Un jueves más, y aquí va otra columna de Gabriel García Márquez que escribió en El Universal. Esta es la número 11 que publico semana tras semana. Pero antes de leerla, copiaré la respuesta que le dio Juan Gossain a Orlando Oliveros recientemente, en la que se refiere al estilo de Gabo en esa época. La entrevista completa está en https://centrogabo.org/gabo/contemos-gabo/lecciones-de-juan-gossain-y-garcia-marquez-para-un-periodismo-en-crisis
Orlando Oliveros: Entre el apego riguroso a la verdad del periodismo y la fantasía de la ficción hay muchos límites. Sin embargo, en algún punto se encuentran a veces. ¿Cómo se conecta la literatura con el periodismo?
Juan Gossain: Déjeme decirle algo que hablé con el mismo García Márquez en varias ocasiones. Las primeras columnas supuestamente periodísticas que escribió Gabo son las de El Universal de Cartagena, cuando Manuel Zapata Olivella lo lleva a donde el maestro Clemente Manuel Zavala, el jefe de redacción. Esas columnas son más literatura que periodismo. Yo le comenté a García Márquez que a mí esas columnas no me habían gustado tanto, porque considero que eso no es periodismo. Periodismo es lo que él comienza a hacer entre su ida a El Heraldo y su paso por El Espectador. Supongo que como El Universal no contaba con un suplemento literario, él las tenía que publicar en el periódico diario. Pero eso no es reportería ni es crónica, eso es literatura. Yo lo que creo es que hay un García Márquez literato que escribía en un periódico que después se volvió periodista y luego volvió a ser literato.
Ahora sí...
Viernes, 4 de junio de 1948
Columna Punto y Aparte
Por: Gabriel García Márquez
El Universal
¿No es cierto que usted frecuentemente se ha sentido protagonista de una cinta cinematográfica, cuando la carga excitativa de su argumento ocupa íntegramente su capacidad de emocionarse? Usted, como cualquier hombre normal, ha tenido que sentir desde una anónima butaca de teatro, la sensación de que entre las sombras de un cortinaje lo vigila la helada embocadura de un revólver.
Es el momento en que la sala deja de ser un núcleo de simples espectadores y se convierte en un universo de encontrados sentimientos.
Cada individuo reaccionará a su manera, con su estructura temperamental. Alguien -un exagerado, sin duda- cometerá la vulgaridad de desmayarse. Otros seguirán, suspensos, el hilo tirante de la trama. Pero usted, cineasta de buena ley, hombre de buena fe, no puede permitir que el director de la cinta se tome esas libertades con sus sentimientos; y como todo un hombre rebelde, con indiscutibles ribetes de anarquista, edificará dentro su conciencia un teatro privado, para su uso particular y arbitrario, donde pueda proyectarse una película de conjuros y maldiciones. Su dignidad de cineasta decente quedará así satisfecha. Y yo, en nombre de estas columnas, lo felicito por su gallarda actitud.
Pero lo malo es que no todos piensan como usted. El señor Bonifacio Nieves, por ejemplo, un honorable vecino de San Javier, población situada en el litoral uruguayo, demostró hace algunos días que cuando su emoción se derrumba sobre una situación insoportable, se convierte en un auténtico hombre de armas tomar.
Este ciudadano, desde una butaca que puede ser igual a la que usted ha ocupado muchas veces, sintió que por sus conductos sanguíneos se trepaban los animales de la inconformidad durante la proyección de una película cuyo paisaje era el gastado occidente norteamericano. Este enérgico caballero, al ver frustradas sus esperanzas de cineasta legítimo, se precipitó contra la pantalla y descargó sobre el protagonista cursi toda la carga de su pistola automática. Sobra decir que el impetuoso Bonifacio Nieves tuvo que dormir entre las cuatro paredes de la cárcel, pero no cabe duda de que tuvo el sueño sosegado de los hombres que están en paz con su conciencia.
Usted probablemente ignoraba este acontecimiento. Pero, ¿no está usted pensando ahora que para satisfacción de los buenos cineastas sería conveniente invitar a Cartagena todos los Bonifacios Nieves uruguayos?
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Columnas de Punto y Aparte
1. 21 de mayo de 1948: https://www.eluniversal.com.co/blogs/en-un-2x3/tbt-con-gabriel-garcia-marquez-en-el-universal
2. 22 de mayo de 1948: https://www.eluniversal.com.co/blogs/en-un-2x3/tbt-gabriel-garcia-marquez-define-al-acordeon
3. 23 de mayo de 1948: https://www.eluniversal.com.co/blogs/en-un-2x3/tbt-gabo-les-pone-el-ojo-las-faldas-de-las-mujeres
4. 26 de mayo de 1948: https://www.eluniversal.com.co/blogs/en-un-2x3/tbt-un-viaje-en-helicoptero-con-gabriel-garcia-marquez
5. 27 de mayo de 1948: https://www.eluniversal.com.co/blogs/en-un-2x3/tbt-gabriel-garcia-marquez-entre-fantasmas-y-espantapajaros
6. 29 de mayo de 1948: https://www.eluniversal.com.co/blogs/en-un-2x3/tbt-senor-garcia-usted-nunca-aprendera-escribir-rojas-herazo-gabo
7. 30 de mayo de 1948: https://www.eluniversal.com.co/blogs/en-un-2x3/tbt-gabriel-garcia-marquez-todo-un-pisciano
8. 1 de junio de 1948: https://www.eluniversal.com.co/blogs/en-un-2x3/tbt-gabo-y-una-columna-en-chino
9. 2 de junio de 1948: https://www.eluniversal.com.co/blogs/en-un-2x3/tbt-gabo-y-el-calendario-de-la-rosa-de-paris
10. 3 de junio de 1948: https://www.eluniversal.com.co/blogs/en-un-2x3/tbt-gabo-de-paseo-con-una-amiga