Un tintico, por favor...


Ya llevo dos en este día pero aún me hace falta otro. Mientras me bronceo bajo una luz de neón y trato de encontrar acomodo en una silla cuyo espaldar baila la macarena pienso en ese café caliente que me hace falta para continuar. La pausa activa del día.
Esa pausa que en este mundo de lo inmediato es tan escasa. Mientras, recuerdo al 'Pibe' Valderrama. Mientras todo el mundo corre y pide la pelota, a él le llega y parece que el tiempo desacelerara. En el DeLorean de mi memoria no hago más que poner el freno de mano y apoyar mi cabeza sobre mis manos y mis brazos sobre la puerta del onírico auto y contemplar su pausa. Luego, el pase certero y el mundo vuelve a correr. Yo, vuelvo al hoy.
En tiempos de papas, cónclaves, barcelonas y madrides, paros, chavez y chavecitos, al mundo se le ha olvidado decir ¡Basta!. Hoy lo digo yo, al compás que marca el sabor del café al que hoy le invito.
El quererlo todo ya nos hace olvidar que todo tiene su tiempo, su justa medida. ¿Acaso el café instantáneo supera a la hermosa cocción de un café preparado en la hornilla de una humilde cocina?
Tiempo. Pausa. Café.

Sorbo final:
Hoy, 13 de marzo, cumple años el rosarino Fito Paez. La canción que cargo al inicio de este texto se llama 'Tiempo al Tiempo'. Vale para acompañar este café. Buen día.


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