Cuando ya no sea posible hacer nada, sino sufrir y pagar las consecuencias.
Ese pareciera ser el sino de una ciudad como Cartagena que tiene el honor de ser Patrimonio Histórico de la Humanidad, pero que en lo que se refiere a su futuro en el ámbito ambiental pareciera caminar certeramente hacia el despeñadero.
Viendo el vídeo realizado por EL TIEMPO https://youtu.be/I8m14WUuAbQ: y viviendo a diario la condición deplorable de la ciudad en cuanto a saneamiento básico ambiental, drenaje de aguas pluviales y servidas , manejo de basuras, control del ruido, arborización, construcción de parques, conservación y protección de playas ,entre otras más, queda claro que la ciudad se rezaga cada vez mas sin que se vea no solo preocupación sino ocupación eficaz y de largo aliento por parte de las entidades gubernamentales con respecto a cuidar y proteger la niña bonita del país.
Da pena ver como la ciudad colapsa cada vez que cae un aguacero, muchos de los cuales no pasan de una hora de duración, es en ese momento en que podemos tomar conciencia de que no hay un servicio de alcantarillado diseñado y funcionando acorde con las necesidades del boom urbanístico que hoy tenemos por cuenta de la chorrera de conjuntos residenciales construidos a diestra y siniestra en este terruño, la remodelación y ampliación de viviendas en barrios de clase media baja, los clubes de vivienda en zonas de playa; todo esto sin que junto con ello haya remplazo o ampliación de redes de alcantarillado, el resultado es que cuando cae agua lluvia, toda la porquería tiende a rebosarse generando olores nauseabundo y la circulación de aguas servidas de manera casi permanente en los alrededores de esas edificaciones. Eso habla de imprevisión? o improvisación? o ambición desmedida para poder usufructuar del uso del suelo y vender el metro cuadrado de tierra más caro del país, me atrevería a decir.
Donde está la autoridad que regula, vigila y controla el crecimiento desmedido de nuestra ciudad a precios exorbitantes en zonas que de lejos se sabe son riesgosas cuando llueven porque muchas de ellas están circundadas por caños no canalizados según la proyección de crecimiento urbanístico de toda ciudad que progresa.
Es evidente que los problemas de drenaje pluvial en la ciudad no respetan estrato social y me atrevo a decir que en los barrios de estratos altos se sufre tanto o más que en la periferia, igual se ve en Manga, Pie de la Popa, Bocagrande, Castillogrande, Centro Histórico como el que tiene o no tiene automóvil vive momentos aciagos tratando de evitar daños a su propiedad o de llegar presentable a su trabajo. Esas escenas no son coherentes con el lujo y el boato que identifica muchas de las construcciones de estos barrios y ni que decir de quien tiene su rancho construido o adquirido con más que un poco de esfuerzo y ve de un momento a otro perder sus chócoros nadando en el agua, quedando a merced de las limitadas ayudas estatales o la solidaridad familiar y de vecinos.
Con ese panorama como se puede hablar de calidad de vida en Cartagena? Como es posible pensar que en 10 o más años seremos una ciudad apetecible para invertir y vivir en ella de manera placentera, si se cierne sobre la misma una espada de Damocles que apunta hacia una situación caótica y riesgosa en lo que a condiciones de vida sana se refiere.
Una ciudad que como Cartagena se muestra y se vende como el mejor destino turístico del país no puede seguir de espalda a su realidad medio ambiental: Estamos colapsando y para mañana es tarde emprender acciones tales como el Plan Maestro de drenaje pluvial, protección y mantenimiento de la zona costera que bordea la avenida Santander, Canalización y limpieza periódica de caños barriales asociada a educación y cultura medio ambiental, restricción a la construcción de multifamiliares en zonas asociadas con terrenos bordeados por caños y arroyos, arborización refrescante ,ampliación de la red de alcantarillado y aguas servidas, sanciones de ley para comunidades que usen predios desocupados como basureros satélites y premiación para aquellas que recuperen los mismos con plan de sostenibilidad permanente.
Sé que con voluntad política, una buena estrategia de sensibilización sostenible y persuasiva, donde la aplicación de la norma , el amor y respeto por lo que significa esta ciudad para la historia del país, es posible generar acciones sociales, culturales que le pongan un tatequieto a esa espada que anuncia caería en el 2040 sobre la misma, dejando solo la huella de lo que pudo ser y nunca fue.
Si no es ahora, entonces cuándo? Cuando Ministerio, Alcalde, Concejales, ediles, comunales, organizaciones de la sociedad civil?
Cuando, tu que andas a pie o en tu carro? Cuando vas a empezar a poner tu granito para hacer de esta ciudad un solaz espacio para gozársela en todo tiempo y lugar?
Todos sabemos lo que nos corresponde hacer en el día a día.