Carne, caparazón o piel ?


Durante los días de cuaresma, con la intención de “guardar”, evitando consumir carnes rojas, siguiendo de manera poco entendida la doctrina la iglesia católica, en la Costa Caribe se incrementa el consumo de especies como hicoteas, iguanas, ponche (chigüiro) y otras, de acuerdo a la idiosincrasia y costumbres gastronómicas locales.

La iguana, la hicotea y otras especies de tortugas, han entrado en la lista de los animales en vía de extinción en Colombia por su caza indiscriminada en ciénagas y áreas boscosas. En el caso de las iguanas, en el la Costa Caribe más que su carne, son apetecidos los huevos. Otros reptiles como babillas y el caimán negro también se incluyen en la lista de especies en vía de extinción, especialmente por el valor comercial de su piel.

Desde 1996, el Consejo Nacional ambiental empezó a ocuparse de crear lineamientos y acciones legales encaminados a la conservación y uso sostenible de los recursos naturales renovables en Colombia, complementados por la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Tráfico Ilegal de especies en 2002, la Ley 611 de 2000 y el articulo 28 del código penal que establece prisión de dos a cinco años y multa de hasta diez mil salarios mínimos legales mensuales vigentes a quien explote, transporte, trafique, comercie, aproveche o se beneficie de los especímenes, productos o partes de los recursos fáunicos, forestales, florísticos, hidrobiológicos de especie amenazada o en vía de extinción o de los recursos genéticos.

Desde hace varios años, por las épocas cercanas a la cuaresma, es frecuente escuchar y leer en los medios de comunicación, la incautación de hicoteas, huevos de iguana, carne de ponche y otras especies, acompañada en algunas ocasiones con judicialización de los responsables de tales actividades. La manera indolente en que exhiben las hicoteas, atadas en grupos y expuestas al inclemente sol, y la crueldad en el proceso de extracción de los huevos de las iguanas, es desde todo punto de vista reprochable y condenable.

Considero que las disposiciones, medidas restrictivas y aún las penales, son absoluta y totalmente necesarias para evitar la extinción de algunas especies en peligro; pero por otro lado pienso que si son especies comestibles, que de alguna manera alivian las necesidades alimenticias y también son fuente de ingresos de personas que en la gran mayoría de los casos viven en la miseria, es deseable que los organismos con competencia para tales acciones como el Ministerio de Ambiente, y en el caso local, Cardique, adopten disposiciones para implementar zoocriaderos para estas especies amenazadas y comestibles, especialmente hicoteas e iguanas que son de fácil adaptabilidad a ambientes similares al de su origen, de tal manera sean criadas en condiciones higiénico sanitarias y ambientales adecuadas, para que su carne y subproductos puedan ser procesados y comercializados a precios justos, incluyendo en esta labor a las comunidades donde viene presentándose estas situaciones delictivas y depredadoras.

También sería deseable que parte de esta producción criada en cautiverio, sea revertida a su hábitat natural, de tal manera que se contribuya al equilibrio ecológico y no se altere la biodiversidad y el patrimonio genético. No hay que olvidar que sin el componente de educación ambiental constante y no coyuntural en colegios, escuelas y comunidades, la situación no tendría ninguna variación. Todos conocemos que al momento de su retención y su posterior liberación ( si es que esta se realiza), son nuevamente cazadas siendo aún más fácil recolectarlas, de allí que el componente educativo no solo debe impartirse en escuelas, sino también con pescadores y amas de casa.

En países como México se han implementado zoocriaderos de iguanas, comprobándose que son fácilmente adaptables al medio ambiente, constituyen un importante recurso alimenticio, se evita su caza y comercialización en condiciones que muchas veces conducen a la muerte de los reptiles, se puede producir tres veces más carne por hectárea en comparación con el ganado bovino y además de comercializar su carne, puede comercializarse sus huevos y piel.

En abril de 2015, la Universidad Nacional acompañada por Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible presentó un interesante proyecto, para evitar el tráfico ilegal de hicoteas, en Puerto Badel, corregimiento de Arjona Bolivar, y así promover su consumo sostenible. Esta es otra opción interesante para recuperar la especie en su hábitat natural, teniendo en cuenta que además éstas controlan poblaciones de peces y limpian las aguas de algas, pero hay que tener en cuenta que sin una adecuada educación y seguimiento a largo plazo, la situación puede continuar.

Muchas de estas especies están en peligro de extinción no solo por la caza y comercialización ilegal; sino también como consecuencia de la deforestación y el cambio climático.

Aclaro que no he comido Iguana ni hicotea, pero me dicen que la primera sabe a pollo y la segunda es deliciosa cocida con leche de coco. Termino con la duda de si la forma correcta de escribir la palabra es icotea o hicotea?, la he leído escrita de ambas formas. A mi particularmente me gusta más verla escrita como icotea. En México se le llama jicotea.


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