CARLOS CRUZ ECHEVERRIA NEUROANATOMISTA, ESCRITOR, COLUMNISTA DE PRENSA


Carlos Cruz Echeverría fue uno de los médicos cartageneros que, por medio de la ficción, retrató con pasión su entorno Caribe. Como un hombre pacífico, de lento caminar, aficionado como el que más al boxeo, de bohemia moderada, gran conversador y excelente médico del área de la neurología, es aún recordado por muchos de sus alumnos, compañeros, pacientes y amigos.

Fue por más de veinte años profesor de Medicina en la Universidad de Cartagena, donde se había graduado y obtenido el título de Médico en la promoción de 1956. Para obtener su grado realizó la tesis: “Peritoneoscopia aplicada al diagnóstico de las vías biliares”, área sensiblemente novedosa para esa época.

Siendo aún estudiante de medicina, entre los años 1952 a 1957, fue disector y jefe de trabajos prácticos del departamento de morfología, donde se hizo diestro en la neuroanatomía. Prestó el servicio de internado en el Hospital Santa Clara por doce meses de 1954 a 1955. Obtuvo beca del Ministerio de Salud y por un par de meses fue a Venezuela a realizar estudios sobre malaria. Posteriormente partió a México, donde en el Instituto Nacional de Neurología en el D.F. realizó estudios en neurología clínica.

A su regreso en 1959, se vinculó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena. Desde su ingreso fue asignado al departamento de anatomía y por muchos años fue el encargado de la cátedra de neuroanatomía. Era diestro en el dibujo anatómico y con su habilidad asombraba a estudiantes y a otros docentes. Dibujaba con tizas de colores en el tablero las diferentes vías nerviosas, con las cuales explicaba el funcionamiento e interconexión de las señales eléctricas dentro del sistema nervioso.

Con facilidad explicaba áreas que los estudiantes consideraban difíciles de comprender; con agilidad describía aspectos inherentes a la morfología y al funcionamiento de los pares craneales y la interrelación entre ellos. La experiencia en el conocimiento anatómico detallado permite catalogarlo como anatomista, puesto que retomó posturas que incluso habían quedado en el pasado de la historia de la medicina.

Teniendo en cuenta que el Dr. Carlos Cruz Echeverría se concentró en la anatomía del sistema nervioso, sería justo denominarlo neuroanatomista, sien¬do tal vez uno de los profesionales de dicha área que más descolló en el siglo anterior. Si bien se sitúa en el final de la era anatomista, también estu¬vo en el instante en que surgieron escuelas a nivel latinoamericano, siguiendo vientos desde países desarrollados que buscaban consolidar el conocimiento neuronal bajo una nueva denominación con más amplio alcance: las ciencias neurológicas. Su aporte docente en neuroanatomía y neurofisiología encaja y marca también el nacimiento de las neurociencias en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena. Posteriormente, sobre las primeras piedras de Cruz Echeverría, otros profesionales llegarían y realizarían importantes aportes para la adecuada enseñanza, aprendizaje y asistencia médica de la neurología clínica, e incluso, para el accionar operatorio con la subsiguiente creación del postgrado de neurocirugía. Por lo anterior fue escogido por el Semillero de Investigación HISTORI-MED (Historiografía Médica Cartagenera) como portada de la Revista Ciencias Biomédicas, cuyo volumen 7 número uno, se ha publicado en este diciembre.
http://revistas.unicartagena.edu.co/index.php/cienciasbiomedicas

Carlos Cruz Echeverría fue un hombre de pensamiento diestro y coloreado de humor. No fue un científico puro, aislado del mundo y de sus problemas sociales, todo lo contrario, la sensibilidad social y humana lo llevó a moverse a la vanguardia del ámbito político y la dirigencia social. Fue concejal de la ciudad de Cartagena en varios períodos, dirigente deportivo local y nacional, realizó aportes desde el área médica en el campo del boxeo. Sus textos sobre la postura profesional médica para el cuidado y protección de los boxeadores se publicaron en diferentes medios, incluso en lengua inglesa. De forma temprana se acercó a lo que hoy se denomina medicina del deporte, tuvo una columna de prensa sobre medicina y deporte en un periódico de amplia circulación regional, desde ese espacio educó a los deportistas y a la comunidad en general sobre los aspectos saludables del deporte.

Escribió por varios años columnas de opinión en periódicos de la ciudad de Cartagena y en otros de circulación regional, donde abordó temas diversos y de interés ciudadano, siendo punzante en problemáticas sociales y políticas. Por más de cinco años fue columnista del Periódico El Universal. Nunca perdió oportunidad para educar a la comunidad sobre aspectos referentes a la salud, especialmente sobre la salud mental. La Revista Ciencias Biomédicas presenta en su sección Las letras del maestro, Volumen 7(1):164-176, fragmentos de algunas de sus columnas para visibilizar su pensamiento médico y profesional. Pueden abordar resumen del artículo en el siguiente link e incluso acceder al artículo completo:
http://revistas.unicartagena.edu.co/index.php/cienciasbiomedicas/article/view/1417

Escribió dos relatos en el libro Pasiones de biches y maduros y una novela: Los asombros de Congobarato, donde combinó con maestría el sarcasmo y el humor, burlándose de la realidad social que le tocó vivir, inspirándose en amigos, detractores y en la realidad mágica del Caribe y sus actores. La Revista Ciencias Biomédicas presenta en su sección Historia de la Medicina de Cartagena, Volumen 7(1):157-163, una sinopsis de sus tres relatos de ficción en el siguiente link:
http://revistas.unicartagena.edu.co/index.php/cienciasbiomedicas/article/view/1416

Carlos Cruz Echeverria nació el 29 de agosto de 1927 en un hogar humilde en la ciudad de Barranquilla. Antes que tuviese un año de edad, sus padres se trasladaron a la ciudad de Cartagena, también en el Caribe colombiano, donde permaneció toda su vida. Falleció en la ciudad de Cartagena el 13 de octubre del año 2002, a la edad de 75 años.


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