Manchas en el rostro


Las manchas en el rostro constituyen uno de los motivos de consulta más frecuentes en la consulta dermatologica. Con contadas excepciones, la afección es solo cutánea, generando solo malestar por su apariencia antiestética. Las manchas en la piel del rostro y el resto del cuerpo, pueden ser de diferente color, dependiendo la causa que las produce. En ocasiones pueden ser obscuras, en otras hay disminución del color, comparado con el resto de la piel, también se presentan manchas en las que la piel carece por completo de color, y algunas de color rojo como consecuencia de malformaciones en vasos sanguíneos. Las causas y los tipos de manchas pueden ser múltiples.

Dentro de las afecciones estéticas, las manchas de color oscuro en especial, son motivo de malestar y frustración en las mujeres, especialmente porque en la mayoría de los casos inician pequeñas poco pigmentadas y luego aumentan de tamaño e intensifican el color obscuro. Son más frecuentes y resistentes al tratamiento en las pieles morenas o negras. Esta situación puede controlarse en algunas personas con el uso de despigmentantes y protección solar, pero en muchos casos es imposible eliminarlas completamente y solo se consigue disminuir la tonalidad obscura y evitar que aumenten de tamaño. Estas manchas también pueden presentarse en hombres, pero con una frecuencia mucho menor.

Cuando aparecen estas manchas en las mujeres, es necesario investigar alteraciones hormonales especialmente las de origen ovárico. Durante el embarazo pueden presentarse, pero después del parto, en un período de 4 o 5 meses desaparecen, aunque en ocasiones persisten y aún empeoran. En la actualidad, con la nueva generación de anticonceptivos, en los cuales los componentes vienen en microdosis, es muy raro que aparezcan manchas como efecto secundario a su uso.

Las causas externas de producción de hiperpigmentación cutánea, son múltiples, pero la gran mayoría son consecuencia de una inadecuada o inexistente protección solar, el uso de ciertos cosméticos que causan reacciones irritativas y oscurecen al exponerse al sol, y medicamentos usados por largo tiempo, tales como antibióticos, antiinflamatorios, antihipertensivos, antidepresivos entre otros. En todas estas situaciones una adecuada protección solar conlleva a que las manchas pueden ser leves, o no aparezcan.

El mecanismo por el cual se produce pigmentación oscura al exponerse al sol, es el estímulo que ejerce la radiación solar sobre los melanocitos, las células que producen melanina, el pigmento que le da el color a la piel. La radiación del sol aumenta la producción de melanina. Últimamente se ha implicado a la luz visible ( luz domiciliaria y de oficinas), y la infrarroja, en el mismo proceso. La radiación solar no solo está involucrada en el aumento de la pigmentación cutánea, sino en producción de cáncer de piel y envejecimiento prematuro. La idea de la protección solar no es nueva, desde 1928 se inició la producción de protectores solares, con el salicilato de metilo como componente principal. Con el transcurso de los años a los protectores solares, se les ha adicionado filtros, pantallas solares y otras sustancias como vitaminas e hidratantes. Las presentaciones, pueden ser líquidas, geles, emulsiones, lociones, polvos sueltos y bases en diferentes tonos de acuerdo al color de la piel.

La oferta de productos blanqueadores cutáneos es cada día más amplia. La hidroquinona, uno de los primeros blanqueadores puestos a disposición por la industria farmacéutica, ha mostrado ser efectiva, pero en algunos casos irrita y su uso prolongado puede producir pequeñas áreas de blanqueamiento en el centro de las manchas, evento llamado “pigmentación en confeti”. La tendencia actual es usar sustancias blanqueadoras que sean igualmente efectivas que la hidroquinona, pero sin el efecto irritante de la misma. La mayoría de los productos fabricados hoy, son mezclas de diferentes blanqueadores. La respuesta luego de la aplicación de estos productos es variable. En ocasiones es necesario que las personas usen varios productos, hasta conseguir el adecuado. Ningún tratamiento despigmentantes cumplirá la función deseada, si no va acompañado de una adecuada protección solar, aún en ambientes cerrados como en oficinas. Hoy se puede reforzar el uso de protectores solares con la ingestión de medicamentos con acción protectora, tales como betacarotenos y otros derivados vegetales.

En muchos casos las manchas no desaparecen completamente con los tratamientos, pero logran atenuarse, siendo poco perceptibles y fácil de ocultar con el uso de maquillaje