Las planchas son, sin lugar a dudas, una útil herramienta para el moldeado del cabello, pero al mismo tiempo, usadas con mucha frecuencia y sin precauciones pueden producir daños, a veces irreparables en el cabello y cuero cabelludo. El cabello está constituido por varias capas, siendo la cutícula la parte visible y donde en realidad actúan la mayoría de los tratamientos aplicados. La cutícula capilar está compuesta por células desvitalizadas en forma de escamas entrelazadas, que le dan la forma y mantienen la estructura del cabello, y es la primera barrera de defensa para impedir que elementos nocivos penetren a las otras capas del cabello.
En condiciones normales, la estructura de la queratina, el principal componente de la cutícula del cabello es helicoidal. El calor de la plancha modifica esta estructura, dándole una forma linear. Luego de esto, las escamas pierden su unión creándose espacios, los cuales hacen que el cabello queda vulnerable a agresiones inclusive al agua, especialmente de piscinas. Algunas condiciones permiten que el daño sea mayor, entre estas, el cabello teñido previamente, en el cual ya se ha debilitado la envoltura del cabello; de la misma manera, los cabellos desrizados o genéticamente delgados sufren mayormente las consecuencias del planchado. No se ha demostrado que el calor de la plancha produzca caída definitiva del cabello, pero tiende a tornarlo seco y quebradizo, lo cual dará la apariencia de menor volumen y desvitalización
Las industrias fabricantes de planchas capilares, han variado el diseño inicial y cada una pondera las ventajas de las suyas, lo cierto es que las planchas en las cuales las placas están cubiertas por elementos aislantes que minimizan el contacto directo de calor con el cabello, son menos nocivas, sin negar que siempre el calor extremo es perjudicial para la estructura capilar. En varios países del mundo, asociaciones de dermatólogos, han recomendado el menor uso posible de las planchas, considerando que una, o máximo dos veces por semana produce menos daño. De todas maneras quienes no están dispuestas a prescindir de su uso, deben tener la precaución de usar un producto capilar hidratante al mismo tiempo que aplica el calor. Esto disminuye el daño a la fibra del cabello,