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El amor hacia el regalo que son nuestros hijos es absoluta y completamente incondicional. Debe ser un amor sin barreras, ilimitado, donde demos todo e incluso mucho más de lo que se tiene. Los hijos son voluntad de Dios y traen una felicidad indescriptible y tambien desafios, que algunos tenemos la bendición de gozar en nuestros hogares.
Por ello, hoy, Marzo 21, es un dia propicio para celebrar su existencia. Y como usualmente una buena celebración incluye música compartimos un verdadero himno al amor a los hijos lanzado en el 2004 y vuelto a lanzar en el 2016 titulado “Tu de que vas”, junto con un video que bien pudo ser, estar siendo o futuramente ser representado por cualquier persona en el mundo sin distingo de raza, estrato o religión. La letra habla por si sola y cada frase, cada estrofa representa a la perfección un sentir, un vivir, casi imposible poder expresarlo con otras palabras.
Si me dieran a elegir una vez más
Te elegiría sin pensarlo
Es que no hay nada que pensar
Que no existe ni motivo, ni razón
Para dudarlo ni un segundo
Porque tú has sido lo mejor, que tocó este corazón
Y que entre el cielo y tú yo me quedo contigo
Si te he dado todo lo que tengo
Hasta quedar en deuda conmigo mismo
Y todavía preguntas si te quiero
Tú de qué vas
Si no hay un minuto de mi tiempo
Que no me pasas por el pensamiento
Y todavía preguntas si te quiero
Si esto no es querer entonces dime tú lo que será
Si necesito de tus besos pa' que pueda respirar
Y de tus ojos que van regalando vida
Y que me dejan sin salida
Y para qué quiero salir
Si nunca he sido tan feliz
Que te prefiero más que nada en este mundo
Si te he dado todo lo que tengo
Hasta quedar en deuda conmigo mismo
Y todavía preguntas, si te quiero
Tú de qué vas
Si no hay un minuto de mi tiempo
Que no me pasas por el pensamiento
Y todavía preguntas si te quiero
Oh, y es que no ves
Que toda mi vida tan solo depende de ti
Si te he dado todo lo que tengo
Hasta quedar en deuda conmigo mismo
Y todavía preguntas si te quiero
Tú de qué vas
Si no hay un minuto de mi tiempo
Que no me pasas por el pensamiento
Y todavía preguntas si te quiero
Tú de qué vas
Si te he dado todo lo que tengo
Hasta quedar en deuda conmigo mismo
Y todavía preguntas si te quiero
Tú de qué vas
Para mis luces: James, Luciana y Guadalupe.
“¡Un regalo del Señor son los hijos, recompensa, el fruto de las entrañas.” (Salmo 127,3.)