FUNDAMENTALISMO RELIGIOSO: cuando el deseo de llegar al cielo desata el infierno en la tierra
Resumen
Las religiones abrahámicas —judaísmo, cristianismo e islam— proclaman en su núcleo teológico la centralidad de un Dios misericordioso, justo y compasivo. Sin embargo, la historia muestra que, cuando estas tradiciones son atravesadas por lógicas fundamentalistas, pueden devenir en dispositivos simbólicos y prácticos de violencia extrema. El presente ensayo analiza el fenómeno del fundamentalismo religioso como una patología del sentido religioso, en la que el deseo de salvación absoluta se transforma en justificación del daño, la exclusión y la muerte del otro. Desde un enfoque interdisciplinar que articula psicología social, filosofía moral, sociología de la religión y estudios contemporáneos sobre radicalización, se examina cómo el fanatismo religioso opera mediante la absolutización de la verdad, la clausura hermenéutica y la deshumanización del disidente. Se argumenta que el fundamentalismo no es una consecuencia necesaria de la religión, sino una distorsión que emerge cuando la fe es instrumentalizada para resolver angustias identitarias, conflictos políticos y crisis de sentido. Finalmente, se proponen claves críticas para una desradicalización basada en la hermenéutica, la ética del reconocimiento y la madurez psicológica de la experiencia religiosa.
Palabras clave: fundamentalismo religioso; fanatismo; violencia simbólica; radicalización; religiones abrahámicas; psicología de la religión.
1. Introducción
Judíos, cristianos y musulmanes comparten una afirmación teológica central: Dios es misericordioso. El judaísmo proclama al Dios de la alianza y la justicia compasiva; el cristianismo anuncia al Dios que se encarna y muere por amor; el islam invoca, en cada sura, a Allah al-Rahman al-Rahim —el Compasivo y Misericordioso—. Sin embargo, la historia humana ofrece una paradoja inquietante: en nombre de ese mismo Dios, los seres humanos han sido capaces de matar a Cristo, instaurar la Inquisición o desatar la yihad armada.
Esta contradicción plantea una pregunta central para las ciencias humanas y sociales: ¿cómo una experiencia religiosa orientada al bien supremo puede transformarse en una maquinaria de violencia? El presente ensayo sostiene que el fundamentalismo religioso no es una expresión radical de la fe, sino su corrupción psicológica, ética y hermenéutica. Cuando el deseo de llegar al cielo se absolutiza y se divorcia de la misericordia, la religión deja de ser camino de sentido y se convierte en justificación del infierno en la tierra.
2. Fundamentalismo religioso: delimitación conceptual
El fundamentalismo religioso puede definirse como una forma de creencia caracterizada por la absolutización literal de textos sagrados, la negación de la pluralidad interpretativa y la convicción de poseer una verdad total que legitima la exclusión o eliminación del otro (Almond et al., 2020). No se trata simplemente de conservadurismo doctrinal, sino de una estructura mental cerrada que transforma la fe en ideología.
Investigaciones recientes subrayan que el fundamentalismo no surge primariamente de la teología, sino de condiciones psicosociales específicas: inseguridad identitaria, percepción de amenaza cultural, humillación colectiva y crisis de sentido (Horgan, 2021; Kruglanski et al., 2022). En este marco, la religión opera como un contenedor simbólico que ofrece certezas absolutas frente a la ambigüedad del mundo moderno.
3. Psicología del fanatismo: cuando Dios se convierte en arma
Desde la psicología social, el fundamentalismo se vincula con procesos de cierre cognitivo, pensamiento dicotómico y deshumanización del exogrupo (Van Prooijen & Krouwel, 2023). El fanático no dialoga: combate. No interpreta: impone. No confía en Dios: lo sustituye.
Kruglanski et al. (2022) explican la radicalización como una “búsqueda de significado” desviada: el sujeto, enfrentado a una vida percibida como insignificante o humillante, encuentra en la causa religiosa radical una narrativa que le otorga identidad, misión y heroísmo. En este proceso, el otro deja de ser prójimo y se convierte en obstáculo sagrado que debe ser eliminado.
Así, matar en nombre de Dios no es un exceso de fe, sino un déficit profundo de humanidad.
4. Judaísmo, cristianismo e islam: textos sagrados y derivas violentas
Las tres religiones abrahámicas contienen textos que, descontextualizados y leídos sin mediación hermenéutica, pueden ser utilizados para legitimar la violencia. Sin embargo, la exégesis contemporánea coincide en que dichos textos responden a contextos históricos concretos y no pueden erigirse en mandatos universales (Esposito, 2021).
En el cristianismo, la Inquisición no fue consecuencia directa del Evangelio, sino de su captura por el poder político y el miedo a la disidencia. En el islam, la yihad armada contemporánea no representa a la mayoría de los musulmanes, sino una interpretación minoritaria y politizada (Ayoob, 2023). En el judaísmo, los extremismos violentos surgen cuando la identidad religiosa se fusiona sin crítica con proyectos nacionalistas excluyentes (Beck, 2024).
El problema no es Dios, sino la pretensión humana de poseerlo.
5. Fundamentalismo como patología de la interpretación
Desde una perspectiva filosófica, el fundamentalismo puede comprenderse como una negación de la hermenéutica. Gadamer ya advertía que toda comprensión auténtica implica apertura, diálogo y reconocimiento de la historicidad del intérprete. El fundamentalista, por el contrario, clausura el sentido: su lectura es definitiva, no admite corrección ni alteridad.
Autores contemporáneos sostienen que la violencia religiosa emerge cuando la fe pierde su dimensión simbólica y se convierte en literalismo rígido (Ricoeur, citado en Kearney, 2021). En este punto, Dios deja de ser misterio y se transforma en consigna.
6. Religión, poder y violencia simbólica
El fundamentalismo no solo mata cuerpos; también mata lenguajes, memorias y posibilidades de convivencia. Bourdieu describió este fenómeno como violencia simbólica: una forma de dominación que se ejerce imponiendo significados únicos como si fueran naturales e indiscutibles.
En contextos de polarización global, el discurso religioso fundamentalista se alinea con proyectos políticos autoritarios, reforzando dinámicas de amigo-enemigo (Appleby, 2020). Así, el cielo prometido se convierte en herramienta de control terrenal.
7. Claves para una desradicalización ética y psicológica
La investigación reciente converge en que la desradicalización religiosa no se logra mediante represión, sino a través de procesos educativos, hermenéuticos y relacionales (Horgan & Braddock, 2023). Entre las claves fundamentales se destacan:
- Educación religiosa crítica, que distinga fe de fanatismo.
- Hermenéutica contextual, que recupere la complejidad de los textos sagrados.
- Ética del reconocimiento, que reinstale al otro como prójimo y no como enemigo.
- Madurez psicológica de la fe, entendida como capacidad de vivir la ambigüedad sin violencia.
Creer en un Dios misericordioso implica, necesariamente, renunciar a la pretensión de matar en su nombre.
8. Conclusiones
El fundamentalismo religioso no es un exceso de religión, sino su negación más profunda. Cuando el deseo de salvación se divorcia de la misericordia, la fe se pervierte y el cielo se convierte en excusa para el infierno. Judíos, cristianos y musulmanes no traicionan a Dios cuando dudan o dialogan; lo traicionan cuando matan convencidos de tenerlo de su lado.
La verdadera experiencia religiosa no elimina al otro: lo reconoce. No impone el cielo: lo espera. No desata el infierno en la tierra: lo combate desde la compasión, la justicia y la humildad hermenéutica.
Referencias
Almond, G. A., Appleby, R. S., & Sivan, E. (2020). Strong religion: The rise of fundamentalisms around the world. University of Chicago Press.
Appleby, R. S. (2020). Religious violence: The strong, the weak, and the pathological. Journal of the American Academy of Religion, 88(2), 421–449. https://doi.org/10.1093/jaarel/lfaa004
Ayoob, M. (2023). The many faces of political Islam. University of Michigan Press.
Beck, U. (2024). Religion and the question of violence in modernity. Polity Press.
Esposito, J. L. (2021). Islam and peace in the twenty-first century. Oxford University Press.
Horgan, J. (2021). Psychology of terrorism (3rd ed.). Routledge.
Horgan, J., & Braddock, K. (2023). Rehabilitating the terrorists? Challenges in deradicalization programs. Terrorism and Political Violence, 35(4), 689–707. https://doi.org/10.1080/09546553.2021.1877726
Kearney, R. (2021). Anatheism: Returning to God after God. Columbia University Press.
Kruglanski, A. W., Bélanger, J. J., & Gunaratna, R. (2022). The three pillars of radicalization. Oxford University Press.
Van Prooijen, J.-W., & Krouwel, A. P. M. (2023). Psychological features of extreme belief systems. Current Opinion in Psychology, 49, 101545. https://doi.org/10.1016/j.copsyc.2022.101545