Alena, en el proceso creativo de su obra.

El arco creativo de Alena Ahrens


Por esos agradables azares del destino tuve la oportunidad de sumergirme en el cautivador mundo de la última serie de Alena Ahrens, "Arco infinito", expuesta en la ciudad de Lisboa. La muestra fue una notable combinación de arte visual y reflexión filosófica, inspirada en las ideas transformadoras de los educadores y filósofos brasileños Augusto Boal y Paulo Freire, de donde la artista estadounidense se nutre para proponer una exploración dinámica de la identidad, el conflicto y los ciclos infinitos de cambio.

Lo primero que llamó mi atención fue sentir la vida de las obras, y esto no es algo metafórico, pues las piezas que componen “Arco infinito” son capas sobrepuestas de materiales: tejidos y papeles que parecen deshacerse o recomponerse dependiendo del ángulo en el que se miren.  Y esto se explica porque la práctica artística de Alena Ahrens es un compromiso con el proceso dialéctico, donde la interacción de la identidad, las ideas y las emociones están en un estado constante de cambio. No es un dato más decir que los materiales junto al entorno y la disposición de las obras confluyen para llevarnos a un cierto estado donde parece que estas reposan y se aceleran (casi como la vida misma) como sucedía en la galería donde el aire que entraba por el recinto permitía que viéramos la constante transformación que se refleja en ensamblajes y grabados abstractos y líricos.  Y es que como lo comenta la artista: “Mi arte encuentra su fundamento en la creencia de que el choque de fuerzas opuestas puede dar lugar a nuevas formas de comprensión y autoexpresión”. De ahí que, en lugar de ver el conflicto, la oposición o incluso la destrucción como obstáculos para la verdad o la comprensión, ella los considera catalizadores esenciales para el crecimiento y la reinvención.

Estas propuestas no las ha tomado Alena del suelo, y es que entre sus diferentes influencias destacan las de Boal y Freire, pensadores que exploraron el poder transformador del diálogo, el conflicto y las artes en el proceso de liberación y autodescubrimiento. Aun, si no supiéramos esto, el simple hecho de contemplar la muestra de “Arco infinito” nos puede hacer preguntarnos el porqué de materiales rasgados y remendados, el porqué de un trabajo artístico que nos parece vulnerable y reconstruido.  

Alena en medio de su proceso creativo. Foto: Archivo Alena Ahrens.

Paulo Freire y el constante proceso de destruir y reconstruir 

“A Paulo Freire lo conocí en el departamento de Performance de la Universidad de Washington, y desde entonces abrazó sus ideas para su quehacer artístico”, confiesa Ahrens.  

Sobre Paulo Freire podemos decir que, en su obra Pedagogía del oprimido, defendió una educación que empodere a los individuos a cuestionar y transformar su realidad, donde destaca el concepto de *conscientização* —el proceso de desarrollar una conciencia crítica de la realidad social a través de la reflexión y la acción— y también podemos decir que este concepto se relaciona con el enfoque de Ahrens en la creación artística, reflejado al utilizar materiales que llevan las marcas de su historia, como papel washi translúcido, telas deshilachadas o collages incrustados, dando así rienda a la importancia que Freire daba a reconocer e incorporar las experiencias vividas de los individuos en el proceso de aprendizaje y creación. 

Por otra parte, Ahrens promueve un proceso de reflexión y transformación similar al que Freire apoyó para la liberación personal, invitando a que seamos participantes activos de sus creaciones, al igual que el pensador, que invitaba a los oprimidos a su propia liberación. Ahora, los daños en los materiales que Alena usa no son puras arbitrariedades estéticas; simbolizan el proceso de reflexión crítica y reconstrucción que el pedagogo pernambucano propugnó, pues expresan construcción y deconstrucción. Al abrazar las imperfecciones de los materiales, crea piezas significativas que invitan a la reflexión y al descubrimiento de narrativas ocultas.

Augusto Boal y la participación activa

Ahrens estudió arte performático en MoMA PS1 bajo la tutela de Marina Abramovic, y en este medio conoció a Augusto Boal, y se identificó con su enfoque de teatro como un espacio de participación activa, donde los límites entre actores y audiencia se desdibujan, y esto se evidencia en el enfoque coreográfico de la norteamericana en sus ensamblajes y grabados; sus creaciones proponen un diálogo visual y performativo que alienta la interacción entre materiales y espectadores. Al igual que los espect-actores de Boal, los espectadores de Ahrens son invitados a participar en la creación de significado. La serie "Arco Infinito" es una invitación a completar “subconscientemente” el círculo, simbolizando la participación activa en la construcción de narrativas, similar a las técnicas de Boal que fomentan la formación activa de la actuación.

Tanto en su arte como en el teatro de Boal, existe un reconocimiento de que la verdad no es una entidad singular y fija, sino algo que está en constante evolución y debe ser buscado activamente y comprometido.

Síntesis y extensión de sus influencias 

La obra de Alena Ahrens es una síntesis de estas influencias filosóficas y artísticas, permitiendo un espacio donde el proceso dialéctico no solo se representa, sino que se reforma y crea activamente. Las huellas de creación y transformación en su obra son prueba de su creencia en la importancia del conflicto y la contradicción como fuerzas del crecimiento y el cambio. 

Su obra es un llamado a abrazar la fluidez de la existencia, a ver el conflicto y el cambio como vitales para el crecimiento, y a reconocer que nuestra comprensión del mundo siempre está en desarrollo, al igual que el ciclo interminable representado en su serie "Arco Infinito".

De esta manera, el arte de Alena Ahrens no solo refleja las ideas de Freire y Boal, sino que también las extiende, ofreciendo una exploración contemporánea del poder de las artes para fomentar el compromiso crítico, el diálogo y la transformación más allá de centralismo del que a veces pecan algunos artistas estadounidenses, que enfocan su arte desde y hacia Estados Unidos. 

Alena Ahrens (nacida en 1979) actualmente reside en St. Louis, MO. Sus exposiciones individuales y colectivas incluyen el Centro de Arte Zhou B. (Chicago, IL), el Proyecto Tipi (Brooklyn, NY), MoMA PS1 (Nueva York, NY), el Teatro DAMU (Praga, República Checa) y el ARTROOM (Lisboa, PT).


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