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Muerte a Cartagena


"Si hay que sacar las armas para matar se sacan". No existe la posibilidad en saber al menos el nombre de la concejal que ha manifestado esta aberración, no me interesa. No basta para ella toda la muerte, toda la sangre, víctimas, desamparo, huérfanos; no es suficiente todo el dolor que nos persigue en este país. El desconocimiento absoluto de la guerra es palpable, una ignorancia completa a nuestra historia. No tiene idea de lo que es, no se imagina el trastorno que se incuba en la muerte. De ser esto último lo contrario, si desafortunadamente ha sido víctima del conflicto, entonces, peor aún, son expresiones llenas de cinismo, son palabras llenas del desastre.

Este discurso no es más que una herencia. Un rabo ardiente de placer para aquellos que no tienen otra opción que solucionar las cosas con el exabrupto. ¿Cuántas declaraciones más de esta índole hay que soportar? ¿no es suficiente con lo que ya ha pasado? ¿se necesitan más muertos en este país, en esta ciudad, en esta sociedad? “porque es que aquí nadie es mocho nadie es bobo” interpela la concejal con el único argumento de los bárbaros, usar la sevicia como método de “respeto”. No nos sirve una persona como ésta en la ciudad, no aporta nada una concejal que haga apologías a la muerte, que hable con pasmosa naturalidad de matar. No le sirve a Cartagena una persona que quiera defender sus intereses con revolver y, como si esto no fuera ya un acto desmedido, amenazar a quien le parezca.

La desgracia ha campeado tanto por estas tierras, que ya no sé durante qué tiempo hemos llorado, ha hecho y desecho durante tantos años, que se ha normalizado este tipo de expresiones llenas de ignorancia, vergüenza y pena. La concejal evidencia su falta de razón, no conoce las consecuencias que ésta trae, no ha visto entonces, el atraso irreversible que tiene Colombia en los hombros por expresiones iguales a la ya mencionada, "Si hay que sacar las armas para matar se sacan". Repugnante.

Asumo, después de un difícil intento de asimilar este despropósito, la existencia de confusiones en su explicación. Sin embargo, la claridad de tu tesis fue explícita, sólida e intimidante; no vaciló en la amenaza, no dudó en la incitación violenta de las armas, ni mucho menos en el acto deplorable del asesinato. Es un discurso errático, inconsciente, analfabeto, ¿para qué ser concejal sino es para buscar soluciones a una ciudad que está curtida por la violencia y la corrupción? ¿para qué usar la democracia, hacerse elegir y restregar una vez más un alegato de muerte? Como si ya no estuviéramos hasta los tuétanos de eso. Olvidó una sintaxis para lo que quiso expresar, no hubo contexto ni coordinación entre mente y voz, pero sí denotó una seguridad en su acto donde no cabe el titubeo para a lo que matar se refiere, no es mi conclusión, fue lo que ella libremente expresó. Tremendo.

No hemos aprendido nada si existen personas en Cartagena con el mismo raciocinio de la concejal. Nos ha pasado la sangre y la historia por encima y, nada aprendimos. Creería que, al menos se le llamará la atención o, respetablemente manifestará disculpas. Mi optimismo llega a pensar que la entidad competente le hará un seguimiento y, si existe seriedad ante la vida, llegará una sanción después de semejante barbaridad.

Conservadores y liberales se mataron durante años por la misma razón “porque es que aquí nadie es mocho nadie es bobo” A Gaitán, Galán, Pizarro Leóngomez, Garzón, Lara Bonilla, Gómez Hurtado y demás políticos los asesinaron porque "Si hay que sacar las armas para matar se sacan". No sorprende la mentalidad de personas que viven ignorando la historia de un país donde la amenaza es ley.


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