En España la opinión pública está en pie de guerra contra la fiesta sanguinaria de los toros, y aquí ni nos hemos enterado!!
Con inmensa alegría, los amantes de los animales y de la vida, celebramos lo que vemos como el fin del Toro de la Vega.
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Todas las formas de la tauromaquia son irracionales, sicopatas, crueles y enfermas, pero el Toro de la Vega, por su sadismo, es visibilizado como el símbolo máximo del mal.
En el año 1533 un chico de la nobleza española medieval fue muerto accidentalmente por un toro, su madre, en venganza por la muerte de su hijo, decidió que cada año se mataría en el pueblo de Tordesilla un toro con el mayor dolor y la mayor agonía posible.
Desde entonces cada año, por el mes de septiembre, el pobre toro que ha tenido la mala suerte de ser escogido para tan cruel muerte, sale corriendo asustado por las calles del pueblo atravesándolo, y cuando sale a campo abierto es lanceado hasta morir por los hombres que le persiguen a caballo.
Hasta hace muy pocos años, al pobre toro, todavía en agonía, se le arrancaban sus partes nobles, se colgaban sobre una lanza y se exhibía este macabro espectáculo sobre la lanza que lo había matado, desde el balcón del ayuntamiento (alcaldía) para regocijo del salvaje y primitivo público
(ojo! esto último, tan prehistórico y vergonzoso se hizo hasta bien entrado el siglo 20)
Durante años la opinión pública española, que en mas del 70% está en contra de la barbara tauromaquia, se ha pronunciado para que esto acabe.
El último año más de 100.000 personas se reunieron en Madrid para protestar contra el Toro de la Vega.
El mismo día del Torneo, más de 5000 activistas se fueron a Tordesillas para intentar impedir la ejecución de Rompesuelas, la víctima escogida el año pasado, las escenas fueron realmente desgarradoras.
La que más me conmovió, que me sacó lagrimas, y que todavía me estremece de emoción, fue la imagen de las decenas de heroicos activistas españoles que se amarraron a la calle, en el camino que el Toro debía recorrer, exponiéndose a que el toro los aplastará, todo con tal de detener su asesinato. Que hizo Rompesuelas? al toparselos en el camino, los rodeo y siguió su camino intentando escapar, es que los toros son seres nobles y buenos.
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Las imágenes son realmente brutales, pero lo que realmente me impresiona es que mientras en España cientos de miles de personas luchan y dan su vida por acabar la psicopata tauromaquia, los alcaldes corronchos y acomplejados que tenemos, que imitan todo lo europeo para sentirse IN, luchan por revivir, algo que en Cartagena no le importa a nadie, solo a un club de 20 viejitos "gaga" que se reúnen en su club para añorar la época de la inquisición, el esclavismo y la monarquia.
Pero ayer la Junta de Castilla y Leon ha prohibido que ningun toro puede ser lanceado y herido en todo el Estado, lo que supone el fin de la tauromaquia en toda la comunidad autonoma y muy especialmente el odiado ritual del Toro de la Vega
El editorial del periódico El Pais de España, del dia 19 de mayo, lo copio integro porque lo considero un documento histórico:
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"Tras años de polémica y campañas en contra, el Gobierno de Castilla y León ha tomado por fin la decisión correcta en relación al cruento espectáculo del Toro de la Vega que se celebra en Tordesillas: prohibir que se mate al toro. Aunque el decreto gubernamental sigue permitiendo la fiesta, impide que el toro muera alanceado de forma salvaje. El espectáculo consiste en acosar y perseguir al animal hasta campo abierto y darle muerte a lanzadas en una competición en la que los mozos exhiben su destreza y puntería a costa del sufrimiento del animal. Veinte minutos duró el año pasado la agonía del toro que tuvo la mala suerte de ser elegido para esta fiesta.
Esta exhibición de crueldad se había convertido en un símbolo de atraso cultural que dañaba la imagen de España. Por mucho que la fiesta del toro alanceado se remontara a 1534, formaba parte del tipo de tradiciones que no merecen ser mantenidas. Ya estuvo formalmente prohibida en 1964, pero volvió a celebrarse a partir de 1970. Es de esperar que esta vez el decreto ley emitido suponga el final definitivo. Tratar a un animal del modo en que se hacía en Tordesillas con el único objetivo de proporcionar diversión no puede considerarse de ningún modo un acto cultural. Una sociedad civilizada no puede convertir los instintos más primarios, como la crueldad y el ensañamiento, en motivo de orgullo y celebración. España no podía verse reflejada en un espectáculo tan indigno y anacrónico.
Hay que celebrar que el Gobierno de Castilla y León haya decidido finalmente acabar, como había pedido este diario, con lo que era un símbolo de una brutalidad insoportable. El decreto modifica el reglamento de espectáculos taurinos populares y anula la excepción que lo amparaba, alegando, muy acertadamente, que “el ordenamiento jurídico no puede ser ajeno a la realidad y a la ética social de cada momento histórico”. Las organizaciones animalistas consideran el decreto un paso adelante, pero creen que se ha quedado corto. Habrá que ver cómo queda finalmente la fiesta para juzgar si es o no suficiente. En todo caso, el paso dado era del todo necesario".
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A CONTINUACIÓN IMÁGENES DE LAS MULTITUDINARIAS MANIFESTACIONES ANTI TAURINAS QUE DÍA A DÍA SE REALIZAN EN ESPAÑA
En España, como en Colombia, estos festejos sangrientos, tienen cada día menos arraigo en los jovenes, pero una élite violenta y sádica, la misma que tiene el país vuelto una %&/$·, lo apoya, por eso la mayoría que sabe que esto esta mal, tiene el deber de movilizarse y acabarlo, el poder está en el pueblo, juntos el cambio es posible y real.
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