se repitieron los encuentros?
– ¿Cómo se benefició después de haber tenido sexo con el entonces Senador? ¿Qué le prometieron? ¿Qué le dieron?

Tambien debimos conocer algunas respuestas del hoy ex viceministro Ferro:

– ¿Dónde conoció a Anyelo?
– ¿Le parece común que un capitán de la policía mantenga este tipo de relaciones con un Senador?
– ¿Ese era el primer encuentro? ¿Se repitió?
– ¿Cómo se conocieron?¿Quien los presentó? ¿tienen amigos en común?
- ¿Por qué negó antes que lo conocía?
- ¿Cómo es su relación con las autoridades de la policía?

Todo esto se podía haber consultado antes de presentar el video a la opinión pública y sin editar, quizás las respuestas habrían llevado a la periodista a otras conclusiones o tal vez si habría ayudado a entender porque este video si demuestra que existe una red de prostitución y los senadores pagan sus prostitutos con prebendas.

Si después de escuchar a ambas partes, la periodista concluye que a Ferro alguien de la policía le presentó al capitán Palacios para tener sexo y ese día del video se concretaba tal situación. El video merecía salir a la luz como prueba de ese vínculo y de esa transacción.

Los delitos sexuales son muy difíciles de probar y visto así el video no aporta más que las ganas de sexo de ambos hombres, pero esas ganas podrían estar mediadas no por un exclusivo interés sexual -legítimo y no delictual- sino por un abuso de poder del senador y una necesidad de aumento/ascenso/obediencia de Palacios, lo cual es tremendamente grave y trasciende la órbita de lo privado.

Vicky Dávila perdió su trabajo y no pudo demostrar nada más que la intimidad de las personas es el primer cuidado que debe tenerse en una investigación periodística. No es un aporte menor -es cierto- pero no será recordada por ello.

Mientras tanto la verdad está por allí esperando a ser revelada. Esperemos que pronto alguien haga las preguntas correctas.


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