En algún momento de la vida, en cualquier contexto, hemos tenido que dar nuestra opinión frente a temas complejos, o hablar delante de personas con quienes no tenemos confianza, o sencillamente decir verdades con sutileza, y para ello ha sido necesario hacer toda una antesala diplomática con el fin de no herir susceptibilidades ni pecar por imprudente.
Dicho de otra manera, para no tener problemas cuando nos expresamos nos toca disminuir el impacto de lo que decimos, sin parecer insolente, soltando esa opinión con ingenio y disimulo, haciendo buen uso del que denomino método infalible de anestesia gramatical.
Anestesia significa etimológicamente insensibilidad, experimentar una falta de conciencia e incapacidad para sentir dolor, así que cuando queremos envolver o "embolatar" a nuestro receptor para tocar temas delicados, hacemos uso del top 5 de las frases anestésicas que nos hacen quedar como príncipes cuando de cantar las verdades se trata.
Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, si reconocen alguna de las siguientes expresiones anestésicas:
1. Después de decir “con todo respeto” es justamente el respeto lo que desaparece del mensaje. Anteponemos la frase para decir tajantemente lo que opinamos. Esta es la manera más sutil de sincerar un sentimiento o apreciación, a veces puede ser ofensivo, pero bajo los efectos de la anestesia el interlocutor acepta la disculpa prepagada y es insensible a la dimensión del insulto. Ejemplo: “con todo respeto, tú estás malcriando esos niños…”
2. Cuando decimos “sin ofender”, el receptor debe preocuparse, porque lo que le viene es la cruel realidad del tema tratado. Esta frase es usada muchas veces mientras se da un consejo o después de un regaño, como para mermar la culpa pero igualmente reprendiendo: “sin ofender, tu abusas de la confianza de tu mamá…”
3. “No estás tu pa’ saberlo ni yo pa’ contarlo” significa: “no me tomes por chismoso, no es que yo sea sapo, pero…” y le sigue aquel dato importante de es tercera persona, protagonista del tema en cuestión. Es un lavado de manos previo, para pecar por comunicativo.
4. La frase “modestia aparte” es una falacia en sí misma, un antónimo completo, porque alardear de “modesto” es ser presumido. Regularmente va al final de la frase, es decir, esta infusión de anestesia va después del dolor, pero surte el mismo efecto. Ejemplo: “yo soy una persona muy organizada con mis cosas, modestia aparte”
5. En las excusas propiamente dichas “perdón que me meta”, “me vas a disculpar”, “que pena pero…” en las que la advertencia es literal, se dice lo que toca sin tanto adorno pero entendiendo que debe ser con formalidad, porque sin adicionar la anestesia gramatical puede ser hiriente. Ejemplo: “perdón que me meta, pero el profesor tiene razón…”, “me vas a disculpar pero la que tuvo la culpa fue...”, “que pena pero yo llegué primero…”
Estas frases tienen estrecha relación con los eufemismos, comunes en nuestro tiempo en el que a todo le cambiamos el nombre para decorar realidades. De igual manera, es importante tener consideración por las discrepancias, no podemos estar de acuerdo en todo y expresarlo con frases anestésicas, puede que se demore un poquito pero se oye más bonito.
Con la incursión de estos términos en nuestro argot, damos opiniones cargadas de tanto analgésico lingüístico que nos decimos las verdades y las pasamos por mamadera de gallo. Sin embargo, no es malo, de todas maneras, prefiero que brille la luz de la verdad por sobre todas las cosas, y mientras sea a la cara, bienvenidos los recursos del lenguaje.