Acné corporal


Los procesos involucrados en la formación de acné corporal son los mismos que en acné facial. En la mayoría de las personas con este tipo de acné, la afección inicia en el rostro, progresando luego a otras áreas, especialmente la espalda, aunque también puede presentarse en cuello, tórax, hombros, brazos y glúteos. El acné corporal puede presentarse en adolescentes y adultos, siendo más frecuente y agresivo en hombres.

De igual manera como ocurre en el rostro, el acné corporal puede tener diferentes grados de severidad. Cuando la afección predomina en la espalda, el tratamiento es más difícil debido a su extensión y al mayor grosor de la piel en esta área, lo que hace que la penetración del tratamiento sea más lenta en comparación con el rostro, otros factores como el uso de ropas ajustadas o de material sintético agravan la situación. En la medida en que el proceso inflamatorio es mayor, aumenta la posibilidad de formación de cicatrices.

En general las causas del acné corporal son las mismas que en el acné facial. Hay aumento en la producción de sebo, obstrucción de la secreción de las glándulas sebáceas por engrosamiento del conducto por donde emerge la grasa a la piel en condiciones normales, aumento en la cantidad de bacterias que naturalmente hacen parte de la flora normal de la glándula, lo que agrava el proceso inflamatorio. La lesión inicial, el microcomedón, es el resultado de esa obstrucción y la retención de sebo junto con células epiteliales descamadas procedentes de la pared del conducto (hiperqueratosis ductal). Estos dos factores causan lesiones no inflamatorias como los comedones abiertos (puntos negros o barrillos) y los microquistes o comedones cerrados. Una bacteria anaerobia, el P. acnes, prolifera con facilidad en este ambiente y provoca la aparición de inflamación que finalmente es lo que predispone a la formación de cicatrices. 

El acné es una enfermedad inflamatoria de etiología multifactorial que afecta la unidad pilosebácea Existen algunas evidencias que confirman una cierta predisposición genética en la aparición del acné. Existen también factores raciales ya que la raza negra tiene más tendencia a padecerlo. Factores fisiológicos como el ciclo menstrual y el embarazo pueden así mismo influir en su aparición.

Es recomendable iniciar el tratamiento lo más pronto posible para evitar las complicaciones estéticas, que muchas veces causan además alteraciones psicológicas.


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