No podía dejar de escribir sobre la tendencia del momento. En las redes, en las calles, en universidades, en reuniones sociales, en las oficinas, en el transporte público, en todas partes no hace sino hablarse de la serie emitida por Telecaribe “Déjala Morir”, una producción netamente Caribe que cuenta la vida de quien fue una de las más grandes exponentes del bullerengue en el país: Emilia Herrera, mejor conocida como “La niña Emilia”.
El 6 de marzo comenzó a emitirse esta historia que va más allá de contar la biografía de la Niña Emilia y se impone como una narración de la resistencia de las comunidades negras y afrocaribeñas, la cual logró en su primer día triplicar el raiting de las 9 de la noche del Canal Telecaribe y en el segundo capítulo duplicó el del primer día, es decir que aumentó en un 600% la audiencia del canal en esa franja. Algo nunca antes visto.
Además fue vista en más de 60 países vía streaming y los 6 capítulos que se han transmitido y han sido colgados en Youtube han alcanzado más de 190 mil visualizaciones.
De allí en adelante el crecimiento en raiting ha sido exponencial y eso sin contar con que durante el 1er, 2do y4to capítulo los hashtags #laniñaemilia y #déjalamorir fueron trending topic en redes sociales, desbancados únicamente durante el 3er día de emisión por los hashtags #díadelamujer y #felizdíadelamujer, con lo cual el equipo de producción se sintió dichoso dado que al ser ésta una serie donde se dignifica a la mujer y su papel en la sociedad Caribe, qué mejor tema para reemplazarlos que ese.
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Sin duda una serie de esta calidad marca un hito en la producción audiovisual de la Costa Caribe. Su riqueza visual y su enfoque narrativo; la impecable interpretación de los personajes, en especial de Aida Bossa quien personifica a la Niña Emilia; la reivindicación del costeño tan maltratado en las producciones nacionales; la calidad del equipo que participó en ella, compuesto en un 97% por costeños; la perfección hasta en los detalles más mínimos como las uñas de oro de Emilia, son los elementos que le dan fuerza a esta serie que sin lugar a dudas cuenta con una calidad suficiente para ser emitida internacionalmente.
Bueno, y luego de hablar de lo que todos podemos ver de la serie, hablemos de lo que no se ve. De todo aquello que sucedió para que ese producto que vemos en nuestras pantallas haya sido realidad. Para ello, tuve una cálida conversación de sábado por la mañana con mi amigo Edwin Salcedo, Director de la Corporación Pilas Colombia, encargada de la producción de la serie para el Canal Telecaribe y quien se desempeñó por ende como Productor Ejecutivo de la misma.
Así mismo, conversé con Ramsés Ramos, quien además de haber sido el Editor Conceptual, tuvo la difícil tarea de dirigir a todo el equipo de actores que pasaron por la serie; y obvio, no podía faltar Aida Bossa, actriz que interpreta magistralmente al personaje central de la serie.
“Por lo general, cuando sale el producto al aire, la gente se interesa en los contenidos, en la actuación, en la fotografía, en lo estético. Muy pocos indagan más allá de lo que se ve. Sobre todo en lo administrativo, logístico y ejecutivo, por ello me parece muy pertinente darlo a conocer”, me comentaba antes de iniciar nuestra conversación, Edwin Salcedo quien entre otras, inspiró el personaje del casero de Emilia que la echa de una de las muchas casas en las que vivió en Mahates y Evitar, quien se denomina Edwin “el coroncoro” Salcedo en la producción.
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El nacimiento de un proyecto
El proyecto nació hace aproximadamente un año cuando varios factores confluyeron para que éste fuera una realidad. Fue algo así como una alineación de astros, digamos que de esos ancestros que personificaron todas esas manifestaciones culturales que le hacen rico el relato de la Niña Emilia.
“Inicialmente el deseo de Telecaribe de querer contar historias regionales en las que se reivindicara nuestra cultura Caribe a partir de los dramatizados; en segundo lugar Andrés Salgado, escritor de la serie, había conocido durante las grabaciones del ‘Joe la Leyenda’ a Nelly Herrera, la hija de Emilia, y ésta le propuso hacer una producción sobre su madre, por lo que él le plantea escribir todo aquello
que recuerde de su mamá. Y en tercer lugar, Yuldor Gutiérrez junto con el Gerente de Telecaribe se reúnen con Andrés y se comienza a gestar la posibilidad de por primera vez hacer una serie de esta magnitud en la Costa”, explica Edwin.
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En ese momento entró él en escena junto con el Editor Conceptual, Ramsés Ramos (quien interpreta al Padre de la Niña Emilia, inspiración de la misma para componer “El pájaro picón”) y Alessandro Basile, quien dirigió la serie, y entre todos armaron metodológicamente el proyecto para superar lo más difícil de toda producción: la consecución de recursos.
Telecaribe había hecho un acercamiento inicial con la Autoridad Nacional de Televisión ANTV, y fue así como Pilas Colombia y el canal presentaron el proyecto para lograr la financiación de la producción.
“Tuvimos que ajustarnos al presupuesto que nos asignaron, dado que lo que teníamos pensado era mucho más grande, sin embargo fue mucho lo que pudimos lograr con los 618 millones de pesos que nos giró la ANTV y toda la ayuda externa en especie que conseguimos de proveedores y amigos que sumaría el doble aproximadamente. Es decir, estamos hablando de una producción de 1.200 millones en promedio”, agrega.
¿Por qué la Niña Emilia?
Sí, hay muchos otros cantantes, deportistas, escritores, en fin, personalidades que desde sus diversos contextos se destacaron en el Caribe y libraron sus luchas por recuperar nuestras raíces y demostraron su capacidad de resiliencia ante las adversidades sociales y económicas. ¿Por qué escoger específicamente a la Niña Emilia, una mujer que para muchos ya estaba olvidada, o que más bien era recordada únicamente en ambientes novembrinos o carnavalescos?
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Según Salcedo, La Niña Emilia encarna varios elementos que hacen a la vida en el Caribe excepcional: Ser mujer; ser afrodescendiente; el talento auténtico; la resistencia; la música; la espontaneidad y el desparpajo.
“Por eso no hubo dudas en hacer su historia de vida. La gente conoce su obra, pero no la conocían a ella... La estaban olvidando y los que ya la conocían ya se les iba diluyendo de sus memorias”, dijo.
La búsqueda del equipo
En el rodaje de la serie se fue formando como una familia. Cada quien fue vinculando personal a la producción de la serie teniendo claro que la premisa era que la gran mayoría fueran oriundos de cualquier lugar del Caribe colombiano. Fue así como dos estudiantes de Andrés Salgado: Rafa Cárdenas y Yurieth Romero se adicionaron al equipo, junto con Carlos García, para darle vida al guion bajo la coordinación de Salgado.
Y comenzaron el casting en Cartagena, Palenque, Barranquilla, Arjona, Bogotá y por supuesto Mahates, donde meses más tarde se llevaría a cabo parte del rodaje. En cada uno de esos lugares se fueron seleccionando personas de características afrodescendientes que de una u otra forma mostraran experiencia actoral, fluidez verbal, capacidad de improvisación, dicción y sobre todo naturalidad al interpretar a los personajes de la serie. Así mismo el equipo de producción aprovechaba para preseleccionar locaciones.
Según me contaba el Director Ejecutivo, fue un experiencia maravillosa el recorrer esos lugares y ver el talento afro que permanecía en el anonimato. “Descubrimos talentos increíbles, nos hubiese encantado darle la oportunidad a muchas más personas”, agrega.
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Se llevó a cabo entonces una combinación de actores, aquellos que ya tuvieran antecedentes actorales en la televisión y el teatro y otros talentos nacientes, con el fin de darle un equilibrio a las escenas y armonizar el relato. Ramsés Ramos, quien además de actuar en la serie fue un socio del proyecto, le inyectó toda su experiencia actoral y dirigió a todo el equipo de intérpretes a través de ejercicios corporales, dicción y construcción de personajes.
Para Ramsés Ramos, este reto fue muy grato y sorpresivo. “En mi quehacer como director, maestro, tallerista, me había topado con muchas personas que no tenían que ver con la actuación profesional. Sin embargo la experiencia con estos actores de la serie fue maravillosa. Me encontré un talento y unas capacidades excepcionales, ojalá podamos seguir haciendo cosas para que este talento crezca y se nutra, porque realmente el ejercicio que había aquí de conseguir esta mixtura de talento reconocido y de los que aún no lo son, era justamente lograr que estas personas que no han tenido la oportunidad de hacer proyectos de este calibre, pudieran ser vistos y apreciados en su máximo desempeño”, explicó.
De allí surgieron actores nacientes como Diana Banquez, John Narváez, Diana Caicedo, Cirle Tatis, Eparquio Vega, Henry “Mamba” Auraad, Zarys Falcón, Tatiana “la repelente” Agudelo, Luis Fernando Gil, Delly de la Nois, Eder Manuel Berrío (quien personifica a Nadín, el hijo consentido de Emilia, en su etapa más joven), entre otros. También son de destacar las apariciones especiales de Salvo Basile y Alfredo Gutiérrez.
El alquiler de equipos también fue 100% en el Caribe. Además de contar con el mejor Director de Fotografía que fue Rubén Fernández, se apoyaron con la Cartagena Film Academy de Édgar David y en la Dirección Musical con José Carlos María, quien tuvo el reto de dirigir a los músicos locales que participaron de la serie. Así mismo con Luis Carlos López en la Producciónde Campo, Carlos Ríos en la Dirección de Arte y Andrés Valencia en la Edición Final, entre muchos otros profesionales costeños que prestaron su apoyo.
Fueron 114 personas las que estuvieron involucradas en el proyecto, quienes le metieron alma, vida y corazón a la producción, obteniendo sueldos simbólicos pues el presupuesto no daba para pagar lo que realmente costaba el trabajo de cada quien. “Nuestra energía simplemente se expandía por el sentir Caribe y se percibe en el producto. Cada quien puso lo mejor de sí. El producto es así de bueno porque lo hicimos con empuje, con fuerza y con magia”, menciona Salcedo.
La investigación
Con una investigación profunda de campo se inició la etapa de preproducción. El equipo de producción visitó todos los periódicos del Caribe a ver qué había documentado sobre el personaje y adicionalmente se fue a Evitar, Mahates y Gamero a buscar trazas de relaciones con las personas que la Niña Emilia tuvo cercanía. “Fue una investigación de 360 grados sobre la vida de Emilia y de qué se trataba su cotidianidad. Ese fue nuestro insumo inicial junto con el documento que nos dio Nelly”, explica Edwin.
Emilia además fue estudiada fenotípicamente para que su personificación fuera lo más cercana a la realidad. Es por ello que Aida fue sometida al sol durante 3 semanas para que su piel lograra la tonalidad de Emilia, lo cual fue reforzado con algo de maquillaje.
“La raza negra la llevo en la sangre por mi abuela. Todos en el Caribe somos producto de una mezcla de razas. Era simplemente un tema de color de piel. Pero la sangre negra estaba allí”, me comentaba Aida Bossa.
¿Y cómo hallaron a la Niña Emilia?
Según cuenta Salcedo, Aida Bossa mandó su casting como muchas otras personas que se postularon para ese personaje y sin lugar a dudas sorprendió no solo por sus altas cualidades en la actuación, sino por su capacidad para la interpretación musical de las canciones de Emilia.
El personaje no era fácil. De hecho era todo un reto. La actriz no sólo debía conocer los elementos de la zona donde se desarrolló Emilia, tener la capacidad de actuar de forma convincente, sino que debía tener talento musical. “Todo ello lo encontramos en Aida, una mujer que se conoce de arriba abajo la zona porque su familia es de allá, además es más negra que cualquier negro hablando en términos identitarios. Su vida es totalmente afro”, explica Salcedo.
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“Yo me le mido a este proyecto y a este personaje por dos cosas: una por el tema musical. Emilia me iba a permitir poder cantar estos cantos y canciones tan Caribes Y dos porque yo creo que nos debíamos esto. Mostrar y relatar nuestras historias, hechas y contadas por gente del Caribe… eso lo necesitábamos hace mucho rato. En la Costa tenemos una cultura maravillosa, una riqueza social absolutamente grande y creo que en televisión nos han mostrado de una forma clichesuda. El costeño va mucho más allá de un ‘eche’, un ‘ombe’ y un ‘ajá tú qué’. El Caribe es otra cosa, otro sentir que explora 'Déjala morir'”, argumenta Aida Bossa.
Y es evidente que no pudieron encontrar mejor actriz para personificar a Emilia. La sensibilidad, la mística, la delicadeza, la sutileza y cada detalle de Aida Bossa al interpretar el personaje, son sencillamente brutales. Uno no podría imaginarse a Emilia de otra manera.
Según me comentaba Aida, sólo tuvo dos elementos para analizar la expresión verbal y no verbal de Emilia, fueron la entrevista que Ernesto McCausland le realizó en 1989, cuatro años antes de la muerte de la artista, y un par de videos de You Tube donde cantaba en shows de Jorge Barón.
“Escuché cada canción de Emilia, incluso aquellas que jamás había escuchado. Estudié cada expresión, sus saludos, risas, dichos, forma de cantar y así empecé a descubrirla y a sentirla. Luego viajé a Evitar, vi la gente en su cotidianidad, eso que somos en el Caribe… y me involucré completamente con el personaje”, contaba Aida Bossa.
Quizás uno de mis mayores interrogantes sobre esta producción, es la voz de Aida personificando a Emilia. ¿Cómo llegar a tal grado de perfección? Según la actriz es un trabajo investigativo y actoral, un tema de técnica.
“Esas mujeres ‘galilludas’ las tenemos en la región”, me decía entre risas. “Esos galillos son súper familiares para nosotros en el Caribe. Como mujer de la región llevo eso en la sangre. Mi papá por ejemplo, fue bajista en los Soneros de Gamero y en mi casa siempre se escuchaba a Emilia y de una u otra forma uno imitaba ese tono de voz y jugaba con eso. Las canciones que grabamos en la producción: ‘Coroncoro’, ‘Cundé cundé’, ‘currucuchú’, ‘la penca’, ‘la muchachita inyectá’ y un vallenato con Alfredo Gutiérrez, tal como los escuché, tal cual los grabé”, agrega Bossa.
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La riqueza del lenguaje
Gracias a la autonomía creativa que Telecaribe le dio a Pilas Colombia para la producción, podría decir que La Niña Emilia emplea un lenguaje atrevido. Posee elementos de serie, de novela, de documental y evidentemente de musical. Y todos esos elementos hacen que exista una armonía narrativa que mantiene la expectativa en el producto. De allí el hacer los capítulos tan cortos... como para que la gente quede con ganas de más...
En 'Déjala Morir' la música va tejiendo la historia, se escucha desde ranchera hasta champeta, y Nelly, la hija de Emilia, va consolidando y dándole veracidad al relato. Son como sellos y broches que le dan cuerpo a la narración.
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Así mismo, las entrevistas ficcionadas de Emilia, inspiradas en gran medida en la de McCausland, permiten imaginarse por un momento que el personaje revive para contar su propia historia. Es algo así como Aida buscando el personaje de la niña Emilia, y al mismo tiempo Emilia insertándose en Aida.
En la historia también se realizaron experimentos sociales con el fin de hacer un cambio de rol en estereotipos, según me contó el productor. “Quisimos que la bruja y el diablo fueran blancos, para romper ese mito que lo malo es negro, queríamos ver qué pasaba con esa narrativa en la que tocábamos ese asunto racial e identitario y creo que funcionó”, acotó.
Esos 21 días de grabación, 25% en Cartagena y 75% en Mahates, Gamero y Evitar, fueron resumidos en 10 capítulos de media hora, que inicialmente habían sido pensados en 5 de 1 hora. “Por estrategia de narración y sostenibilidad decidimos dosificarla a 10 capítulos, con el fin de dejar ese elemento de expectativa y Telecaribe nos apoyó”, mencionó Salcedo.
Las reacciones
No me he encontrado un comentario malo. En las redes, con las personas que he hablado a nivel personal y académico, todos coinciden en que un proyecto así le hacía falta al Caribe. Un proyecto que dignificara al costeño y reivindicara ese papel de bufones que se nos había dado en las personificaciones en producciones nacionales.
Martín Peña, por ejemplo, publicó en los comentarios del video del primer capítulo de la serie en You Tube: “Qué producción tan impecable. Muchos éxitos en este proyecto. Bien bacano con esas actrices y actores que representan naturalmente la región. Éxitos para Telecaribe #DeExportación”.
Anibal Gallo mencionó: “Excelente!!! Me ha encantado...sentí como si estuviese leyendo una novela de García Márquez”.
Lofemuto dijo: “EXCELENTE TELECARIBE, que buena historia, que buena producción, que buenos actores, me recordó mi infancia, mi gente, mi tierra, espero que sigan contando estas historias que merecemos conocer los colombianos. Colombia no es solo narcos y tetas, hay miles de personajes que merecen homenajes... ya quiero ver el segundo capítulo, aplausos de pie para La Niña”.
“Hemos recibido cada comentario con mucha humildad. Aquí todos hicimos una apuesta, todos creímos en el proyecto, desde el director hasta el utilero, todos hicimos aquí una familia y hoy nos sentimos complacidos con la acogida que ha tenido el producto”, concluye con gran satisfacción Edwin Salcedo, a quien agradezco enormemente por haberme “encarretado” de esta forma tan increíble este fin de semana, con la magia de esta maravillosa producción.
*Fotos suministradas por la Producción de 'Déjala morir'.