Un caballo cochero se le comió la falange de un dedo de su mano derecha a un turista, del hambre que tenía. Y tengan en cuenta que los caballos son vegetarianos, asi que de verdad, imaginaos el hambre del pobre caballo, imaginen además lo maltratado y abusado que ha sido para haber actuado de esa manera.
Tal como están las cosas, la abolición de este aberrante servicio sigue siendo la única alternativa. El turista demandará a la Asociación de cocheros. Esperamos que los jueces actuen con el máximo rigor.
Reiteramos nuestra denuncia nacional e internacional, de que la alcaldía de Cartagena, en cabeza de Manolo Duque, no hará nada, ni el Concejo de Cartagena hará nada, ni ninguna autoridad local hará nada, para meter en cintura a la Asociación de Cocheros de Cartagena, ni para multarlos, ni para sancionarlos, ni para obligarlos a que cumplan el decreto 0656 de 2014 que regula su actividad.
Por esto hacemos un llamado desesperado, urgente, a la Presidencia de la República, a la Defensoría del Pueblo, a la Personería, a la Contraloría, a la Procuraduría, a la Fiscalía, a la Dian, a la Oficina de Impuestos Nacionales, al Ministerio del Medio Ambiente, al Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, al Ministerio de Turismo, a la Personería, para que intervengan de inmediato y le pongan fin a la estafa que la Asociación de Cocheros ha sostenido durante años, burlándose y aprovechándose de la opinión pública de la sociedad colombiana y al mundo, para de esta manera enriquecerse a costa del sufrimiento de los caballos, de la explotación de sus trabajadores, invadiendo espacio público, evadiendo impuestos, contaminando la bahía y agrediendo y amenazando a todos los que se oponen a sus abusos.
Por favor, si usted amigo lector tiene contacto directo con autoridades del orden nacional ayudenos, desde Cartagena es imposible hacer nada por ayudar a estos inocentes, sufridos y martirizados caballos.
