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Nuevamente el alcalde electo por los Cartageneros, Manuel Vicente Duque, apodado Manolo, quien adaptó una expresión cotidiana en su lema político, es decir, tomó las raíces significativas del “eso va” y lo convirtió en un “Manolo va”. Ese mismo hombre, que aparentemente viene de las clases sociales que llamaríamos del “pueblo”, subió al poder en Cartagena y desde un inicio se ha destacado por mostrar la potencialidad de su intelecto.
Recordemos un primer video en el que un hombre se le acerca quien sabe a preguntarle qué (muchos opinan que le estaba preguntando por algún puesto prometido aunque sería una falacia afirmar eso aquí, aunque todos lo sepan, puesto que no hay pruebas que justifiquen eso), a lo que “Manolo” le responde: “Papi deja de estar montándomela, ya te hablé, ya te hablé, ya quédate quieto, ¿ya yo te dije? Entonces ya”.
Pero Manolo, desde aquel día comenzó a perfeccionar sus habilidades argumentativas, parece que se dio cuenta de que repetir tanto “ya” no iba a ser efectivo en sus discursos y llegó a un nuevo nivel de comprensión de la ciudad y la población.
A través de su cuenta oficial en Facebook, “Manolo” ha compartido un video relacionado con el día de la Firma del Acuerdo de Paz entre Gobierno y FARC-EP, en el cual comenta lo siguiente:
“La noticia del mundo hoy fue la firma de la Paz en Cartagena de Indias, pero lo más importante, como lo resaltaron tanto el jefe guerrillero de las FARC como el nuevo presidente, Cartagena marcó la historia de Colombia y ahora también marca el futuro que ha sido parte de nuestro discurso. Pero también, más que nada, mucho agradecimiento a los cartageneros que nuevamente entendieron que esta es una ciudad de eventos, que se quedaron hoy en sus barrios, que no llegaron al centro de la ciudad si no tenían que hacer absolutamente nada y que nuevamente mostraron su civismo, Cartagena entiende los grandes eventos, se entendió que hoy era un día de colaborar para que esa imagen de la ciudad se refrescara ante todo el mundo, para que esa imagen de la ciudad saliera como la vitrina internacional de Colombia, y de verdad, para mis cartageneros un abrazo grande.”
Analicemos entonces con cuidado este breve discurso:
En primer lugar, desde que Santos ganó la reelección ha sido él el presidente de la República, por lo tanto no sabría decir a quién se refería Manolo cuando habla de “nuevo presidente”. Hay que reconocerle que Cartagena efectivamente ha jugado un papel histórico, no sólo con el asunto de la independencia, sino al ser ahora sede la firma final del acuerdo, pero afirmar que Cartagena es “una ciudad de eventos” es carecer de una visión social y política de esta ciudad, si Cartagena fuera solamente una ciudad de eventos, ningún cartagenero debería vivir aquí y la alcaldía no sería nada más que la administración de un show constante (aunque en realidad parece que así fuera); entonces la alcaldía no sería ninguna institución política, sino una casa de fiestas. Es injusto considerar que Cartagena sea una ciudad de eventos, porque esta es una ciudad de arte, de inteligencia, de sueños, una ciudad de gente con mucho talento que se pierden por las faltas de oportunidades, talentos que quedan olvidados porque se le presta más atención a los eventos que a los ciudadanos.
“Mucho agradecimiento a los cartageneros […] que se quedaron hoy en sus barrios”. Respecto a esto, le pregunto a Manolo: ¿Qué plan incluyente pensó usted para la comunidad Cartagenera? ¿Ninguno? ¿No se le ocurrió usar la Plaza de la Aduana, la Plaza de San Pedro, o cualquier otro lugar en el Centro para que la gente de los “barrios” pudiera venir a hacer presencia en el evento? ¿O es que los cartageneros son tan indeseables cuando se trata de este tipo de eventos internacionales? ¿Es la administración de Cartagena tan insuficiente como para no armar un plan logístico y de seguridad para integrar a la población?
Casi llegando al final nos encontramos con la siguiente frase: “se entendió que hoy era un día de colaborar para que esa imagen de la ciudad se refrescara ante todo el mundo, para que esa imagen de la ciudad saliera como la vitrina internacional de Colombia”, ante esto quiero preguntarle a Manolo: ¿De qué sirve perfumar la ciudad, arreglarla, ponerla bonita y evitar que los habitantes lleguen al Centro, para que internacionalmente se vea una Cartagena bella, tranquila, colorida, cuando toda la porquería y el hedor nos toca a los ciudadanos? ¿De qué sirve mostrarle a los extranjeros la mejor cara si a nosotros los ciudadanos nos toca la peor parte de la administración distrital, la peor parte de los presupuestos, la peor parte de Cartagena? Somos esa parte que ignoran las elites y la supuesta gente de bien.
Que no se le olvide a usted Manolo que quien lo subió al poder fue el mismo pueblo que hoy ignora y
trata como con asco, que no se le olvide que el salario que se gana ahora es gracias a toda esa gente que no tenía absolutamente nada que hacer en el Centro… ojalá en algún momento lo recuerde bien, sobre todo que recuerde que no será alcalde por siempre.
Para cerrar, Manolo, no nos mande abrazos que de nada sirven, lo que debe mandarnos a los cartageneros es atención y compromiso, usted debe bajarse de la nube de la farándula y entender que está gobernando una ciudad real, con problemas de violencia, drogadicción, prostitución (la cual parece estar en un apogeo como nunca antes, sobre todo en la Plaza de los Coches); entienda que en Cartagena hay niños desnutridos, gente analfabeta, desplazados, barrios con calles sin pavimentar, mujeres maltratadas, altos índices de desempleo y productos y renta cada vez más caros.
Entienda que más allá del turismo y los eventos, aquí en Cartagena vive gente de carne y hueso que sufre todos los días, que se esfuerzan por llevar alimento a sus casas, deje de jugar al alcalde y aprópiese de su labor, abrácese usted mismo y recapacite, primero sobre sus palabras y, en segundo lugar, sobre sus actos. Todavía tiene tiempo de hacer las cosas bien.
No hubo posibilidad de mostrar civismo, lo que hubo fue distanciamiento.