Me levantaré temprano,
abriré las ventanas al aire frío.
Dejaré entrar al gato,
mientras aplaco la culpa,
entre las labores domésticas
que nos devuelven a nosotros mismos.
Frío indeciso, modesto,
dubitativo, fácil de adjetivizar.
Porque los días nos hacen otros,
y viene el túnel,
y hemos cruzado una página en blanco
que no supimos escribir.
Fácil frío, previsible y acaso deseable,
porque prepararé café
y prenderé el fuego
y las luces cálidas;
y te querré así:
entre los brillos de tu carácter
y las luces de Navidad.