La piel, el órgano más grande del cuerpo, tiene entre otras funciones proteger al organismo de las agresiones del medio exterior. La piel de codos y rodillas cubre importantes articulaciones y se encuentra sometida a constantes traumatismos, especialmente por el roce, lo que hace que como mecanismo de defensa, se aumente el grosor de la piel que los recubre. Los talones además, soportan el peso corporal y desarrollan con frecuencia callosidades por uso de calzado inadecuado, y en algunas ocasiones por deformidades de los huesos del pie.
Con frecuencia se olvida brindar a los codos y rodillas el cuidado que requieren. Si empezamos por la higiene, ésta al igual que el resto del cuerpo debe hacerse con jabones neutros o sustitutos de jabón tipo sindets. Luego de la limpieza, y dada las características de la piel que los recubre, es importante hidratarla. Existen muchas sustancias que pueden usarse con este fin. La glicerina ha sido la más frecuentemente usada; sin embargo hoy están disponibles una gran variedad de hidratantes, destacándose la urea en diferentes concentraciones de acuerdo a si la piel está más o menos engrosada o áspera. El uso de estropajo o piedra pómez debe ser ocasional, evitando frotarlos de manera agresiva.
Los callos en los talones, pueden tratarse, especialmente si se tornan dolorosos. Siempre hay que tener en cuenta que el origen puede ser consecuencia de uso de calzado inadecuado o de malformaciones en los huesos de los pies. Lo usual en estos casos es la aplicación de sustancias causticas que ablandan la lesión y permiten que paulatinamente se vaya disolviendo, o en otros casos si son de mayor tamaño, rebanarlos sin causar sangrado La consulta con el ortopedista es indispensable para dilucidar el origen de la afección y el tratamiento definitivo.
En condiciones normales, la piel de codos y rodillas tiene una pigmentación más oscura que el resto de la piel, sin embargo, en ocasiones toma una coloración notablemente más oscura, y esto se constituye en un problema estético que causa desagrado en quienes lo padecen. La causa principal es la repetida fricción por apoyo constante e inadvertido, especialmente en codos. Otra causa de pigmentación en codos, rodillas y pliegues corporales, es el llamado síndrome metabólico, un conjunto de enfermedades relacionadas con obesidad, diabetes y riesgo cardiovascular.
Existen múltiples tratamientos para despigmentar estas áreas, muchos con productos caseros. El tratamiento médico se basa en productos que generalmente son mezclas de varios despigmentantes, combinados en ocasiones con procedimientos como peelings y microdermabrasión. Los productos hidratantes hacen mejor efecto si se aplican con la piel húmeda.