Uñas encarnadas


La uña encarnada, enterrada, conocida en la terminología médica como onicocriptosis, es un proceso inflamatorio, doloroso, en ocasiones supurativo e incapacitante, que ocurre cuando la lámina de la uña rompe y penetra el tejido blando, bien sea de los lados y menos frecuentemente de la parte anterior de la uña. Las causas que llevan a encarnarse las uñas son múltiples. Las más frecuentes son el uso de calzado no apropiado y la mala técnica al recortarlas. Ocurre con mayor frecuencia en el dedo grande, pero de la misma manera puede ocurrir en cualquier uña del pie y aún de las manos.

El calzado demasiado ajustado o muy ancho puede conducir a que la uña se encarne por el trauma repetido al caminar. En algunas ocasiones la situación empeora cuando las uñas o los pies tienen deformidades congénitas o adquiridas, y en personas que por sus labores deben caminar gran parte de su jornada; de igual manera en personas practican deportes, especialmente el atletismo. El arreglo inadecuado de las uñas, también puede conducir a que la uña se encarne. La manera correcta de recortar las uñas, es hacerlo de tal manera que el borde anterior quede completamente horizontal, de tal manera que la totalidad de la uña adquiera una forma cuadrada. Los bordes recortados de forma redondeada, predisponen a que éstas se encarnen, lo mismo que cortarlas muy a ras y eliminar de manera excesiva la piel de los lados de las uñas.

El tratamiento de las uñas encarnadas en principio consiste en administrar antiinflamatorios y antibióticos si hay supuración u otra evidencia de infección. Sumergir el pie en soluciones astringentes o secantes tal como el acetato de aluminio, puede aliviar la inflamación y disminuir la humedad de la lesión. Como en otras afecciones cutáneas, la principal medida consiste en evitar los factores desencadenantes, escogiendo el calzado indicado y el correcto recorte y arreglo de la uña.

En casos severos y repetitivos, de uñas encarnadas, el tratamiento definitivo es la cirugía, donde se recorta la parte de la uña que lesiona la piel y se elimina parte lateral de la matriz, que es el tejido que está en la raíz y da origen a la uña, consiguiendo con esto su crecimiento con bordes rectos que no lesionarán los tejidos blandos alrededor. Otros tratamientos incluyen la congelación y destrucción con nitrógeno líquido, cauterización o aplicación de sustancias causticas para destruir la matriz lateral de la uña.

A pesar de causar molestias como dolor y dificultad para deambular, las uñas encarnadas en la mayoría de los casos no son una amenaza importante para la salud, a menos que se presente en personas diabéticas o con severos trastornos circulatorios.


TAMBIEN TE PUEDE GUSTAR