El maquillaje de los ojos, es un complemento frecuente en el arreglo personal de muchas mujeres; por lo tanto, al igual que con los otros cosméticos, debe observarse cuidado en la elección de los productos y la composición de los mismos, especialmente por su aplicación en la cercanía de un órgano rápidamente susceptible a agresiones del medio externo. Cada día son mayores las exigencias de las autoridades de salud en muchos países, lo cual implica mayor seguridad en el uso de cosméticos, pero aun así, siguen presentándose algunas complicaciones.
Una de las complicaciones más frecuentes, es la aparición de prurito (picor), tanto en párpados como en los ojos. Las causas pueden variar, desde una incorrecta aplicación, -por lo general, mayor cantidad de la necesaria-, hasta la composición de los productos. No hay que olvidar, que no necesariamente las marcas más costosas, son las mejores. Existen marcas económicas con excelentes controles de calidad. Otro efecto secundario es la inflamación de los párpados, conocida como blefaritis,así como episodios de conjuntivitis con lagrimeo y enrojecimiento de los ojos.
Al comprar sombras o delineadores, es importante cerciorarse que estén aprobados por autoridades sanitarias, deben tener el registro y los componentes en lugar visible. Un elemento potencialmente peligroso en las sombras es el óxido de hierro, del cual se sospechan efectos cancerígenos, lo mismo sucede con el ascorbil palmitato, pero cualquiera de los componentes puede ser irritante de acuerdo a la sensibilidad de cada persona.
Independientemente de la marca y los componentes, hay que tomar otras medidas para evitar complicaciones. Entre las principales tenemos, la necesidad de mantener limpios los objetos de aplicación del maquillaje, y jamás compartirlos, pues son tan personales como el cepillo de dientes, otra consideración importante es, no usar los productos transcurridos doce meses después de usarlos por primera vez, ya que es muy fácil que se contaminen, especialmente por bacterias. No hay que olvidar que al igual que los medicamentos, los cosméticos también tienen fecha de caducidad. Si antes de su uso hay infecciones oculares, se debe esperar que la infección se resuelva, además de revisar los que están en uso. La aplicación de cualquier cosmético debe hacerse siempre con las manos limpias. Siempre que se observe alguna reacción debe consultarse al médico.