Uno de los profesores médicos de la Universidad de Cartagena más afamados y controvertibles del fin de la primera mitad del siglo XX, fue Henrique de la Vega Vélez. Nació en Cartagena el 15 de febrero de 1911, en una cuna de gran tradición conservadora, hijo del influyente político Henrique de la Vega del Real y de Francia Vélez Mendoza. Tenía 14 años de edad y corría 1925, cuando su padre fue enviado como embajador a Panamá, por lo tanto en ese país finalizó sus estudios de bachillerato, que había iniciado en el afamado Colegio de la Esperanza. En 1928 su padre fue nombrado Gobernador del departamento de Bolívar, por lo cual la familia regresó a la ciudad de Cartagena.
Se inclinó por lo referente a la biología y la medicina, por lo cual fue enviado a estudiar a la Universidad de La Sorbona en París, Francia. El joven estudiante se adaptó rápidamente a la cultura parisina y pronto fue apasionado por las letras de Guy de Maupassant, Gustave Flaubert y Honoré de Balzac. En el ámbito del Hospital de la Pitié-Salpêtrière, recibió la impronta imborrable de la educación médica francesa. Fue alumno de connotados investigadores y científicos que tenían reconocimiento universal, como: Georges Guillain (quien describió el síndrome de Guillain-Barré), Georges Canetti (experto en tuberculosis), Robert Proust y Pierre Duval, entre otros. Con el reconocimiento y beneplácito de sus profesores realizó su tesis de grado “Contribution a l’étude de la galactosurie provoquée”, obteniendo su título de médico en 1935.
Un año más tarde contrajo nupcias con Antoinette Bertier, regresaron a Cartagena y fijaron residencia en la casa paterna en el barrio de Manga. Tan pronto llegaron, Henrique de la Vega identificó las razones de enfermedad y decaimiento de su padre y sospechando lo peor, decidió llevarlo a Bogotá, donde efectivamente le diagnosticaron cáncer. Allí permanecieron por varios meses mientras el padre era tratado con radioterapia, sin alcanzarse mejoría alguna.
Después de realizar las refrendaciones legales de su título de médico, trabajó en los campos de explotación petrolera de la empresa norteamericana Andian, en los campamentos de El difícil, Magdalena. Allí estuvo un par de años, hasta que regresó a Cartagena, instaló su consultorio donde atendió por igual a todos los estratos sociales de la ciudad de Cartagena y sus alrededores. Junto a otros médicos de la ciudad, creó El Hospital de Manga, que fue importante escenario clínico por varias décadas, hasta ser cerrado y su edificación demolida en los finales del siglo XX.
Henrique de la Vega tan pronto llegó a su ciudad natal, entró como profesor a la Universidad de Cartagena, donde consolidó una carrera docente y académico-administrativa. Se hizo influyente dentro del gremio médico y con su formación médica francesa, aportó elementos a la estructura organizacional de la escuela médica, que después de todo ya la traía desde la mitad del siglo XIX, cuando Rafael Calvo Lamadrid la abrió luego de años de cierre por las guerras intestinas de esa época. Siempre fue fiel representante de esa corriente médica, apasionado y delirante por la semiología y por el examen detallado y completo del enfermo.
Se observa en su trayectoria, que pese al corte francés de formación, se interesó mucho por vientos novedosos de tipo clínico, asistencial, tecnológico y de educación, que venían desde los Estados Unidos. Fue decano de la Facultad de Medicina entre 1954 y 1959, cumplió un papel importante en el proceso de modernización, esforzándose para transformar la enseñanza de la medicina, involucrándole conceptos que aparecían en esa época: educación médica, rotaciones por especialidades, replanteamiento del año de internado, intercambios, becas y las pasantías por diversas instituciones, como complemento a la formación del médico. Fue el creador del departamento de Medicina Interna, hoy denominado departamento médico, reuniendo las cátedras de patología interna, clínica semiológica y clínica médica. En 1959 participó en representación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena, junto a otras dos universidades colombianas, en la creación de la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (Ascofame), que cumplió importante papel en la organización de la educación médica y la certificación de las especialidades médicas, entre otros aspectos. Para finales de 1959 se presentó el alzamiento del estudiantado de medicina contra el director del Hospital Universitario Santa Clara, situación denominada la huelga del 59, que con llevó a la polarización en el cuerpo docente. El doctor Henrique de la Vega en solidaridad con el director agraviado, renunció a su cargo y a su catedra, junto a más de cuarenta profesores.
Escribió varios artículos científicos que quedaron en diversas revistas colombianas, uno de ellos sobre infarto del corazón, fue publicado por la Revista de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena en 1942, en el volumen seis, numero dos. Muchas notas, comentarios y reseñas le publicaron en suplementos literarios de periódicos nacionales. Escribió los libros: “las Agonías del estilo” (1984) y “así sufrieron” (1981), donde analizó con fluida pluma la vida, obra y los aspectos médicos de sus autores franceses predilectos. Dejó incompleto un libro sobre la obra de Juan Méndez Nieto, importante médico que ejerció su profesión en la ciudad de Cartagena, hace varios siglos.
Tuvo una cercana amistad con Gabriel García Márquez, a quien nutrió en numerosas noches de bohemia y tertulia, de lenguaje y situaciones clínicas con las cuales el novelista enriqueció sus personajes. El médico y escritor español Juan Fernández de la Gala, ha señalado tener suficiente evidencia documental y testimonial para señalar que Henrique de la Vega es el inspirador de Juvenal Urbino, el personaje principal de la novela: “El amor en los tiempos del cólera”.
Henrique de la Vega vivió cuarenta años de vida matrimonial y tuvo tres hijos con Antoinette Bertier: Henrique Pedro (abogado, traductor y periodista fallecido en el 2002), Margarita (productora y crítica de cine, residenciada actualmente en los Estados Unidos) y Patricia (bióloga, experta en malaria y también residente en Estados Unidos). Antoinette falleció de Alzheimer en 1975. Henrique de la Vega se casó en segundas nupcias con Catalina Cavelier y falleció en Cartagena a los 74 años de edad, víctima de la leucemia mielocítica aguda, el 23 de junio de 1985. Pocos meses antes, al sentirse muy enfermo fue a los Estados Unidos, donde hicieron el diagnostico. Rechazó la terapéutica de quimioterapia de la época y decidió regresar a Cartagena, auto aplicándose un esquema de terapia paliativa. Sus restos mortales se encuentran en la Iglesia del barrio de Manga. En su memoria, uno de sus alumnos, Guillermo Valencia Abdala, siendo nombrado director de un nuevo hospital del Instituto Colombianos de los Seguros Sociales, bautizó el hospital como Clínica Henrique de la Vega. Unos pocos años después, el citado instituto de asistencia y seguridad social fue clausurado y el hospital definitivamente cerrado, luego entregado a otras manos quienes le renombraron como clínica El Bosque.
A Henrique de la Vega, todavía muchas personas muy mayores le recuerdan como Henriquito de la Vega, siempre vestido con traje de lino blanco y corbata, erguido, imponente y señorial.