La sarna que sí pica y mortifica


La escabiosis o sarna, es una infestación de la capa más superficial de la piel por un ácaro conocido como sarcoptes scabei, variedad hominis, el cual solamente afecta a los seres humanos. Este ácaro puede encontrarse en el polvo de las viviendas, ropas, sabanas y muebles, donde puede sobrevivir de 1 a 2 semanas. Se ha calculado que en el mundo anualmente se diagnostican más de 300 millones de casos, siendo más frecuente en los países con mayor índice de pobreza.

La escabiosis o sarna, es una infestación de la capa más superficial de la piel por un ácaro conocido como sarcoptes scabei, variedad hominis, el cual solamente afecta a los seres humanos. Este ácaro puede encontrarse en el polvo de las viviendas, ropas, sabanas y muebles, donde puede sobrevivir de 1 a 2 semanas. Se ha calculado que en el mundo anualmente se diagnostican más de 300 millones de casos, siendo más frecuente en los países con mayor índice de pobreza.

La sarna es altamente contagiosa, y este contagio generalmente ocurre cuando hay contacto muy cercano con personas afectadas, como ocurre en comunidades escolares, hospitales, hogares de ancianos y cualquier otra, o por el hecho de compartir ropa y objetos de uso personal de una persona infectada. También puede adquirirse al utilizar muebles o camas donde se encuentra el ácaro. La falta de hábitos higiénicos adecuados en las personas y su entorno, favorece la diseminación de esta enfermedad, aunque en muchos casos aun observando hábitos de higiene correctos, puede ocurrir el contagio.

Una vez el ácaro hembra se ha puesto en contacto con la persona, excava un surco en la capa externa de la piel conocida como estrato córneo, y deposita hasta 30 huevos, los cuales en 3 o 4 días eclosionan liberando larvas que continúan su ciclo de maduración en el estrato córneo, proceso que puede extenderse hasta por 60 días. En los casos más graves y diseminados como ocurre en personas con la inmunidad baja por cualquier motivo, los ácaros machos que están en la superficie de la piel, pueden penetrar para completar su ciclo de maduración, empeorando el prurito y la reacción inflamatoria en la piel.

El principal síntoma de la afección es el prurito o picazón que se manifiesta especialmente en las noches y cuando hace calor. Este prurito intenso hace que en muchas ocasiones no se pueda conciliar el sueño. También puede presentarse brotes de color rojizo, con hinchazón de la piel alrededor, Estas lesiones pueden convertirse en pequeñas úlceras ocasionadas por el rascado, el cual puede hacer que el acaro se disemine en áreas inicialmente no afectadas y, además la piel lesionada puede ser la puerta de entrada a otras infecciones.

Los pliegues entre los dedos, los antebrazos, axilas, glúteos, tobillos y genitales son las zonas corporales más afectadas. En las personas con compromiso de las defensas puede ser generalizada, incluyendo el cuero cabelludo. En los niños puede comprometer palmas y plantas, y en general la picazón es más intensa.

Existen muchos tratamientos tanto tópicos como tomados para el tratamiento de la sarna. Dentro de las medidas adicionales al tratamiento medicamentoso, se recomienda tratar a las personas en contacto cercano con las afectadas ya que pueden ser portadores asintomáticos aunque momentáneos del ácaro. Lavar ropa personal y de cama con detergente y agua caliente, y los objetos que no puedan lavarse, deben mantenerse lejos de la persona afectada y de ser posible, exponerlos al sol durante 2 o 3 días. Hoy se consiguen en el mercado y de venta libre, sprays antiácaros de uso seguro para aplicar exclusivamente a objetos infectados o que potencialmente contengan ácaros.

Hay una variedad de ácaros que afecta a los perros y gatos y produciéndoles sarna. Estos ácaros también pueden infestar a los seres humanos.


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