De la prostitución y otros demonios


Seguramente las fuertes oraciones contra la prostitución en la ciudad se harán fervientemente todas las noches en las horas laborales de las protagonistas de los vestiditos cortos, seguramente, por allá por el mes de Diciembre, en plena época turística, podremos observar un círculo angelical de fieles oradores por la vida y obra de estas niñas descarriadas que se consiguen el pan y la cerveza con la entrepierna y otros sectores del cuerpo; el caso de que hayan llegado a la prostitución, una de las profesiones más viejas del mundo, es un escenario, contexto y discurso totalmente diferente al que ha sucedido por estos días en esta tierra de patacones fritos.

La oración que realizó la iglesia La Unción en el Centro de Convenciones de Cartagena, ha demostrado ser, como muchos actos más que llevan a Dios por delante, una manifestación pura –lamentablemente- de marketing y publicidad en la fe, donde se ora y se suda con las manos agarradas ante las problemáticas sectorizadas a cargo de los pastores de piadosos ánimos; porque no es de Dios, orar por mujeres encueradas en público como buenos samaritanos, y no hacerlo también por todos aquellos inconvenientes, que para variar, son cualquier cantidad por estos lados; con esto no digo que no lo hayan hecho, seguramente lo han realizado igual de enérgicos como en el Centro de Convenciones, pero aprovechar este tipo de congresos para sonar las panderetas de la plegaria, justamente en estos momentos y no haberlo hecho en diferentes ocasiones cuando el problema ya está creado hace años, no es más, y disculpen, un acto de floja propaganda.

Hubiese sido un acto para aplaudir y hasta para entregar premios y condecoraciones, que esos mismos que se pararon a orar, hicieran también una evangelización directa en los sectores donde todos sabemos que se ejerce esta inmunda o gallarda profesión dependiendo del cristal desde donde se observe, recordemos pues, que Jesús le sacó siete demonios a María Magdalena (Lucas 8,2) mujer a la que se le ha asociado a la prostitución, cosa que todavía no está totalmente aclarada, estudiosos afirman que sí, ya que provenía de la ciudad de Magdala (ciudad relacionada con la prostitución), otros dicen que fue el papa Gregorio I que tuvo una confusión en la interpretación de la palabra y mal informó a todo el mundo; en fin y como haya sido, fue una de las mujeres que presenció la crucifixión del hombre al cual se le atribuyen en nombre las oraciones alzadas en forma de círculo para corregir el camino de estas ovejas extraviadas.

Seguramente también, ésta administración no moverá una hoja para negar una actitud menos importante ante esta situación, con el argumento de que es un problema viejo de la ciudad, por esa razón, llaman a gritos las vasijas de agua para –con o sin jabón, con o sin argumentos, lavarse las pulcras manos-; pues claro, anteriormente los demás mandatarios han hecho lo mismo, los problemas e inconvenientes en las ciudades se arreglan a dedo o al interesado mayor, actividad casi altruista para pocos, pero un tanto cancerígena para esta ciudad llena de fantásticos pergaminos.

Es algo complicado de asimilar, es… un tanto difícil de digerir, que la Alcaldía haya realizado una alharaca por Lalexpo, el cual se ha definido como congreso de negocios para el entretenimiento de adultos, y ser conscientes que a pocos metros de sus oficinas, las calles de Cartagena, en La plaza de los coches, para ser más exactos, están embadurnadas de actividades abiertamente a la prostitución, están decoradas por ese sector señalado del gremio femenino corrompido; un desfile rebosante de altos tacones se pasea por los adoquines de la ciudad, y sin embargo, ante ese inconveniente, no es para nadie un secreto que los mandatarios del poder, poco, o casi nada han hecho; no lo han hecho hasta ahora, y no creo que lo vayan a realizar. No tengo ni idea si eso llegará a sus conciencias, ni mucho menos si tocarán las puertas de su actuar en la moral y buenas costumbres; pero qué tan agitada debe de estar la cuestionada ética, cuando te manifiestas por un congreso de negocios para adultos y haces creer que tienes los ojos obstruidos para palpar la realidad de tu propio pueblo.

Si bien, la prostitución y la pornografía, esta última materia prima de Lalexpo, son dos cosas distintas, basta con ver el flujo de trabajo de ambos y sacar muchas diferencias, pero al finalizar el túnel, al acabar este cometido laboral de diferentes poses y exigente resistencia física, se agarran las manos. Es algo jodido realizar este tipo de congresos en una ciudad que está atorada de un preocupante turismo sexual, por eso, resalto el actuar –sea como haya sido, y por las razones que sean o que hayamos desconocido- de los mandatarios de la ciudad ante Lalexpo; de todas formas es igual atrás que en la espalda, y eso es cuento en burro, lo del turismo sexual en la ciudad no es el misterio apoteósico desde los años 1.600, eso, hasta la India Catalina que no ha de tener ojos lo sabe, y ante esa adversidad en este corral de muchos juguetes, pues… muy bien, gracias.

Ya no cabe cuestionar el modus operandi de los actuales directores técnicos del Cartagena Fantástica Social Club temporada 2016/2019, en ese orden de ideas, están en total libertad para cancelar suspender acabar y olvidar cualquier tipo de manifestación deshonesta que vaya a descomponer estas playas de atildada educación, ni más faltaba que habría que decirles ahora de qué forma deberían tomar por los cachos los diferentes problemas de la ciudad, pero considero que la forma de hacer las cosas hablan también, y en eso –en lo cual coincidimos muchos-, han dejado mucho que pensar. Ya solo queda ser, naturalmente, respetuosos en la anoréxica crítica así a muchos les produzca ardor, y esperar que de verdad realicen una buena obra –en este caso en particular- con aquellas mujeres de vida inquieta, que de seguro han de querer un cambio en ella misma, que tal vez recen un padre nuestro y que por cosas de negocios se llamen bendecidas.


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