La caspa, manifestada con descamación y en ocasiones prurito e irritación en cuero cabelludo, puede ser de tipo seco o de tipo graso. Las causas de aparición de caspa seca o pitiriasis seca, son múltiples, e incluyen condiciones climáticas y ambientales donde predomina baja humedad, especialmente la permanencia en ambientes con aire acondicionado y exposición excesiva al sol, así también como reacciones alérgicas a productos para el cabello, excesivo lavado con champú etc. Como el cuero cabelludo es parte de la piel, es común que personas con piel seca, presenten caspa, especialmente caspa seca, ya que la misma resequedad puede producir descamación en cuero cabelludo. Este tipo de caspa, generalmente no se asocia a caída del cabello
La caspa de tipo graso, es una condición de la piel llamada dermatitis seborreica, en la cual hay una excesiva actividad de las glándulas sebáceas del cuero cabelludo. Esta condición está asociada con la aparición de descamación húmeda con olor desagradable, enrojecimiento, inflamación, prurito y formación de costras amarillentas, las cuales pueden extenderse a cejas, pliegues laterales de la nariz, tórax y orejas. La causa de la dermatitis seborreica es desconocida, se cree que hay predisposición genética y se observa empeoramiento cuando hay estrés físico o emocional. Es una de las principales causas de caída temporal del cabello.
Si bien es cierto que en el origen de los diferentes tipos de caspa, influye, desde factores genéticos hasta medioambientales, también es un hecho que el estrés físico, emocional, la ansiedad y la depresión, pueden ser causas de aparición o empeoramiento de la caspa en personas con predisposición a padecerla. Lo más difícil de este proceso es que una vez aparece, adiciona un factor estresante adicional que perpetúa la afección, ya que se convierte en un elemento de incomodidad, y en ocasiones de aislamiento de las actividades laborales y sociales.
En la mayoría de los casos las personas luego de automedicarse, con resultados variables, acude a la consulta dermatológica. Es importante que el médico indague acerca de aspectos emocionales involucrados en la aparición o empeoramiento de la caspa. Frecuentemente los pacientes se resisten a aceptar que necesitan una ayuda psicológica o psiquiátrica, pero en ocasiones es el médico quien no reconoce o minimiza el compromiso emocional.
En la literatura médica actual, se hace referencia a los llamados trastornos psicofisiológicos o psicosomáticos, causados por enfermedades de la piel, originadas o agravadas por el estrés, pero que no guardan una relación directa con trastornos mentales. En estas personas se inicia el tratamiento establecido para los diferentes estados descamativos del cuero cabelludo, al tiempo que se le orienta acerca de la necesidad de buscar apoyo en otras especialidades médicas como psiquiatría o psicología.
En muchos casos no es necesario que la persona acuda a una consulta diferente a la dermatológica, ya que un adecuado acercamiento entre la persona afectada y el médico, permite identificar los elementos que propician la aparición o empeoramiento de la afección.
