La parábola de la liebre que cruzó el río con el escorpión en la espalda es una historia que ilustra el concepto de confianza y naturaleza intrínseca. La historia varía en detalles dependiendo de la versión, pero la idea central es la misma.
En resumen, el relato cuenta que una liebre amable y compasiva encuentra a un escorpión en la orilla de un río, aparentemente en problemas. La liebre, sintiendo lástima por el escorpión, aunque con miedo, le ofrece llevarlo a través del río en su espalda. El escorpión le asegura que no la picará, ya que si lo hiciera, ambos se ahogarían.
La liebre, confiando en las palabras del escorpión, accede y comienza a cruzar el río. Sin embargo, a mitad del camino, el escorpión traiciona su confianza y pica a la liebre. Mientras se hunden en el agua, la liebre, sorprendida, le pregunta al escorpión por qué lo hizo, a lo que el escorpión simplemente responde que es su naturaleza.
Moraleja: Esta parábola resalta la idea de que, a veces, la naturaleza intrínseca de una persona (o un escorpión en este caso) es tan fundamental que no se puede cambiar, incluso cuando se promete lo contrario. Es una advertencia sobre la confianza ciega y la necesidad de ser conscientes de las verdaderas motivaciones y naturaleza de los demás
