El indomable poder de un pincel en las manos de un hombre cuyos límites sobrepasan el discurso del artista colombiano puede apreciarse en la obra de Roko de Ávila, pintor y escultor cartagenero que mueve y conmueve las fibras de los escenarios europeos con su manejo impecable del color.
Roko, licenciado en diseño gráfico, reinventa la paleta de colores caribeña, reivindicando su estridencia natural más allá de la mecedora y el sopor. Algunas de sus piezas evocan los pescaditos que, con tanta dedicación, trabajaba el Coronel Aureliano Buendía; su propuesta estética transforma el costumbrismo a su antojo proponiendo nuevos horizontes para el arte cartagenero en el mundo.
Desde hace diez años Roko De Avila reside en Europa donde viene cultivando una carrera artística de triunfos y halagos a la interpretación de un Caribe fresco y renovado donde prima la vanguardia de la pintura y la inspiración de nuestros ancestros: la mujer deviene en diferentes estados de la materia y en otros animales para resignificar la esencia de lo colombiano y lo costero; colores cadenciosos, trazos delicados e innovación en el uso de materiales lo posicionan como verdadero talento colombiano. Actualmente está de visita en Cartagena de Indias pintando encargos privados, disfrutando de los paisajes y visitando a su familia. Es un hombre muy bien presentado, de suficientes palabras, en cuyo mensaje se siente el desparpajo natural del ser caribe aunado a una sobriedad propia del pincel y la instrospección del creativo.
Sus exposiciones han eclipsado escenarios reconocidos por la más exigente escena artística de España e Italia. Parte de su obra ha sido expuesta en el Museo Conde Duque Madrid 2016 y 2017, el tercero mas importante de esta ciudad; también ha expuesto en la Bienal de arte de Belvedere, Cacerta Italia 2017; en la Galería Espacio Ascimetrie Brescia Italia 2017, y en el reconocido chezz Gerdi (Formentera - Ibiza) 2018. Además, ha expuesto durante 3 temporadas en Ramses Life en la ciudad de Madrid, entre otros.
'ULTRAPOP' es la más reciente de sus series: en ella prima el sincretismo, algo de minimalismo y una suerte de reinterpretación del surrealismo; sus pinturas saben a orilla de mar, a festín, a frescura y buen gusto en un manejo prolijo de la técnica. Es seguro que este año que inicia será también el comienzo de la gira de Roko por la escena artística caribeña y colombiana, mientras tanto seguirá pintando desde su estudio de la calle Pez en el tradicional barrio de Malasaña en Madrid, donde pueden visitarlo y dejarse conquistar por su manejo impecable del color.
