Es el corredor de una clásica casa getsemanicense donde su habitante, guille, combina la sabiduría de los años con su pintura “Naif”, ese rótulo que, después investigando, se lo acuñan los franceses. Poco y nada le importan a guille los títulos, él simplemente hace lo que a bien tiene con su pintura, lanzando sus trazos como niño, desde el corazón, sin más técnica que lo aprendido en el curso de su vida, como “pintor de brocha gorda.” Soldadito y viajero en estancia. “Estoy emocionada” escribo en la agenda, a falta de cómplice. Dice que sí, que haga lo que quiera, se ufana de su ignorancia sobre las artes, mientras mi corazón derretido por su modesta grandeza imagina la ocasión: una varieté del 339 donde sol Monique (Mónica Carvajal) muestre sus desnudos, Mancho (Germán Gómez Polo)haga galas de su buen ojo, Jorge (el león pardo) suelte su respiración, Los Anturios de Apilaresluz, con las ilustraciones del Tuto castillo (sí, el cordobés ese, talentoso hasta el tuétano), las menudencias de Eugenia Mogollón (Shir Camacho) junto a íntimo, tuvieran un espacio filmado por Di, (Diana Kross) un espacio soñado y cumplido para compartirse. Allí, en la GALERIA GATO PARDO, con las pinturas de todos los “Jesus” de nuestra tierrita, entre el centurión de la noche, Catalina la india, los peces, las flores, el Pibe, el cacique de la Junta y esa suma de personajes que engalanan los bastidores de Guille, allí sería. “Mon, lo encontramos,¡faaaa! Te va encantar”. Oflo, el jamaiquino se paseaba el espacio de la casa, todavía no entendía muy bien qué hacía ahí. “lo estoy dejando vivir conmigo, pinta camisetas” Suelta su turbante y se dejan caer sus despampanantes dreads (trenzas del rastafari) prolijas casi tan largas como él, tan largas como bellas. “Solo las suelto en naturaleza, jamás en la ciudad” dice en un español decente que deja entrever su procedencia. Negro gigante, mientras vuelve a acuartelar sus trencitas, en la habitación-taller que da frente al jardín de Guille, en los interiores de su casa.
Bastaban un par de días para que el dos mil catorce se fuera sin la oportunidad de un espacio para la varieté, al del 339. Como siempre que se trata de los azares del destino, que a veces te llevan al límite probando tu capacidad de improvisación y aguante, nos aventamos a caminar las calles de Cartagena en busca del espacio ideal que nos diera la libertad de llevar a cabo el evento con el espíritu intacto en su razón de ser, sin el menoscabo típico infringido por las instituciones. Para nuestra sorpresa, esta vez, esas “vilipendiadas” resultaron interesadas en la propuesta, pero existen siempre otros compromisos hechos con antelación que se lo impidieron. Gracias a la querida secretaria y el profe Moisés Álvarez de los museos en Cartagena por su buena disposición, por soportar la insistencia y abrir, para posteriores ideas, espacios tan sentidos como son las emblemáticas edificaciones de nuestro adorado corralito de piedra. Gracias a Simón Isaza Arboleda por la cuña en su presentación habitual en Ciudad Móvil, al centro cultural también gracias por siempre estar ahí, para cualquier propuesta, siempre creyendo en el talento que cocinan naturales y foráneos, para ellos, Cris y Dina, siempre nuestro respeto y apoyo, en cualquier distancia Ya tendremos ocasión.
La magia del caminar nos puso sobre la calle del guerrero donde sin mucho aspaviento siempre en su puerta está el maestro Guillermo Manuel Vega Vergara, “el guille Vega” veterano corozaleño, cartagenero de corazón, más getsemanicense que Pedro Romero, en la tranquilidad de su actividad doméstica, con su Gato Pardo, la galería de arte naif.
Mucho por hacer. ¡Los Anturios están casi listos!. “Vayan a imprimir, habemus lugar” Llamadas a la aerolínea, llega que no llegan, ¡que llegaron los menudencias!. A Eugenia y Jonathan me los imagino azotando el taller, entre sus compromisos, corriendo para estar, sin estarlo, a tiempo, con menudencias. Estreno, mientras tanto, el empastador de ceibo rojo que me han traído mis papás para finiquitar los libros que me corresponden. Entre compromisos del corazón, corriendo por las callecitas con sus balcones floridos, y el hedor inconfundible a orines de Cartagena, parecido a Cusco o Cuzco, vamos con Sol, esperando el resultado del trabajo gráfico con el que su hermana se fajó, con lujo de detalles. ¡el flyer está listo! Falta la música, confírmala ¡Tania, estás quedá! Calma, enana, “Vísteme despacio que llevo prisa”, me dice Napo, el hijo de mi hermana, Napoleón Bonaparte. Iza Casa confirma; “solitos, la trompeta y su León, para todos, esa noche”. Son las 12 y media de la madrugada y cambio las clásicas noches de andariega en el centro, por pegar Intimo, pensando en la vida. Se viene cómo ráfaga el título de Kundera, menos sonado pero tan fuerte como “la Insoportable”. Hago cuenta de todos los personajes que quisiera abrazar esa noche y que están lejos. El quebranto se posterga, ¡quién sabe hasta cuándo!.
Domingo, 4 de enero del año inaugurado. Luna llena para la noche. En la escena, mientras descargamos el montaje está, festivo, Gustavo. Sí, Gustavo Tatis Guerra, admirador y amigo de Guille, el maestro. Dice que se lleva dos libros, me pregunta por Eugenia, le cuento en qué anda, me pide la selección; quiere leerla y compartir algo de lo que se hará en la noche…la dudo, “prefiero preguntar” Postergo la entrega de los Anturios. Gustavo, si estás leyendo, esta semana están en tu escritorio en el universal, al fin y al cabo nunca es tarde ¿cierto? Fuerte el abrazo, maestro.
El montaje está listo, todo en su lugar, faltan las luces, Oflo termina un par de camisetas más y se une al espacio. Se abren las puertas: La varieté del 339, el número del edificio sobre la calle Esmeralda con Corrientes, en la Buenos Aires Argentina, donde fuimos a dar todos, de diferentes maneras, hasta el león. Era allí un espacio donde convergían nuestras creaciones y empatía por lo que hacíamos; una realidad. La gente se pasea entre el bastidor que luce las fotografías de mancho, las paredes con los desnudos y otras afrentas a la sociedad castrante; suena la radio en frecuencia fm con vallenatos, salsas y champetas de la emisora; no sabemos cuál, es la que gusta escuchar Guille en su cotidianidad. Toda una revolución. Al fondo, una hermosa y alta damita, está al costado de la mesa de las letras entre máquina de escribir, plancha de carbón, radio de los ´20, a su orden, contándoles en qué consiste Anturio de Bolsillo, animando a que se lo lleven a casa. Gracias a ella, por estar siempre ahí. La gente sigue paseándose, lee el libro, algunos lo llevan, otros se instalan cerca de la mesa para leerlo. También cuenta. En los créditos, “Tuto Castillo, ilustraciones en Menudencias” Y la música. Que ahí se viene, ya llegaron. En la penúltima sala de la galería-casa del maestro, bajo un alto medio arco típico de las casas en nuestra ciudad, comienza afinando el león; en la penumbra de las lucecitas pálidas que nos hemos traído de casa, desbaratando “la navidad” Basta que suene para que brille, y así pasó. La trompeta y su más querido amante, el León Pardo, artista y amigo, suena en las paredes, llega hasta la puerta, todos se agolpan, hay sonrisas, lágrimas. El maestro, guille, se quebranta. La gente queda estupefacta. Nos sonreímos en solitario Sol y todos “los que colaboraron con esta melodía” No sabemos por qué, pero fue hermoso. Entre los amigos, la familia, los conocidos y nuevos conocidos; conversaciones van y vienen, la gente se contagia, ¡hora de abrir más espacios para compartir lo creado! Estamos exhaustos pero la función sigue, Dí sigue grabando, hay entrevistas, periodismo independiente se hace presente. Exhaustos pero satisfechos. Fotos, brindis “a pico” con espumoso: ¡Franchute pero espumoso! ¿Alguien de la varieté está tomando fotos? Parecía que no había lugar a esas pequeñeces ¡el momento exigía un completo aquí y ahora! (sin embargo estamos recopilando fotografías, escríbenos o compártelas, como recuerdo)
Luego de más paseos se cierran las puertas. Quedamos, como al comienzo, los mismos. Guille también está cansado. Como un relámpago fue la varieté y allí estuvieron. Gracias, todas, por apostarle a la improvisación bien demarcada. Los Anturios siguen su itinerario, ahora sobre el pacífico ecuatoriano, Sol monique y Buenos Aires cycle chic también contarán lo sucedido, Kbeza rodante, dí y el universal terminarán pronto su trabajo para compartir, desde otra óptica, lo que fue la noche. mientras tanto no paramos de dar gracias ¡Gracias y ahí nos vemos, Cartagena de los mil colores!
Entra acá para saber más sobre el evento llevado a cabo:
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https://solmoniquesblog.wordpress.com/2015/01/16/variete-339-lanzamiento-y-exposicion/