El Millennial Cartagenero


Si lo sacudiste porque tenía arena, si lo tenías presente de sol a sol, si madrugaste un sábado a ver los Cuentos de los Hermanos Grimm, luego los Dummies y después los Power Rangers se podría decir atrevidamente, que compartíamos algunos gustos. Si Coco, Vainilla, Tomillo y Canela aparecían en tu televisor y no en la cocina y si te dijeron que el mundo se acabaría y que llegarían los extraterrestres pero contrario a esto sobreviviste para ver cómo surgía el reggaetón y el vallenato Nueva Ola, no se hable más: Somos Millennials.

Somos los niños y adolescentes que cruzamos el Nuevo Milenio y nos hicimos adultos en el siglo XXI, es decir, los nacidos entre 1981 y 1996, quienes hoy tenemos entre 20 y 35 años. Teorías de segmentación nos llaman “Generación Y”, “Generación del Milenio” o “Generación Peter Pan”, porque contrario a los antecesores, nuestros hábitos y actitudes nos mantienen siempre jóvenes, vivimos más en casa, el matrimonio y la procreación no son prioridad, estudiamos y nos preparamos con mayor compromiso y profundidad, procuramos ser más que bilingües, políglotas; yo también adjudico el nombre de "Generación Forever Brackets" o "Love Generation" porque estamos preocupados por mejorar nuestra apariencia y sonrisa pero al mismo tiempo que nos encariñamos con el tratamiento y dura más de la cuenta. No se extrañen al oír hablar a un par de millennials:

- Amigo ¿cuánto llevas con los brackets? (en esta generación no se les llama frenillos)
- 4 años, imagínate
- Te gané, demoré 5 con los de arriba y 6 con los de abajo. Tranqui.

Lo que realmente quiero destacar es cómo fue esa época maravillosa para nosotros, porque si Andrés López le contó al mundo cómo vivió su Generación de la Guayaba y Andrés Cepeda le cantó a “la historia de su generación”, nosotros merecemos contar la nuestra, y no es cualquiera, porque pese a que frente a nuestros ojos emergió la era digital somos la última generación del mundo que supo lo que era un recreo sin celular.

Los Millennials somos pioneros en tecnología, magister en videojuegos porque vivimos la transición desde el Nintendo 64 hasta nuestros días, la evolución del cassette, al cd y luego al formato mp3, supimos lo que era tener un computador blancuzco y cabezón con Windows 95 y de la misma manera usamos ahora un P9. Disfrutamos de la televisión por cable a color, parece como si el mundo hubiera estado preparando sus avances para recibirnos con comodidades tecnológicas y facilitarnos la vida.

Hicimos mandado en tienda, coleccionamos de cuanta pieza trajeran los paquetes: Jacksnack, hielocos, tazos, creiamos en las promesas que se escondían debajo de las tapas de gaseosas y más de una vez nuestros padres corretearon un camión de alguna marca para reclamar un obsequio deseado.

Vimos la transformación y descentralización de Cartagena, la llegada en 1996 de tres centros comerciales sobre la Avenida Pedro de Heredia, dotados de cine, restaurantes y cadena de supermercados, puntos de encuentro y diversión como el inolvidable Discovery, llegaron para ampliar la oferta de ocio de la ciudad que iba en expansión.

Si eres millennial seguro entenderás cuando te digan: "nos encontramos a las 3:00 PM en el Magaly de las escaleras eléctricas", te acordarás que el Parque de La Marina fue donde trajeron a la muñeca Camila, que hubo un Centro Recreacional que hoy es hotel y sabes lo que es sentir la adrenalina de competir entre colegios escribiendo cartas para ganar un concierto.

Tu y yo llenamos cartillas, de novelas, de agrupaciones, de series y compramos cancionero y cachivaches afuera del colegio. Y ni qué decir de la fruta más deliciosa y saludable del mundo: el mango con sal de la puerta del colegio (aplica para todas las instituciones y jornadas) ese que te ibas comiendo a pie o en la ruta bajo el inclemente sol Caribe pero que disfrutabas con satisfacción.

A nosotros nos tocó hacer tareas con enciclopedia, Larousse, Consultor Estudiantil, libro de primos mayores.... Mejor dicho, a la antigua. Leyendo y sacando resumen, cargando con el "mamotreto" para el colegio porque si no había fotocopiadora cerca, no había más remedio. Finalizando etapa escolar para algunos apareció su majestad "Encarta" y posteriormente el internet a los hogares. Hicimos parte de una transición importante, el know how cambió para nosotros sobre la marcha, y nos preparó para lo que se venía.

Un recorrido a vuelo de pájaro por lo que somos está por terminar, no sin antes pedir: ¡levanta la mano si tu ere’ una ciguapa!. Fuimos la última generación que bailó sin pena y corrió con los primos en una reunión familiar. Para todo lo demás existe el celular.

Nuestra historia está llena de anécdotas y marcadores somáticos ilustres que no pueden ser abordados a la ligera y que merecen ser desempolvados para mantenerlos vivos. Por eso, al mejor estilo de nuestro tiempo los invito a que no se pierdan mi próxima publicación, por este mismo canal y a la misma hora.

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