Así titula El Universal una noticia que muestra la grave situación por la que pasan niños que viven en condición de calle muy cerca del centro histórico y haciendo vecindad con la estación de Policía Chambacu.
Al leer la noticia no deja una de sentirse conmovida porque es fácil imaginarse lo que deben estar pasando y el anhelo que debe haber en sus rostros por encontrar un camino seguro y confiable que los saque de ese laberinto.
Me pregunto, quien los olvidó? Y seguramente Ud. que me lee se responde inmediatamente: Su familia. Quizás no tienen o no tuvieron una familia solida emocionalmente para soportar ciertos embates de la vida que suelen desestabilizar los cimientos de un hogar y por tanto los primeros en ser impactados de manera contundente son los chicos. Familias donde es posible que las necesidades básicas fundamentales no se tienen o tuvieron por tanto la calle pasó a ser una oportunidad para buscar lo que en casa no hay. Todas las carencias y en especial, las de afecto son el mejor cultivo para futuros inciertos. Recordemos que no todas las personas tienen en la estructura de personalidad capacidad para ser resilientes y lo que es más grave aún en el caso de chicos como los que referencia EL Universal, muchas de sus mamitas tampoco tienen o tenían mucho que ofrecer porque a ellas tampoco les dieron.
Como maestra me encuentro a menudo con madres de familia asustadas o paralizadas frente a la crianza de uno o varios hijos sin tener pareja y a veces desesperanzadas ante el hecho de tener que trabajar y criar en este tiempo. Se les vuelve una tarea titánica y terminan muchas de ellas soltando todo y dejando ese chico o chica en manos de la abuela. Ahí empieza el problema porque las abuelas que conocemos en la escuela no tienen ni la edad, ni energía para criar. Ellas también vivieron su propio cuento en esta tarea y se les nota agobiadas frente a semejante reto. Muchos de nuestros estudiantes son maltratados o viven en estado de abandono psicológico porque solo tienen cuidadoras más no mamá. Eso dice mucho.
Quienes más olvidaron a estos chicos? El Estado que omite cumplir su misión de ser garante y protector de los derechos de niños, niñas y adolescentes. El artículo 44 de la CN y toda la legislación para positivizar los derechos de ellos es letra muerta porque de fondo nuestros chicos todavía no han alcanzado la categoría de Sujetos de Derecho y eso nos coloca en la historia del Siglo XXI como una sociedad y Estado fallido. Vergonzosa condición para un país que tiene una Constitución alineada con todo el sistema mundial de Derechos.
Quienes quedan en la responsabilidad por lo que pasa con chicos como los referenciados? La sociedad, o sea todos nosotros, que tenemos serias limitaciones para cumplir cabalmente nuestra misión social porque también nos asfixian y acosan estos gobiernos en extremo capitalistas salvajes, los cuales vulneran o quitan nuestros derechos claves para garantizar proyectos de vida exitosos, y de ello lo que nos queda es un círculo vicioso donde desplazamos lo prioritario para atender lo urgente. Los primeros paga patos son los niños, niñas y adolescentes.
Al final cada quien está en su propia pelea para subsistir en medio de este caos social que nos circunda ,pero los niños y niñas son los que sufren por lo que hacemos mal o dejamos de hacer los adultos garantes y protectores de derechos.
Tengo la esperanza puesta en que si la voluntad política se sobrepone a todas las circunstancias adversas, entonces la Política Publica de este cuatrienio se formulara y desarrollará para la protección, defensa y positivización de derechos de los niños y niñas siendo el centro de las decisiones y acciones gubernamentales, a partir de un Plan de Desarrollo transversalizado con una pregunta fundamental: Y como es con los niños y niñas de Cartagena en materia de Educación, Salud, Recreación, Alimentación, Cultura, Seguridad Ciudadana, Acceso a Tecnología, Turismo?
Dejo una pregunta provocadora: Quienes son los olvidados en la escuela?
Hasta la próxima...