Faltan 30 días…


El 24 de octubre, a las 2 en punto de la tarde, estaré presentando en el marco de la FIL Cali 2025 mi novela Las bocas del silencio editada por Yarumo Libros. Gracias al apoyo de compañeros del colegio San Juan Berchmans de Cali y a la gestión de dos personas —la periodista María Victoria González y el columnista y músico Mario Fernando Prado— pude presentar una solicitud a la directora de la FIL Cali, Paola Guevara, y a su colaboradora María Alejandra Sánchez, para que me agendaran en la feria. Antenoche me comunicaron la fecha y hora de la presentación.

Esa tarde conversaré sobre Las bocas del silencio con el escritor caleño Antonio García Ángel, a quien conocí hace unas semanas en Ábaco Libros y Café, cuando presentó su más reciente obra. Su novela Que pase lo peor es de lo mejor que he leído últimamente, al punto que, como las buenas películas, no quería que se terminara. Poco puedo contarles, pues la contraportada advierte con toda claridad: “Esta novela es extraordinaria. Pero si le contamos de qué va, se la arruinamos. Léala.”

Arrancar las presentaciones en Cali era algo que no estaba en mis cuentas por la fecha de la feria. Para mi fortuna, todos los planetas se alinearon y lo que parecía imposible se dio, dándole de nuevo la razón al gran Quincas Berrido de Agua de: “imposibles no hay”. En Cali reposan hoy los restos de Margoth Fresia y del Almirante, mis padres; la charla será en el Bulevar del Río, a unos pasos del colegio donde cursé todo el bachillerato; en la Sultana, en fin, crecí rodeado de mis hermanos y de grandes amigos.

A la presentación en Cali seguirán las de Cartagena de Indias, Barranquilla, Santa Marta y Bogotá, de las que les iré contando a medida que se acerquen las fechas. Por unos días mantendré la sonrisa bobalicona que seguro adorna mi cara, mientras sueño con Cali, su Feria Internacional del Libro y mi conversatorio con García Ángel, al que están todas y todos invitados.