Cartagena, Ciudad de Derechos ¿y deberes?


El Plan Distrital de Desarrollo 2024-2027 “Cartagena Ciudad de Derechos” se encuentra en proceso de aprobación por parte del Concejo Distrital, para lo cual se han programado ocho audiencias públicas, con las que se busca saber qué piensa la ciudadanía acerca de la propuesta del Gobierno Distrital para este cuatrienio. 

En el Lab3C nos dimos a la tarea de revisar detalladamente el documento presentado. Lo primero que resaltamos en él es la apuesta por el fortalecimiento de la infraestructura y la organización urbana que ya ha comenzado. Esto es importante y necesario, debido al poco o casi nulo equipamiento vial, verde, de recreación y al estado de deterioro de las ya existentes; además de la directriz de carácter nacional de ordenar el territorio en torno al agua y el cuidado ambiental. Desde el punto de vista administrativo, es pertinente y necesaria la modernización distrital por intermedio de instrumentos de planeación y gestión cercanos a la ciudadanía.

Además de esta apuesta por la transformación de la infraestructura urbana, el Plan tiene un fuerte componente de formación ciudadana. Esto es imprescindible, toda vez que una ciudad no es sólo un complejo de edificios, equipamiento básico y obras públicas, sino también un lugar donde convergen seres sintientes, humanos y no humanos, lo cual posibilita establecer una relación de equilibrio ambientalmente sostenible entre las necesidades de los seres humanos, de los animales y los ecosistemas.

Dentro de la propuesta de formación ciudadana, entendida como aquella que busca brindar a las personas capacidades, habilidades, conocimientos y valores que les permitan a los ciudadanos desenvolverse de manera funcional en la sociedad, el Plan contempla variados procesos que incluyen la educación o formación a ciudadanos en diversos aspectos.

En algunos de sus programas se encuentran, entre otras, la formación en transparencia, cultura tributaria, organización comunal, control urbano, ambiental y políticas públicas. Sin embargo, este no ha sido el primer Plan de Desarrollo en el que se han implementado estrategias formativas, por lo que nos preguntamos: ¿Qué ha pasado con los ciudadanos que a lo largo de los años han sido capacitados por los gobiernos distritales y, sobre todo, con aquellos que han sido formados para formar? En el mismo sentido, ¿han logrado estas capacitaciones alguna transformación en sus vidas y en la vida de los que han capacitado?

Comenzamos a vislumbrar la respuesta en la falta de una metodología definida para esa formación, además de la desarticulación de las diferentes entidades de la Administración Distrital en los objetivos misionales de dichos procesos formativos. En consecuencia, hasta el momento se ha producido y reproducido un discurso vacío en materia de formación humana que no se ha articulado con programas sostenidos en el tiempo y de largo alcance que, de hecho, deberían proyectarse desde los niveles más elementales del sistema educativo.

En ese contexto, entonces, realizamos un llamado a la Administración para que las estrategias que se contemplen y apliquen no solo vayan encaminadas a construir ciudad, sino también a construir ciudadanía. Esta iniciativa debe partir del reforzamiento en valores éticos y cívicos que fomenten la construcción de capital social y que vienen contemplados en el Decreto 1741 de 2023 —Plan Decenal de Cultura Ciudadana—, que permitan fortalecer la solidaridad, la honestidad, la empatía, el diálogo la escucha activa y el respeto por los demás, es decir, que los ciudadanos conozcan sus derechos, pero que también sean conscientes y cumplan con su contraparte: los deberes, y en especial, su corresponsabilidad en la construcción de su ciudad.

 

Neiver González Garizao

Aliado Académico del LAB3C


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