La pandemia causada por el coronavirus ha cambiado por completo el trabajo y todo tipo de dinámicas sociales. Tras las restricciones que se impusieron alrededor del mundo para combatir la pandemia, miles de millones de personas están cambiando sus formas de vivir y desarrollarse en el aislamiento.
A causa de las medidas de cuarentena que se han adelantado durante más de tres meses en la mayoría de países, el mundo ha venido experimentando muchos cambios drásticos en los planos social, económico, de salubridad, cultural, medioambiental, entre muchos otros. Hasta el momento, más de 342 mil personas han fallecido y los casos de contagio ya superan los 5 millones de personas.
Una de las industrias más afectadas por la crisis de salubridad es el transporte, la carga, y el turismo. Estas actividades se vieron obligadas a parar con el fin de disminuir y evitar drásticamente el número de contagios. Mientras eso pasa, el mundo está experimentando reducciones importantes en la contaminación del aire y las emisiones globales de gases de efecto invernadero. China ha sido uno de los países donde las emisiones de gases de efecto invernadero han disminuido aproximadamente en un 25%. Asimismo, en Buenos Aires, Lima y Santiago de Chile, la contaminación del aire se ha desplomado debido a la reducción del tráfico.
Expertos en medio ambiente advierten que una recesión global provocada por el coronavirus también podría promover la transición hacia una economía verde en la cual se reevalúen los traslados diarios y a continuar reduciendo los viajes de negocios en torno al teletrabajo.
Según Skateflash, una compañía que comercializa scooters, monopatines y otros medios de transporte eléctricos, manifiesta que este tipo de cambios pueden ayudar al mundo entero a tener un entorno más sostenible y resiliente para enfrentar el cambio climático.
Para Skateflash, la lucha contra COVID-19 es la prioridad inmediata del mundo. Por esto, la compañía ve una amplia oportunidad para promover un cambio hacia el transporte público y continuar los esfuerzos por electrificar el parque automotor al tiempo de que se evita aglomeración de personas en buses y medios tradicionales.
afirmó que la lucha contra COVID-19 es la prioridad inmediata del mundo. No obstante, esto no debería distraernos de la crisis climática, que permanecerá con nosotros por mucho más tiempo y con impactos catastróficos mucho mayores.
En uno de sus reportes, el BID indicó que los beneficios de pasar a transportes amigables con el medio ambiente podrían ser enormes. “Si la flota actual de autobuses y taxis de 22 ciudades latinoamericanas se cambia a vehículos eléctricos, la región podría ahorrar casi 64 mil millones de dólares en combustible para 2030, evitar la emisión de 300 millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono y salvar a 36,500 personas de muertes prematuras”, manifiesta la investigación.
Esta concientización ha logrado que transportes como las patinetas eléctricas se tomen la movilidad de las grandes ciudades. Para los ciudadanos, son una opción muy conveniente para mejorar los tiempos de movilidad, una alternativa al tráfico de la ciudad a la par de que se contribuye con el mejoramiento del medio ambiente al optar por tecnologías limpias.