Growth Mindset: de la mentalidad fija a la mentalidad de crecimiento


En el XIX Simposio Internacional de Gestión Humana que se llevó a cabo en Cartagena de Indias y fue convocado por ACRIP, uno de los temas centrales fue el Growth Mindset o mentalidad de crecimiento, una filosofía que está transformando la forma en que las personas y las organizaciones enfrentan los retos. La intervención de expertos como Víctor Mujica, Director de Atracción de Talento en Uber, subrayó que la verdadera ventaja competitiva de las empresas no reside tanto en la tecnología —que se puede comprar—, sino en la capacidad de cultivar una mentalidad que favorezca el aprendizaje constante y la adaptación.

El Growth Mindset se contrapone a la mentalidad fija. Mientras la mentalidad fija se refleja en frases como “no soy bueno en esto”, “tengo miedo al error” o “evito los retos”, la mentalidad de crecimiento se basa en creer que las habilidades pueden desarrollarse. Bajo este enfoque, los errores se entienden como parte del aprendizaje, se buscan retos y retroalimentación y el éxito ajeno se convierte en inspiración.

Este cambio de perspectiva es especialmente relevante en el contexto actual de aceleración tecnológica. Según TalentLMS, aunque el 96% de los altos directivos dice tener una mentalidad de crecimiento, solo el 45% de los empleados percibe que sus líderes la demuestran en la práctica. Esta brecha de percepción es crítica, pues limita el impacto real de las estrategias de transformación cultural dentro de las organizaciones. 

Adoptar una mentalidad de crecimiento impulsa el desarrollo personal y la cultura corporativa. De acuerdo a las cifras de TalentLMS, el 80% de los ejecutivos afirma que esta mentalidad contribuye directamente al crecimiento de ingresos y el 88% la considera fundamental para el éxito organizacional. Las organizaciones con este enfoque fomentan la proactividad, la confianza, la colaboración y el aprendizaje continuo, construyendo equipos más resilientes y motivados. Además, estudios académicos recientes demuestran que las personas con mentalidad de crecimiento participan más en job crafting, es decir, ajustes proactivos de sus roles y muestran mayor innovación cuando tienen autonomía.

Las discusiones en Cartagena concluyeron que la mentalidad de crecimiento es una condición necesaria para competir y prosperar en un mercado laboral marcado por la disrupción tecnológica y la transformación constante. En palabras de Víctor Mujica: “convertirse” es más importante que “ser” y que vale la pena disfrutar del proceso de transformación. Más que un título o un cargo, el verdadero valor está en la capacidad de aprender, adaptarse y evolucionar.