Quedo con la sensación que pudimos lograrlo, todo estaba dado para ganar ante Argentina y sumar otra copa a las vitrinas de nuestra selección, pero al final el resultado fue adverso y en tiempo extra los albicelestes vencieron a la tricolor logrando el bicampeonato.
Quiero iniciar esta entrada citando un trino del periodista, Steven Arce @stevenarce; “De pie. Da mucha bronca, pero este es el camino, llegando a finales estas más cerca de ganarlas” una reflexión con la cual me identifico plenamente, este es el camino con esa convicción y esa gallardía para enfrentar los encuentros con todo el potencial y el profesionalismo, quizás para muchos, se dirán frases como; “siempre lo mismo” o “otra vez eliminados”, pero este contexto es de analizar más a fondo y mirar con lupa la sensación y el convencimiento que esta selección dejó en el planeta fútbol, todos los medios y conocedores coinciden asertivamente en que lo demostrado por la selección Colombia en esta edición de la copa América es para construir un camino de logros y de títulos, la tarea de Lorenzo será potencializar las fortalezas de estos jugadores , que sigan alimentando esa sed de lograr grandes cosas para nuestro país.
Acerca de la final
Mi concepto lo materializo en creer que pudimos haber ganado el juego en tiempo regular, desde el vamos la selección demostró que había con que, las constantes arremetidas contra el arco de Argentina junto a la presión alta que impuso el equipo, estrategia que venía siendo eficaz ante los rivales y esta vez no fue la excepción, aun así se mantuvo la tenencia de la pelota en terreno propio y en campo rival, aunque los rivales mostraban momentos de peligro y avances certeros, no presentaban peligro al arco de Camilo Vargas, la primera línea de volantes fue super eficiente, la pareja Lerma Ríos fue más productiva que de costumbre y aportaron el doble al ataque, pese a la constante marca a Diaz y James los avances en vertical de la selección fueron prometedores siempre llegando al arco contrario.
Un paradigma claro de entender se fundamenta en la sensación de pensar que, en tiempo extra o definición desde el punto penal, podría ser nocivo para la selección, teniendo en cuenta el buen momento del “Dibu” y la potencia física que podía mostrar una selección como argentina que tuvo un camino menos tortuoso que Colombia, aquí entraría a jugar la visión técnica para saber que mover la nómina en los 45 finales en busca del juego pudo ser un arma que no explotamos, pero apostar a los 15 finales de un alargue cuando físicamente tus defensas estaban rotos, quizás no era lo más adecuado, el panorama contrario si fue claro; Scaloni realiza tres cambios claves; en rueda de prensa el estratega argentino, apuesta por fortalecer el ataque cuando vio que físicamente su equipo podía y pidió volumen de ataque con Lautaro sumado a la presión en medio campo que ya Lorenzo había perdido con las sustituciones donde ingresa; Quintero, Castaño y Carrascal, un equipo de corte ofensivo perro desequilibrado en marca, al final ya sabemos que pasó, una perdida en el medio ocasiono que una le quedara a un goleador que venía siendo la carta salvadora y lo ratificó en esta final para infortunio nuestro.
Considero que el profe pudo ganar ese juego en tiempo normal atacando fuerte cuando teníamos la pelota y las condiciones eran puestas por nosotros en el terreno de juego, aun así, no podemos desmeritar la copa que jugaron estos muchachos, la vuelta de un James que nunca se había ido, solo lo tenían relegado y este cuerpo técnico armo una columna con el 10 como base y los resultados fueron notorios, las finales hay que ratificarlas con títulos y hay que ir por ellos, ser conformistas hasta un límite, exigirnos más debe ser la bandera de esta selección, por que vimos que si podemos y hay con que, solo es potencializar esta nomina con minutos crecimiento futbolístico y llegaran esos logros.
Rescatar de esta selección
Mucho que rescatar, sobre todo; la convicción para creer en el potencial de cada uno de los jugadores que no negaban gota de sudor en el campo.
Rescatar que volvimos a ver al “10” nuestro mejor jugador en números, logros y estadísticas, estimados lectores; “James” está de vuelta.
Rescatar que se puede jugar en conjunto con velocidad y ser certeros y eficaces al momento de definir.
Rescatar que podíamos mejorar en el juego aéreo y se logró anotando goles por esta vía, cuando nos costaba demasiado.
Rescatar que pudimos recuperar el balón en tres o cuatro toques, logrando efectividad en marca cuando antes éramos un desajuste posicional.
Rescatar jugadores que son realidades y recobraron la credibilidad del hincha; Richard Ríos, Daniel Muñoz, Mojica y Davinson Sánchez.
Rescatar que el hincha volvió a creer volvió a ilusionarse, volvimos a ver las camisetas de la selección en cada esquina, volvimos a ver a las familias unidas en pro de la tricolor, la alegría y el optimismo se apoderaron de aquellos que un día dejaron de creer.
Rescatar que vimos a nuestros hijos ser felices gritando un gol o empezar a identificarse con James como alguna vez nos identificamos con Valderrama, Rincón o Asprilla.
Me quedo con lo bueno y lo que sé que podemos lograr, pero ya debemos empezar a sumar títulos y con esta ambición sumada a la sed de triunfo sé que lo vamos a logar.
Lo que se viene a nivel de selección
La selección Colombia entrará en receso, donde los jugadores volverán a sus clubes, hasta septiembre; fechas aún por confirmar, los tendremos en la eliminatoria al mundial 2026.
El calendario está programado así:
Septiembre 2024
Perú vs Colombia (visitante)
Colombia vs Argentina (local)
Octubre 2024
Bolivia vs Colombia (visitante)
Colombia vs Chile (local)
Noviembre 2024
Uruguay vs Colombia (visitante)
Colombia vs Ecuador (local)
Paradójicamente Colombia enfrentará nuevamente a la Argentina en menos de dos meses, en calidad de local.
¿Y tú qué piensas de esta selección, podemos aspirar a lograr cosas grandes?.