Hoy 1 de Mayo de 2018 por disciplina y conciencia de clase nos volcamos a la calle miles de trabajadores-as que organizados en sindicatos y/o movimientos sociales, hacemos escuchar nuestra voz de protesta ante la necesidad de reivindicar derechos laborales para hombres y mujeres en igualdad de condiciones.
Esta fecha es una excelente oportunidad unitaria para expresar a viva voz lo que pensamos y sentimos acerca de la política laboral del gobierno de turno para que haya reformas justas, coherentes con la normatividad en cuanto a protección y promoción de derechos laborales se refiere.
Un 1 de Mayo de 1886, un grupo de huelguistas en Chicago-U.S.A, paralizaron muchas fábricas en varias ciudades estadounidenses, quienes protestaban por una mejora sustancial de 16 horas a 8 horas laborales. Este grupo de sindicalistas fueron llamados "Mártires de Chicago" por cuanto sufrieron en carne propia el rigor de la represión estatal.
De ese tiempo hasta hoy las conquistas laborales de los trabajadores-as tanto del sector público como privado siempre han tenido la connotación de lucha en la calle, paros, pliego de peticiones, huelgas y en no pocos casos desaparición y muerte de líderes y activistas sindicales.
Este año, como no se veía desde hacía muchos años, un número igual o superior a 9 mil trabajadores estuvimos presentes en ese compromiso histórico, y además nuestras voces vitoreaban la esperanza por una Colombia Humana que pueda poner fin a los atropellos e injusticias cometidas por el sistema contra quienes somos la fuerza laboral de este país.
Todas esas voces, llevando consigo los símbolos de la Colombia Humana y al son de los pregones y canticos propios de la clase trabajadora, expresamos que nuestra esperanza está puesta en que a partir del segundo semestre de este año transitaremos hacia una política de Estado laboral justa e incluyente. La prosperidad no será una utopía.
En la propuesta de Colombia Humana para el campo económico laboral queda expreso que se hace urgente y prioritario generar condiciones para que el trabajo en Colombia sea decente con estabilidad laboral y salarios justos que redunden en calidad de vida en el ‘área urbana y rural.
Es hora de superar por medio de la política tanta informalidad y dificultad para acceder a la cualificación laboral, y con ello superar la dependencia de los famosos subsidios que solo perpetúan el sino de la pobreza.
Los emprendimientos que surgen desde iniciativas individuales y colectivas serian estimuladas y fortalecidas como parte de la democratización del trabajo en la pequeña y mediana empresa.
Decimos Si a la economía popular donde haya banca pública con crédito para hombres y mujeres que en general no acceden al sistema financiero privado y caen fácilmente en manos de la usura.
El primer empleo estaría como prioridad de la política laboral, donde haya pasantías mientras se está en la etapa de formación.
Industrializar sectores estratégicos de la economía como la agricultura para generar riqueza y cero migraciones del campesinado hacia la ciudad.
Creemos que el trabajo digno y bien remunerado siempre será generador de riqueza y libertad, es decir, el mejor antídoto contra la corrupción y la violencia.
Hoy esa oportunidad existe y es posible, depende de nosotros volverla una realidad.
Este 1 de Mayo los trabajadores-as dijimos SI a la Colombia Humana.
